CNNE 1279057 - por que trabajar al aire libre puede costarles la vida a algunos
Por qué trabajar al aire libre o incluso salir a trotar puede costarles la vida a algunos
02:29 - Fuente: CNN

Nota del editor: no te pierdas el estreno del docufilm “Planeta en peligro: California en crisis”, de la mano de María Celeste Arrarás, este domingo 9 de octubre a las 09:00 p.m. hora de Miami en CNN en Español.

(CNN Español) – El reconocido meteorólogo John Morales fue uno de los primeros en hablar alto y claro sobre el cambio climático, cuando las alarmas mundiales todavía no sonaban con fuerza, y ahora que Estados Unidos vive de primera mano la devastación de sequías y huracanes feroces, tiene un mensaje para los latinos: hagan valer su poder. En otras palabras, voten.

“Los hispanos son muy receptivos al tema de cuidar al planeta Tierra, se preocupan mucho por eso, les preocupa el cambio climático”, cuenta Morales en diálogo con María Celeste Arrarás de CNN en Español. El problema es que la preocupación no necesariamente se convierte en acción porque hay que atender otras prioridades de la vida diaria. “Si yo tengo que preocuparme por poner comida en la mesa, o poder pagar la renta, pues a veces no me sobra el tiempo para poderme ir a protestar para que protejan el medio ambiente”, razona.

Sin embargo, hay dos cosas que los latinos pueden hacer fácilmente: una es implementar cambios en sus acciones para ahorrar recursos, por ejemplo agua y energía, y la otra es ejercer uno de sus derechos fundamentales como ciudadanos. “¿Qué es lo otro más sencillo además que podemos hacer ahora que somos la minoría más grande dentro de este país, de Estados Unidos? Oiga, votar. El voto latino es tan importante, tenemos tanto poder dentro de nuestra comunidad para poder cambiar el curso de hacia dónde vamos”, reflexiona. Y continúa: “Los latinos podemos exigir que los que sean nuestros líderes, esos políticos que son los que son electos, que sean personas que sean conscientes sobre el medio ambiente. Y que sean conscientes sobre el cambio climático y cómo mitigar eso y cómo frenar el calentamiento global. Eso es importante”.

Al principio muchos decían “para qué preocuparse”

En 1997, recuerda, la Casa Blanca invitó a 100 presentadores del tiempo y el entonces presidente Bill Clinton y su vicepresidente Al Gore hablaron sobre cambio climático. “Salí de ahí inspirado (…). Quise buscar la manera de comunicar más sobre el cambio climático”. Eso fue hace 25 años y, desde entonces, en todas las oportunidades que ha tenido ha tratado de comunicar primero sobre lo que era una amenaza de futuro y ahora sobre lo que es una realidad.

“Al principio la gente como que decía… ‘¿por qué John está tan preocupado de este cambio climático?’”, cuenta. Y muchos decían “pero para qué preocuparse de eso si eso no va a empezar a suceder hasta dentro de medio siglo, dentro de un siglo. No hagamos nada, sigamos con como estamos tratando el planeta, porque no va a importar de todas maneras”. Y lo que ha sucedido es que las predicciones de los científicos se están cumpliendo con mayor rapidez e intensidad de lo previsto.

Los extremos son peores: el signo inequívoco del cambio climático

“Hay ciertas temperaturas que estamos empezando a ver dónde trabajar al aire libre, o irse a trotar en la tarde, puede costarle la vida a una persona”, dice Morales. “Eso, nada más, mete miedo. El calor es el mayor asesino de todas las condiciones meteorológicas que existen en Estados Unidos”.

En California, mientras tanto, el período entre los años 2000 y 2021 fue el más seco en 1.200 años. El problema del presente, dice, “es que la poquita precipitación que estamos recibiendo, en vez de caer como nieve (…) está cayendo como lluvia, porque hace demasiado calor por culpa nuestra, por el calentamiento global”. Esto conduce a un déficit de agua que seguirá en 2023 si no se acumula nieve suficiente en este invierno.

Si no hay agua, no hay trabajo

El déficit de agua pega con especial dureza a la comunidad latina. En California, la agricultura provee trabajo para más de 400.000 personas y más del 90% son hispanos.

“Cuando no sembramos, no hay trabajo. Y cuando no hay agua, no sembramos”, explicó a Arrarás Joe del Bosque, un agricultor de toda la vida que heredó la profesión de su padre, un inmigrante mexicano, y tiene granjas en el valle central de California.

En el recorrido por sus tierras, del Bosque mostró grandes áreas que no han podido cultivar. “Los suelos son buenísimos suelos, están ya preparados para plantar, pero sin agua no podemos plantar cultivos, no podemos producir comida, no hay trabajo”, dijo. Los trabajadores se hacen eco de la situación. “Realmente la situación se está poniendo difícil para nosotros los campesinos”, resume uno de los entrevistados.

Y al otro lado del mundo, en Pakistán, las inundaciones feroces se han cobrado más de 1.500 vidas, en su mayoría de mujeres y niños.  “Cuando llueve, llueve más fuerte. Cuando se secan los suelos y la vegetación, se seca más rápido porque las temperaturas están más altas. O sea que todo está acelerado, todos los extremos son peores, y si llueve, se inunda, y si se seca, hay sequía”, explica al respecto Morales.

Mientras más hablamos, menos politizamos

Cuando Arrarás le pregunta si la humanidad tendrá tiempo para solucionar la crisis del cambio climático, Morales apunta a una reflexión que trasciende los límites del clima.

“Hay que preocuparse por el prójimo, no solamente preocuparse por uno, y por cuánta plata uno se pueda ganar, y por cuántas riquezas uno puede tener. Hay que preocuparse por el prójimo. Si los líderes del mundo y los líderes de las corporaciones se estuviesen preocupando también por el prójimo, al igual que se preocupan por ellos mismos, yo creo que veríamos soluciones a este gran problema del cambio climático implementadas con mayor rapidez”, dice.

Para este divulgador científico, el diálogo es clave, y explica que uno de los problemas que tenemos para una conversación más franca sobre el asunto es una percepción errónea vinculada a la politización del cambio climático. “La percepción es de que esto es tan controversial que nadie va a hablar del tema, que todo el mundo dice ‘más vale que yo no mencione esto en la cena en mi casa’”. Pero lo cierto, dice, es que dos de cada tres estadounidenses están preocupados por el cambio climático, pero piensan que el que está al lado de él no lo está cuando en realidad sí. “El tema del cambio climático, mientras más lo hablemos, más lo personalizamos y menos lo politizamos”.