(CNN) –   Nada, ni los truenos, ni los relámpagos, ni siquiera un virus estomacal, iba a estropear el gran día de Jennifer López.

Eso es lo que dice la propia estrella, que en su último boletín de noticias se sinceró sobre los “contratiempos inesperados” que amenazaron con arruinar su boda con Ben Affleck.

“Había llovido al atardecer todos los días de esa semana. Todo el mundo estaba preocupado por el calor, las ‘moscas del amor’, los detalles, si los invitados llegarían todos a tiempo, etc., por no hablar de los truenos y relámpagos que llegaron casi a tiempo cada día a la hora exacta en la que se suponía que iba a empezar la ceremonia ese sábado”, escribió López.

“Ah, y todos nos contagiamos de un virus estomacal y estuvimos recuperándonos hasta el final de la semana, eso, y junto con algunos otros contratiempos inesperados, tenía todos los ingredientes para un fin de semana de boda algo especial”.

Pero, como una página sacada de una de sus comedias románticas, todo salió bien.

“A las seis y cuarenta y cinco, el sábado 20 de agosto, el sol salió y proyectó sus rayos como pequeños diamantes bailando sobre el río detrás del altar improvisado en nuestro patio trasero”, escribió. “El cielo era azul claro, y las nubes lejanas de un blanco puro se mantenían firmes en el cielo. Mientras el sol se ponía detrás de los robles vivos cubiertos de heno, una cálida brisa recorrió el césped donde se sentaban nuestros familiares y amigos más cercanos y, por fin, comencé a bajar las escaleras que se convertirían en el pasillo que me llevaría hacia el resto de mi vida”.

Esta escena, aparentemente dirigida por el propio Dios, terminó con un “sí, quiero” (su segundo, técnicamente) y, según López, un día que fue “divinamente un círculo completo”.

La pareja se conoció inicialmente en diciembre de 2001 en el set de la película “Gigli”, donde interpretaban a unos delincuentes atrapados en un trabajo juntos y la pareja entabló una amistad en la vida real. En noviembre de 2002, se comprometieron, pero pospusieron su boda en septiembre de 2003 alegando “la excesiva atención mediática” que rodeaba a su boda.

Nunca llegaron a pasar por el altar y cancelaron oficialmente su compromiso en enero de 2004.
Volvieron a reunirse sentimentalmente casi 17 años después.

“Hace años, no teníamos ni idea de que el camino que teníamos por delante iba a suponer navegar por tantos laberintos y deparar tantas sorpresas, bendiciones y deleites. Todo culminó en este momento, uno de los más perfectos de nuestras vidas”, escribió López. “No podríamos haber sido más felices. Les deseo a todos el mismo tipo de felicidad… la que se gana con esfuerzo y que es aún más dulce por el viaje que la antecede”.

Que alguien escriba este guion y me dé diez entradas.

– Chloe Melas, Lisa Respers France y Amir Vera contribuyeron con este reportaje.