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Economía

La economía de Estados Unidos se contrajo. No hay por qué entrar en pánico

Por Matt Egan

Nueva York (CNN) --  La recuperación económica de covid-19 tropezó en el primer trimestre, pero eso no significa que sea inminente una recesión.

El producto interno bruto (PIB) se redujo inesperadamente a una tasa anual del 1,4% durante los tres primeros meses del año, el peor trimestre para la economía de Estados Unidos desde que la pandemia desestabilizó al mundo en la primavera boreal de 2020.

Sin embargo, los economistas dicen que el feo y confuso informe del PIB de este jueves no es una razón para entrar en pánico, ni un presagio de una recesión inmediata. El PIB se vió impactado por factores temporales, sobre todo un enorme déficit comercial debido a las interrupciones del suministro, que enmascaran la fortaleza subyacente de la economía.

"La cifra negativa del PIB es una sorpresa, pero no material", dijo el economista jefe de Moody's Analytics, Mark Zandi, a CNN en un correo electrónico. "La economía sigue creciendo con fuerza y a un ritmo que sigue reduciendo el desempleo".

La economía de Estados Unidos volverá a crecer durante el segundo trimestre, según el economista jefe de RSM, Joe Brusuelas. "No cabe duda", dijo.

"Esto es ruido; no señal", escribió el economista jefe de Pantheon Macroeconomics, Ian Shepherdson, en un informe. "La economía no está cayendo en recesión".

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Los consumidores y las empresas están gastando

Aunque el dato principal del PIB fue sombrío, hubo claros detalles destacables.

El gasto del consumidor, el principal motor de la economía de Estados Unidos, se aceleró durante los primeros tres meses del año. Los gastos de consumo personal se incrementaron a una tasa anual ajustada de 2,7%, frente al 2,5% del último trimestre del año pasado.

"Aunque el PIB cayó en el primer trimestre, la economía estadounidense no está en recesión. La demanda subyacente sigue siendo fuerte y el mercado laboral está en excelente forma", escribió el economista jefe de PNC, Gus Faucher, en un informe. "El crecimiento se reanudará en el segundo trimestre".

El comercio hace que el PIB sea negativo

Sin embargo, muchos de los aspectos positivos se vieron compensados por factores puntuales.

En particular, las importaciones se dispararon durante el primer trimestre, ya que la oferta de EE.UU. no pudo satisfacer la creciente demanda. Este aumento de la brecha comercial restó 2,5 puntos porcentuales al PIB.

Esto significa que "el aumento de las importaciones representó más que todo el descenso del PIB", dijo Goldman Sachs en una nota, añadiendo que esto "probablemente reflejó una fuerte demanda interna", así como una cierta concentración de las importaciones relacionadas con Ucrania.

Más allá del comercio, el PIB se vio afectado por el cierre de empresas a raíz de la oleada de la variante ómicron del coronavirus y la disminución o el cese de la ayuda a las empresas y los hogares por la pandemia.

Otro factor: las empresas aumentaron sus inventarios, pero a un ritmo más lento que el insostenible del cuarto trimestre del año pasado. Eso también restó al PIB.

"No me preocupa la recesión", dijo este jueves el presidente Joe Biden, en relación con el último informe del PIB.

"También tuvimos, el pasado trimestre, un aumento del gasto de los consumidores y de la inversión de las empresas y de la inversión residencial a un ritmo significativo, tanto para el ocio como para los bienes duraderos".

"Creo que... lo que se está registrando es un enorme crecimiento en el país que se vio afectado por todo lo relacionado con el covid-19 y los cierres que se produjeron en el camino", dijo.

La inflación, la guerra y los cierres representan riesgos

Aunque el informe sobre el PIB no es motivo de pánico para la economía actual, hay riesgos en el horizonte, y la posibilidad de una recesión en 2023 o 2024 ha aumentado.

El mayor problema es que la inflación es muy alta, lo que hace temer un escenario de altibajos. Y lo que es peor, las perspectivas de que los precios se enfríen se ven empañadas por los confinamientos por covid en China y la guerra en Ucrania.

La inflación elevada ha obligado a la Reserva Federal a contemplar las mayores subidas de tasas de interés desde el año 2000, lo que significa que los costos de los préstamos hipotecarios, las tarjetas de crédito y los préstamos para automóviles aumentarán. Y esas inminentes subidas de interés están diseñadas para desacelerar la economía.