(CNN Español) – La foto tardó en llegar, pero finalmente se dio. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller de Alemania, Olaf Scholz, sentados en la misma mesa que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en Kyiv.
Ocurrió este jueves: los líderes de las dos principales economías de la Unión Europea viajaron a la capital ucraniana junto al primer ministro de Italia, Mario Draghi, y el presidente de Rumania, Klaus Iohannis.
Desde el inicio de la guerra el 24 de febrero, numerosos líderes mundiales y ministros —entre ellos el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, el presidente de Polonia, Andrzej Duda y el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken— visitaron Kyiv, que estuvo bajo asedio al comienzo de la invasión.
Macron y Scholz, sin embargo, tardaron más de cuatro meses, y este retraso coincide con una postura mucho más moderada de ambos países en su apoyo a Ucrania tras la invasión de Rusia. Pero su visita se da también en el contexto de la solicitud de adhesión de Ucrania a la Unión Europea, que Alemania, Italia, Francia y Rumania manifestaron apoyar.
“Las próximas semanas, lo sabemos, serán muy difíciles. Quiero apoyarlos y estar a su lado”, dijo Macron este jueves en un “mensaje de unidad europea dirigido a los hombres y mujeres ucranianos”.
Y Scholz dijo que “apoyamos a Ucrania mediante el suministro de armas, y seguiremos haciéndolo mientras Ucrania necesite nuestro apoyo”.
La postura de París y Berlín
Ucrania ha estado recibiendo apoyo militar y político de Occidente desde el primer día. Estados Unidos y los países europeos son los principales proveedores.
Francia y Alemania han enviado armas y están en proceso de enviar más, pero también se han resistido a ciertos envíos y sistemas, dilatado las entregas y moderado su discurso.
Macron, quien ha manifestado sus intenciones de mediar entre Kyiv y Moscú, dijo que “no debemos humillar a Rusia para que el día en que cesen los combates podamos construir una rampa de salida por medios diplomáticos”.
El presidente de Francia fue uno de los últimos líderes mundiales en reunirse con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Moscú antes de la guerra. Fue el 8 de febrero, cuando la acumulación de tropas rusas en la frontera anunciaba el desenlace del 24 de febrero.
En esa reunión, Macron dijo que pudo encontrar un punto de acuerdo con Putin sobre la crisis: “Nos corresponde acordar, conjuntamente, medidas concretas y específicas para estabilizar la situación y desescalar las tensiones”.
Y dos semanas después, los tanques rusos cruzaron la frontera.
Scholz, por otro lado, ha sido más firme en sus palabras ante lo que considera un “momento histórico de transición”. “Putin no debe ganar su guerra, y estoy convencido de que no ganará”, dijo en abril.
Pero su gobierno ha sido criticado por sus acciones concretas de apoyo de Ucrania, y por seguir dependiendo de sus importaciones energéticas de Rusia.
Antes de la guerra, Alemania era el destino del 11% de las exportaciones de petróleo de Rusia (sólo superado como comprador por China), el 16% de sus exportaciones de gas, y el 7% de sus exportaciones de carbón.
Por esta dependencia, Alemania y Europa –en su conjunto el principal comprador de enrgía de Rusia-- no han cortado de lleno sus importaciones tras la guerra, y han optado en cambio por una reducción parcial y progresiva hasta fin de año.
Alemania también ha sido criticada por su cooperación con Rusia en el gasoducto Nordstream 2, promovido por la antecesora de Scholz, Angela Merkel. Presionado por sus aliados, Scholz anunció que había frenado la certificación del gasoducto un días antes de la invasión.
Las críticas de Zelensky
Zelensky ha criticado a ambos países por sus posturas ante la guerra, e incluso ha sugerido que estas equivalían a un intento de apaciguamiento de Vladimir Putin.
“Necesitamos que el canciller Scholz nos dé certezas de que apoyará a Ucrania, él y su gobierno deben elegir no hacer un acto de equilibrio entre Ucrania y la Federación Rusa, sino elegir cuál es su prioridad”, dijo el presidente de Ucrania a la emisora alemana ZDF a principios de esta semana.
“Sólo hace falta tener las armas suficientes para lograrlo. Los socios las tienen. En cantidades suficientes. Y trabajamos todos los días para que la voluntad política nos dé esas armas”, dijo Zelensky este lunes, durante un discurso en el que prometió liberar todos los territorios ocupados por Rusia.
Zelensky también se refirió al argumento de Alemania de que no podrían exportar más armas avanzadas ya que los soldados ucranianos no tenían en el entrenamiento suficiente.
“Muchas veces escuché de parte de ciertos Estados que no quieren darnos armas rápidamente porque nuestros soldados no están listos, desde un punto de vista técnico. Pero los instructores, nuestros instructores harán que estén listos”, dijo.
Y, en una entrevista a comienzos de junio, con el Financial Times Zelensky dijo sobre Macron que “para ser un líder, no hace falta considerarse como tal, sino comportarse como tal”.
¿Qué armas han enviado Alemania y Francia?
En el caso de Alemania, Scholz rechazó al comienzo de la guerra la posibilidad de enviar armas a Ucrania, y aceptó solo enviar ayuda humanitaria y equipos médicos. La decisión era consistente con la política de Berlín de no proveer armas a zonas en conflicto.
Pero, mientras sus aliados se apresuraban a enviar ayuda militar a Ucrania, Scholz dio un primer giro pocos días después de iniciada la guerra y aceptó proveer sistemas de armas “defensivos”, como los cohetes antitanque Panzerfaust 3.
Meses después, Berlín aceptó enviar sistemas antiaéreos Gepard —cañones antiaéreos montados en el chasis de un tanque— y cañones autopropulsados Panzerhaubitze 2000. Y en su visita de este jueves Scholz se refirió también al sistema de defensa aérea Iris-T.
Pero esos sistemas no han llegado aún a Ucrania —se está entrenando a las tripulaciones ucranianas— y Kyiv insiste en que necesita también armas ofensivas, como tanques y transportes blindados de tropas, para poder realizar contraofensivas.
Al respecto, Reuters reportó en abril que la empresa de defensa Rheinmetall había solicitado al gobierno de Alemania permiso para exportar 100 vehículos de combate de infantería Marder y 88 tanques Leopard 1A5 a Ucrania. Berlín aún no ha anunciado una decisión.
Ese mismo mes la ministra de Relaciones Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo que su país estaba limitado en las armas que podía enviar a Ucrania “rápidamente y sin demora”, pero que daría “entrenamiento y mantenimiento”.
“Hemos suministrado armas antitanque, Stingers [sistemas de defensa aérea] y muchas otras armas de las que no hemos hablado públicamente”, dijo la ministra.
Francia, por su parte, aceptó en abril enviar cañones autopropulsados CAESAR –muy valiosos en los duelos de artillería que están teniendo lugar en la región de Donbás, actual escenario de la guerra– y misiles antitanques MILAN, entre otros sistemas.
Mientras tanto Estados Unidos anunció este miércoles un nuevo paquete de ayuda militar para Ucrania valuado en US$ 1.000 millones, que incluye 18 obuses, 36.000 proyectiles y dos sistemas de defensa costera Harpoon.
Para abril, la ayuda militar de Estados Unidos a Ucrania ascendía a unos US$ 3.400 millones.
Con información de Jake Tapper.