CNNE 1080378 - tension entre venezuela y representante de la ue
De cara a las elecciones venezolanas, el gobierno cuestiona falta de imparcialidad del representante de la Unión Europea
02:40 - Fuente: CNN

(CNN) – La Unión Europea (UE) corre el riesgo de hacer enojar a su aliado más importante el próximo mes, después de que el bloque acordara enviar un equipo para observar las elecciones de Venezuela, que tendrán lugar el 21 de noviembre.

La votación se produce después de tres años particularmente caóticos en el país, donde el cuestionado presidente Nicolás Maduro ha logrado mantenerse en el poder a pesar de una economía en colapso, un resultado electoral impugnado en 2018 y los esfuerzos respaldados por Estados Unidos para sacarlo del poder a través de sanciones occidentales coordinadas, las cuales involucraron a la UE.

Sin embargo, a principios de este año, el bloque abandonó su reconocimiento del oponente de Maduro, Juan Guaidó, como presidente legítimo, lo que lo puso en desacuerdo con EE.UU., que todavía reconoce a Guaidó.

En algunos rincones de EE.UU., esto ha provocado la preocupación de que, al enviar una delegación al país por primera vez desde 2006, la UE preste legitimidad a un proceso que, en última instancia, ganará Maduro, un líder fuerte a menudo descrito como un dictador.

Una bandera nacional de Venezuela ondea durante una manifestación masiva de la oposición contra el presidente Nicolás Maduro en la que el jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó (fuera de cuadro), se declaró "presidente interino" del país, en el aniversario de un levantamiento de 1958 que derrocó una dictadura militar, en Caracas el 23 de enero de 2019.

Andrés Oppenheimer escribió en el Miami Herald la semana pasada que durante los últimos 16 años, “la UE se había negado a enviar misiones de observación electoral a Venezuela principalmente porque consideraba, con toda razón, que las elecciones allí eran una farsa”.

Y concluye que la noche de las elecciones “la misión de la UE probablemente anunciará que no hubo grandes irregularidades, y un extasiado Maduro afirmará que ganó unas elecciones limpias. Y varios meses más tarde, cuando la misión de la UE publique su informe final en el que analice todo el proceso electoral y concluya que no fue una carrera justa, las elecciones habrán caído en el olvido”.

Fuentes diplomáticas confirmaron a CNN que esto no es solo el temor de un columnista, sino que hay preocupaciones muy reales de que Maduro, sean cuales sean las intenciones de la UE, sea capaz de hacer funcionar esto para legitimar su control del poder.

¿Por qué la Unión Europea estaría dispuesta a hacer esto y arriesgarse a la ira de su aliado más importante?

En primer lugar, fuentes de Bruselas refutan la idea de que esto dará a las elecciones un sello de aprobación de facto por parte de la UE. Dicen que su acuerdo se basa en el hecho de que el Consejo Nacional Electoral venezolano invitó a una delegación. Bruselas envió entonces una misión para ver si las elecciones podían ser supervisadas “según las directrices de la ONU de 2005”, dijo un funcionario de la UE, señalando que el bloque no había reconocido las elecciones celebradas en el país el año pasado. “Vamos allí no para legitimar el régimen, sino para ver lo que está pasando”.

Guaidó permanece en Caracas, pero sus esfuerzos por asumir el poder interino quedaron estancados.

En segundo lugar, el funcionario afirma que “no hay ninguna diferencia en la forma en que supervisamos Iraq, Perú, Pakistán o Mali. Este es uno de los observadores electorales más reconocidos del mundo y si nuestros socios nos preguntan, explicaremos nuestra lógica. No tenemos que justificarnos ante nadie”.

Es sin duda cierto que los grupos de supervisión electoral operan con frecuencia en comicios que distan mucho de ser libres o justos e informan sobre ellos. Por ejemplo, en 2017, la Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, una organización muy respetada, entregó un informe mordaz sobre el referéndum de independencia turco.

Sin embargo, los críticos podrían argumentar que el contexto aquí es diferente. Turquía es un aliado de la OTAN y sus estándares democráticos han ido decayendo durante años. Esto fue una documentación de ese declive, que enfureció al presidente Recep Tayyip Erdogan.

Lo que es diferente es el aislamiento comparativo de Venezuela con Occidente. Es discutible que incluso si la UE devuelve un informe muy crítico, su mero involucramiento en el proceso podría ser utilizado como propaganda por Maduro.

Un portavoz del Departamento de Estado dijo a CNN que Estados Unidos “considera que unas elecciones locales, de la Asamblea Nacional y presidenciales libres y justas son esenciales para que los venezolanos alcancen una solución pacífica y democrática a las crisis que enfrenta su país. En declaraciones realizadas conjuntamente con EE.UU. el 25 de junio y el 14 de agosto, la UE y Canadá dejaron claro que comparten nuestros puntos de vista… Para más preguntas sobre la misión de observación electoral prevista por la UE, les remitimos a los funcionarios de la UE”.

Este tipo de tensiones entre Bruselas y Washington son, hasta cierto punto, inevitables, ya que la UE intenta aumentar su influencia como potencia mundial diferenciada y defensora de los valores occidentales, en lugar de ser una extensión de la influencia estadounidense.

Sin embargo, el bloque debe recordar que, cada vez que se desvíe de la política estadounidense -ya sea en lo que respecta a China, Rusia o Venezuela-, se hará notar por los dirigentes de la nación que aún se eleva por encima de todo en la escena mundial.