(CNN Business) – El Spam es “cool”.
Este bloque de carne enlatado que existe hace nada menos que 85 años ha experimentado una reinvención cultural.
Hormel vendió una cantidad récord de Spam durante siete años consecutivos, y 2022 está en camino de otro hito similar. El conglomerado detrás de Skippy y Jennie-O afirma que la producción de Spam no da a basto y que, por eso, aumentará su capacidad de producción.
El Spam es un ingrediente de moda en TikTok y en el menú de los restaurantes de alta cocina de las ciudades costeras. En 2019, una edición limitada de Spam sabor a especias de calabaza se agotó en minutos. (Todavía puede conseguirse en Ebay, donde cuesta hasta US$ 100 la lata).
¿Qué hay detrás de este fenómeno? ¿Por qué este trozo de carne de cerdo cocido que durante mucho tiempo fue estigmatizada como carne falsa, vinculada a las raciones de guerra y parodiada hilarantemente por Monty Python ahora tiene prestigio entre los amantes de la buena comida?
La popularidad del Spam en la cocina hawaiana, asiática y de las islas del Pacífico ha influido en su crecimiento en Estados Unidos. A medida que más inmigrantes llegaron a EE.UU. y los platos de cocina fusión y las cocinas étnicas se pusieron de moda, el Spam llegó a nuevos y más jóvenes amantes de la comida, dicen los analistas e investigadores de alimentos de Hormel.
Las campañas publicitarias ingeniosas también colaboraron para que Spam atraiga a una gama de clientes más amplia que los Baby Boomers que crecieron comiéndolo, muchas veces de mala gana.
“Spam sufrió un cambio de imagen”, dijo Robert Ku, profesor asociado de estudios asiáticos y asiático-estadounidenses en la Universidad de Binghamton y autor de “Dubious Gastronomy: Eating Asian in the USA”. “Muchos chefs famosos asiáticos y asiático americanos reintrodujeron el Spam a una nueva audiencia”.
“Carne milagrosa”
Más de 100.000 personas visitan el museo del Spam cada año en Austin, Minnesota, con historias que contar sobre el Spam y recetas para compartir, dijo Savile Lord, gerente del museo en la ciudad natal de la marca. Los visitantes a menudo le hacen preguntas a ella y a otros “Spambajadores” del museo sobre cómo surgió el nombre Spam y qué rayos contiene.
Spam llegó a los estantes de los supermercados por primera vez en 1937 como una proteína de 340 gramos y a un costo de apenas 25 centavos, lo que resultaba una lata conveniente y duradera en medio de los años de escasez de la Gran Depresión. Spam no contenía más que paleta de cerdo, jamón picado, agua, azúcar y sodio.
Fue una mezcla creada por George Hormel y su hijo, Jay, empacadores de carne en Austin. Los Hormel habían estado trabajando en el “problema de enlatar un producto de cerdo no perecedero durante muchos años”, hasta que finalmente lo resolvieron, dijo Jay a The New Yorker en 1945.
Después, decidieron ofrecer un premio de US$ 100 al mejor nombre para la comida. Tenía que ser corto para los fines de la visualización y para caber en anuncios de periódico de una columna. También tenía que ser pronunciable en cualquier idioma.
El hermano de un ejecutivo corporativo lanzó “Spam”, una combinación de “spice” (picante) y “ham” (jamón), en una fiesta, y Hormel “supo en ese momento que el nombre era perfecto”.
Desde el principio, Spam se comercializó como un ahorro de tiempo y un alimento con el que se podía combinar cualquier comida: Spam y huevos. Spam y panqueques. Spam y frijoles, espaguetis, macarrones y galletas. Bocadillos de spam.
“Nunca imaginaste que una carne pudiera tener tantos usos interesantes. En la mañana, en la tarde o en la noche, frío o caliente, ¡el spam da en el clavo!”, decía uno de los primeros anuncios sobre el producto Spam es una “carne milagrosa”, decía la compañía a los consumidores en anuncios de periódicos y en la radio.
Y luego vino la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial en 1941, el momento decisivo para el crecimiento del Spam.
En muchos puestos de avanzada del Pacífico, con poca refrigeración o pocas fuentes locales de carne, las tropas estadounidenses y aliadas dependían de la carne enlatada que podía almacenarse durante meses y comerse sobre la marcha.
Hormel dice que se enviaron más de 100 millones de libras de Spam al extranjero para alimentar a las tropas durante la guerra. El Tío Sam se hizo conocido como el Tío Spam, para consternación de las tropas obligadas a comerlo todos los días.
“Durante la Segunda Guerra Mundial, por supuesto, comí mi parte de Spam junto con millones de otros soldados”, escribió más tarde Dwight D. Eisenhower al presidente de Hormel. “Incluso confesaré algunos comentarios desagradables al respecto, pronunciados durante las tensiones propias de la batalla”.
Sin embargo, para los ciudadanos de los países del Pacífico asolados por conflictos, el hambre de la guerra y los años de reconstrucción, el Spam fue un símbolo de acceso a los bienes y servicios estadounidenses. A veces, era la única fuente de proteína disponible. Después de la partida de las tropas estadounidenses, el Spam se mantuvo y se convirtió en un ingrediente de los platos locales.
“El Spam se convirtió en parte de la cultura asiática”, dijo Ayalla Ruvio, investigadora del comportamiento del consumidor de la Universidad Estatal de Michigan que se ocupa de la identidad y los hábitos de consumo. “Representaba un pedazo de Estados Unidos. Como una Coca-Cola o como McDonald’s”.
Las tropas estadounidenses también introdujeron el Spam en Corea durante la Guerra de Corea a principios de la década de 1950, y el Budae Jjigae (guiso del ejército) se convirtió en un plato coreano popular. El Spam también siguió siendo un ingrediente común en los platos de casi cualquier lugar donde hubo soldados estadounidenses estacionados, como Guam, Filipinas y Okinawa, Japón.
En Hawái, donde el ejército de EE.UU. tuvo durante mucho tiempo una presencia importante, se consume más Spam por persona que en cualquier otro estado. Se apila sobre un bloque de arroz y se envuelve en algas para hacer Spam musubi y se vende en cadenas de comida rápida como McDonald’s en Hawái. Incluso hay un festival anual llamado Waikiki Spam Jam.
Spam musabi y tacos
Muchos soldados estadounidenses que regresaban de la Segunda Guerra Mundial juraron no volver a comer Spam, y la marca fue relacionada con el racionamiento y las dificultades económicas. Pero en los últimos años, el Spam atrajo a nuevos consumidores en Estados Unidos.
“Cuando comencé a involucrarme con la marca, comenzamos a notar esta transición hacia un conjunto multicultural más fuerte de consumidores”, dijo Brian Lillis, quien ha sido gerente de marca de productos durante seis años. “Trajeron con ellos la tradición de utilizar el producto en su país de origen o en los países de sus antepasados”.
Hormel ha trabajado con chefs de restaurantes coreanos, taiwaneses y vietnamitas para incluir el Spam en los menús. A medida que más personas van conociendo estos platos, vuelven a sus casas y tratan de hacer sus propias versiones, dijo Lillis.
El Spam destaca su versatilidad en los platos de las redes sociales y los anuncios de televisión. Hay anuncios de Spam y huevos, así como de arroz frito Spam, musabi Spam, yakitori y poke.
El Spam ha regresado a Estados Unidos porque chefs asiáticos y asiático-estadounidenses como Chris Oh han tratado de reinventarlo a su manera, señaló Ku, profesor de la Universidad de Binghamton. “Trajeron algunas de las influencias culinarias de Asia y el Pacífico y las mejoraron”.