(CNN) – El Gobierno de Australia y un organismo de la ONU se enfrentaron esta semana sobre si la Gran Barrera de Coral está “en peligro” de perder su “valor universal excepcional” y su lugar en la lista del Patrimonio Mundial.
El viernes, el Comité del Patrimonio Mundial decidió no incluir el arrecife en una lista de sitios “en peligro”. En su lugar, definió pedir un informe sobre los esfuerzos en curso para conservar el arrecife.
La Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco contiene cientos de sitios considerados de gran valor para las generaciones futuras, desde maravillas naturales como el Parque Yellowstone, en Estados Unidos, hasta maravillas culturales como la Gran Muralla China.
Cada año, el Comité del Patrimonio Mundial se reúne para decidir si se suman nuevos sitios a la lista y para evaluar si alguno de los actuales está en peligro.
La designación de “en peligro” significa que un sitio está amenazado y, si no se toman medidas para abordar los problemas, podría perder su estatus de Patrimonio Mundial.
El comité, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y del que forman parte 21 países, pidió el viernes a Australia que envíe un informe sobre el estado de conservación del arrecife antes de febrero de 2022. En el reporte debe exponer qué medidas de protección se aplicaron para preservar el “valor universal excepcional” del arrecife.
Australia luchó por mantener el estatus a través de una intenso lobby de último minuto, que incluyó llevar a los embajadores a bucear en el arrecife.
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Esta semana, científicos y celebridades ejercieron presión para que se calificara como “en peligro” al arrecife a través de una carta publicada por 13 figuras públicas —actores, ex políticos y periodistas— que instaba al comité a respaldar la recomendación de la UNESCO al respecto.
“Todavía hay tiempo para salvar la Gran Barrera de Coral, pero Australia y el mundo deben actuar ahora”, dice la carta firmada por el actor de “Aquaman” Jason Momoa y el explorador de océanos Philippe Cousteau, entre otros.
La Gran Barrera de Coral, un ecosistema fundamental
La Gran Barrera de Coral se extiende casi 345.000 kilómetros cuadrados frente a la costa de Australia y alberga más de 1.600 especies de peces y 600 especies de corales blandos y duros.
Es un un ecosistema marino vital que además le aporta US$ 6.400 millones anuales a la economía de Australiana y mantiene 64.000 puestos de trabajo, según la Fundación de la Gran Barrera de Coral.
Sin embargo, una serie de desastres naturales y los efectos crecientes del cambio climático han impactado gravemente en el arrecife, que ha sufrido eventos de blanqueamiento generalizado de los corales.
En un informe publicado el 21 de junio, una misión de vigilancia de la Unesco dijo que, a pesar del trabajo del gobierno australiano, “no hay duda de que la propiedad se enfrenta a un peligro comprobado”.
Pero el gobierno australiano opuso firmemente a la conclusión de la Unesco.
La ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, viajó a Europa en julio en un último intento de convencer a los otros 20 miembros de la comisión del Patrimonio Mundial de que votaran en contra de la medida. Actualmente Australia forma parte del comité rotativo de 21 países.
La semana pasada, el embajador oficial de Australia para los arrecifes, Warren Entsch, llevó a varios embajadores, entre ellos varios de los países que votan en el Comité del Patrimonio Mundial, a hacer una excursión de buceo a la Gran Barrera de Coral.
Una calificación “con base científica”
La Dra. Fanny Douvere, directora del Programa Marino del Centro del Patrimonio Mundial, defendió la calificación de “en peligro” como “imparcial” y “con base científica”.
Dijo que, independientemente del voto del Consejo del Patrimonio Mundial, la recomendación de la Unesco con respecto a que el arrecife está “en peligro” seguiría expresando su visión.
“La evidencia no es algo que estemos investigando, la evidencia es algo que está descrito muy claramente”, dijo. “Simplemente no hubiera sido creíble no alertar a la comunidad internacional sobre la situación”.
El argumento del Gobierno de Australia
El gobierno australiano respaldó su posición con un nuevo informe del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, publicado el lunes, que muestra un aumento del coral duro en tres regiones de la Gran Barrera de Coral durante el último año.
“Los dos últimos años han revelado que está en marcha la recuperación en gran parte de la GBR, un signo prometedor que ilustra que la GBR todavía tiene la capacidad y las funciones ecológicas necesarias para recuperarse de las perturbaciones”, decía el informe.
Pero científicos australianos destacados afirmaron que el nuevo crecimiento de los corales es frágil y respaldaron la recomendación de la Unesco.
“Las amenazas que enfrenta la Gran Barrera de Coral son serias, han seguido en curso y no se han alcanzado los objetivos fijados”, dijo Scott Heron, profesor asociado de física en la Universidad James Cook de Queensland.
Heron dijo que, a pesar de que algunos corales regresaron tras los eventos de blanqueamiento de los últimos años, gran parte del crecimiento es de una variedad que es particularmente sensible al estrés por el calor y la muerte.
Mal desempeño de Australia en acción climática
En una declaración a CNN, el portavoz de la ministra Ley dijo que el gobierno australiano se oponía a la calificación de “en peligro”, “no solo por nuestra preocupación en relación con el Arrecife, sino porque creemos que el proceso corre el riesgo de dañar la integridad del Sistema del Patrimonio Mundial”.
Pero Lesley Hughes, portavoz del Consejo del Clima y distinguida profesora de Biología de la Universidad de Macquarie, aseguró que creía que al gobierno australiano también le preocupaba ser avergonzado por su pobre historial en materia de cambio climático.
En un informe publicado por la ONU en julio, en el que se evaluaban los avances en la consecución de los objetivos mundiales de desarrollo sostenible, Australia ocupaba el último lugar en cuanto a acción climática.
“Así que mientras el gobierno señala la cantidad de dinero que ha gastado en la adaptación local (en la Barrera de Coral), sigue sin tomarse en serio y nunca se ha tomado en serio la lucha contra el cambio climático”, dijo Hughes.