(CNN) – Nick Kyrgios se sintió frustrado por el olor a marihuana que provenía de las gradas en su victoria de segunda ronda en el US Open este miércoles.
El australiano, que superó al francés Benjamin Bonzi por 7-6 (7-3), 6-4, 4-6 y 6-4, hizo sentir su voz durante el partido, incluso cuando se quejó al juez de silla por el olor que emanaba de las gradas del Louis Armstrong Arena.
“La gente no sabe que soy muy asmático, así que cuando estoy corriendo de un lado a otro y luchando por respirar, probablemente no es algo que quiera respirar entre punto y punto”, dijo a los periodistas después del partido.
El árbitro recordó a los aficionados que se abstuvieran de fumar en la pista cuando se reanudó el juego.
El público del US Open es conocido por ser bullicioso y el jugador de 27 años estuvo de acuerdo en que el Grand Slam tiene un “ambiente” muy diferente al de otros torneos.
CNN se ha puesto en contacto con el US Open en relación con las quejas de Kyrgios sobre el olor a marihuana.
Esto se produce poco más de una semana después de que la mujer a la que Kyrgios acusó de tomarse “700 copas” y de estar “totalmente borracha” durante la final de Wimbledon de este año dijera que va a demandar al tenista australiano por difamación.
Kyrgios se mostró típicamente animado en la pista de Nueva York, murmurando para sí mismo y reprendiendo a su palco entre puntos. El árbitro le amonestó por insultar a alguien de su equipo por no apoyarle lo suficiente.
Mientras que sus payasadas en la pista estaban en pleno apogeo, también lo estaba su tenis. Kyrgios fue puesto a prueba por su talentoso oponente, pero demostró la potencia devastadora y la nueva fortaleza mental que le permitió llegar a su primera final de Grand Slam en Wimbledon en julio.
Ahora se enfrentará al estadounidense J.J. Wolf en la siguiente ronda, pero dice que su propio buen estado de forma le está presionando más de lo normal.
“Es muy estresante ahora porque en cada partido que juego espero jugar tan bien”, dijo Kyrgios a los periodistas.
“Un rendimiento tan limpio no es realista en un deporte como éste en el que juegas día a día. Probablemente tengo que rebajar la expectativa de jugar como si fuera una final de Wimbledon cada vez. Hay muchos jugadores capaces que pueden jugar”, añadió Kyrgios.