CNNE 1283183 - 11 de 81 escuelas del condado lee de la florida destruidas tras el paso de ian
Mira cómo afectan los huracanes el aprendizaje de las escuelas de la Florida
03:25 - Fuente: CNN

(CNN) – Las escuelas del suroeste de Florida cerraron preventivamente antes del huracán Ian para prepararse para la destrucción que sabían que vendría. Más de dos semanas después de que el huracán de categoría 4 azotara la costa, esas escuelas siguen cerradas mientras las familias y los distritos escolares se recuperan de uno de los peores desastres naturales del estado.

Es el ejemplo más reciente de una tendencia creciente sobre la que los expertos en educación hacen sonar cada vez más la alarma: los fenómenos meteorológicos extremos, cada vez más frecuentes e intensos, están perturbando los sistemas escolares de todo el país durante semanas, meses y, en algunos casos, años.

La escuela primaria de Fort Myers Beach, en el condado de Lee, es una de ellas. A solo una manzana del océano, la escuela fue devastada por los potentes vientos del huracán Ian, que derribaron paredes. La marejada ciclónica llegó hasta la parte superior de las puertas de la escuela, destruyendo casi todo lo que había dentro.

Cuando Melissa Wright vio la escuela de su hijo de cuarto grado por primera vez después de la tormenta, solo pudo pronunciar dos palabras: “Dios mío”.

Su preocupación pronto pasó de los daños físicos al futuro educativo de su hijo de 10 años, a medida que espera que las escuelas del condado vuelvan a abrir la próxima semana. Y le preocupa que se esté rezagando en medio de dos desastres consecutivos.

“Me siento mal por él y por todos los estudiantes que tuvieron que pasar por el covid hace un par de años, y eso lo trastocó todo por completo”, dijo Wright. “Y ahora en cuarto grado, que es otro grado bastante relevante, todo está en el aire de nuevo”.

Los huracanes y la subida del nivel del mar son un riesgo especialmente alto para las escuelas de la costa del Golfo. El Departamento de Educación de Louisiana dijo a CNN que más de un año después de que el huracán Ida azotara el estado, dos escuelas en las que estudian cerca de 900 alumnos siguen inoperativas.

Pero otras formas de catástrofe natural afectan a los estudiantes en otros lugares del país.

En California, los incendios forestales han sido la principal causa de los cierres recientes de escuelas. El año escolar 2018-2019 marcó el récord con más de 2.200 cierres por incendios forestales, según datos obtenidos por CNN del Departamento de Educación de California.

Hace más de un año, 431 mm de lluvia cayeron en solo 24 horas en todo el centro de Tennessee. Las inundaciones torrenciales devastaron las escuelas primarias y secundarias de Waverly. El superintendente del condado de Humphreys, Richard Rye, dice a CNN que algunos estudiantes todavía están usando un auditorio divido en aulas mientras esperan a la reconstrucción de sus escuelas.

Un aula de la escuela primaria Waverly dañada por las inundaciones en agosto de 2021. Crédito: Josie Norris/The Tennessean/USA Today

Esa interrupción ha tenido un impacto directo en las calificaciones de los estudiantes, dice Rye, con los resultados de las pruebas de sus estudiantes por detrás del resto del estado. Rye describió el problema como un problema compuesto: no solo la escuela resultó dañada, sino que los estudiantes, el personal y los profesores también perdieron sus hogares a causa de las inundaciones, lo que supuso una presión aún mayor sobre un sistema educativo de por sí frágil.

“El año pasado estábamos en la lista de ‘necesidades de mejora’”, dijo Rye. “Es una lucha para nosotros porque el entorno educativo se ha visto alterado en todo nuestro condado. Pero estamos haciendo lo mejor que podemos al respecto”.

Un estudio realizado en enero por la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO, por sus siglas en inglés) encontró que han ocurrido más de 300 grandes desastres declarados por el presidente desde 2017 en todo Estados Unidos, con “efectos devastadores en las escuelas de educación básica, incluyendo traumas y problemas de salud mental entre los estudiantes y el personal, pérdida de tiempo de instrucción y tensión financiera”.

Laura Schifter, miembro senior del Instituto Aspen, dice que las escuelas de Estados Unidos suelen ser viejas y no están preparadas para el clima más extremo. Y subraya que las escuelas que ya se han visto afectadas deben trabajar para entender mejor su riesgo climático futuro y construir estructuras más resistentes mientras se recuperan, porque “el cambio climático absolutamente tendrá un impacto en ellas”.

“Nuestras escuelas públicas ahora mismo tienen una D+ en el boletín de calificaciones de la infraestructura estadounidense, así que estos impactos que hemos registrado en términos de edificios inundados y aulas dañadas, solo seguirán ocurriendo a medida que el cambio climático empeore”, dijo Schifter a CNN.

Una foto de la escuela primaria Waverly muestra hasta dónde subió el agua dentro de la escuela durante las inundaciones de agosto de 2021. Crédito: Josie Norris/The Tennessean/USA Today

Schifter describió la infraestructura escolar resiliente como “equipada para absorber el agua de lluvia y reducir las inundaciones dentro de la escuela” y “equipada con energía solar y baterías para asegurar que las luces puedan permanecer encendidas”.

En Florida, el hijo de Melissa Wright pronto se enfrentará a un nuevo entorno de aprendizaje.

El Distrito Escolar del Condado de Lee anunció planes para acoger a los estudiantes varados en otra escuela del condado. Y espera reanudar el aprendizaje de forma continua a partir de este lunes, con la reanudación de otras escuelas el 19 y el 31 de octubre. Algunas escuelas compartirán un edificio y otros estudiantes aprenderán temporalmente de forma virtual.

Los planes de reapertura depende de que los edificios escolares cumplan todos los criterios de seguridad, dijo el superintendente Christopher Bernier en una reciente reunión del consejo escolar, incluyendo que tengan energía fiable y un suministro seguro de agua potable.

Bernier dijo que las ventanas y paredes de las escuelas, dañadas por el huracán, se sellarán “lo mejor que podamos”.