(CNN) – Tiger Woods rechazó una oferta de entre US$ 700 y 800 millones para unirse a la serie LIV Golf, respaldada por Arabia Saudita, según el CEO del circuito, Greg Norman.
Durante una entrevista en Fox News que se transmitió el lunes, Tucker Carlson le preguntó al ex número 1 del mundo Norman si era cierto que a Woods le ofrecieron entre US$ 700 y 800 millones para unirse a la serie LIV Golf.
“Esa cifra estaba ahí antes de que me convirtiera en CEO”, respondió Norman. “Así que esa cifra ha estado por ahí, sí. Mira, Tiger es un jugador que mueve la aguja, ¿verdad?”, dijo.
“Así que, por supuesto, van a buscar lo mejor de lo mejor. Se habían puesto en contacto con Tiger antes de que yo me convirtiera en CEO, así que, sí, esa cifra está por ahí”.
Anteriormente, Norman había declarado al diario The Washington Post en junio que le habían ofrecido mucho dinero a Woods para participar, pero lo rechazó. Norman dijo que la propuesta de Woods era “alucinantemente enorme; estamos hablando de cifras altas de nueve dígitos”.
El controvertido tour ha atraído a algunos grandes nombres del mundo del golf que han abandonado el establecido PGA Tour y el DP World Tour para participar por enormes sumas de dinero.
Los ganadores de Major Phil Mickelson, Dustin Johnson, Bryson DeChambeau, Brooks Koepka, Sergio García, Louis Oosthuizen, Graeme McDowell, Charl Schwartzel y Martin Kaymer se unieron a la empresa disidente, que ha ofrecido a los jugadores enormes sumas de dinero para unirse.
La serie LIV Golf está respaldada por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, un fondo soberano presidido por Mohammed bin Salman, el príncipe heredero de Arabia Saudita, y ha prometido otorgar US$ 250 millones en premios totales.
Sin embargo, ha provocado las críticas de muchos jugadores, entre ellos Rory McIlroy y Woods, por haber abandonado la configuración tradicional del golf y aceptar dinero de un país con un pésimo historial de derechos humanos.
Antes del Open de julio en St. Andrews, Escocia, Woods dijo que no estaba de acuerdo con los jugadores que se habían ido.
“Creo que lo que han hecho es dar la espalda a lo que les ha permitido llegar a donde están”, dijo el 15 veces ganador de un major.
“Puede que algunos de estos jugadores no tengan nunca la oportunidad de jugar en los grandes campeonatos. Es una posibilidad. Todavía no lo sabemos con seguridad. Son los organismos de los grandes campeonatos los que tienen que tomar esa decisión. Pero es una posibilidad, que algunos jugadores nunca, nunca tengan la oportunidad de jugar en un campeonato importante, nunca tengan la oportunidad de experimentar esto aquí, caminar por las calles en Augusta National”.
“Pero lo que hacen estos jugadores por dinero garantizado, ¿cuál es el incentivo para practicar? ¿Cuál es el incentivo para salir y ganarlo en el terreno? Solo te pagan un montón de dinero por adelantado y juegas unos cuantos eventos y 54 hoyos. Están poniendo música a todo volumen y tienen todos estos ambientes que son diferentes”.
Woods añadió: “No veo cómo ese movimiento es positivo a largo plazo para muchos de estos jugadores, especialmente si la organización de la LIV no obtiene puntos de clasificación mundial y los grandes campeonatos cambian sus criterios para entrar en los eventos”.
“Sería triste ver que algunos de estos jóvenes nunca tienen la oportunidad de vivirlo y experimentar lo que nosotros tenemos la oportunidad de experimentar y caminar por estos terrenos sagrados y jugar en estos campeonatos”.
Woods incluso llegó a criticar al propio Norman por su papel en el circuito secundario. “Greg ha hecho algunas cosas que no creo que sean en el mejor interés de nuestro juego, y estamos volviendo al lugar probablemente más histórico y tradicional de nuestro deporte”.
El domingo, Henrik Stenson ganó el tercer evento de la temporada de debut de LIV Golf en Bedminster, Nueva Jersey.
Casi dos semanas después de haber perdido la capitanía de la Ryder Cup por unirse a la serie, el sueco de 46 años hizo un tiro de 11 bajo par en el Trump National Golf Club Bedminster y llevarse un premio de US$ 4 millones.
Stenson recogió el trofeo junto al expresidente de EE.UU. Donald Trump, que estuvo presente durante los tres días de competición y que es propietario del campo.