(CNN) – Los delegados de casi 200 países en la cumbre climática COP27 acordaron establecer un fondo para pérdidas y daños destinado a ayudar a los países vulnerables a hacer frente a los desastres climáticos, en un acuerdo histórico la madrugada del domingo en Sharm el-Sheikh, Egipto.
Pero si bien el acuerdo representa un avance en lo que ha sido un proceso de negociación polémico, los delegados todavía trabajan para elaborar otras partes controvertidas del acuerdo, como una propuesta para incluir un llamado a eliminar todos los combustibles fósiles, en lugar de solo el carbón.
El acuerdo representa la primera vez que países y grupos, incluidos los que se resisten desde hace mucho tiempo como Estados Unidos y la Unión Europea, han acordado establecer un fondo de “pérdidas y daños” para las naciones vulnerables a los desastres climáticos empeorados por la contaminación producida de manera desproporcionada por las naciones ricas e industrializadas.
Los negociadores y las organizaciones no gubernamentales que observaron las conversaciones dijeron que el fondo fue un logro significativo, luego de que las naciones en desarrollo y los pequeños países insulares se unieran para aumentar la presión.
El fondo se centrará en lo que se puede hacer para respaldar los recursos por pérdidas y daños, pero no incluye disposiciones de responsabilidad o compensación, dijo a CNN un alto funcionario del gobierno de Joe Biden.
Estados Unidos y otras naciones desarrolladas han buscado durante mucho tiempo evitar tales disposiciones que podrían exponerlos a responsabilidad legal y demandas de otros países. Y en declaraciones públicas anteriores, el enviado climático de EE.UU., John Kerry, había dicho que las pérdidas y los daños no eran lo mismo que las reparaciones climáticas.
“‘Reparaciones’ no es una palabra o un término que se haya usado en este contexto”, dijo Kerry en una llamada reciente con periodistas a principios de este mes. Y agregó: “Siempre hemos dicho que es imperativo que el mundo desarrollado ayude al mundo en desarrollo a lidiar con los impactos del clima”.
Los detalles sobre cómo operaría el fondo siguen por resolverse. El texto deja muchas preguntas sobre cuándo se finalizará y estará operativo, y cómo se financiará exactamente. El texto también menciona un comité de transición que ayudará a concretar esos detalles, pero no establece plazos futuros específicos.
Y aunque los expertos en clima celebraron la victoria, también notaron la incertidumbre en el futuro.
“Este fondo para pérdidas y daños será un salvavidas para las familias pobres cuyas casas son destruidas, los agricultores cuyos campos están arruinados y los isleños obligados a abandonar sus hogares ancestrales”, dijo Ani Dasgupta, director general del Instituto de Recursos Mundiales. “Al mismo tiempo, los países en desarrollo abandonan Egipto sin garantías claras sobre cómo se supervisará el fondo para pérdidas y daños”.
El resultado de un fondo se produjo este año en gran parte porque el bloque G77 de países en desarrollo se mantuvo unido, ejerciendo una mayor influencia sobre pérdidas y daños que en años anteriores, dijeron expertos en clima.
“Necesitaban estar juntos para forzar la conversación que estamos teniendo ahora”, dijo a los periodistas Nisha Krishnan, directora de resiliencia del Instituto de Recursos Mundiales de África.
“La coalición se ha mantenido debido a esta convicción de que necesitábamos permanecer juntos para lograr esto y para impulsar la conversación”.
Para muchos, el fondo representa una victoria de muchos años muy reñida, empujada a la línea de meta por la atención mundial que se presta a los desastres climáticos, como las devastadoras inundaciones de Pakistán a mitad de año.
“Fue como una gran acumulación”, dijo a CNN el exenviado climático de Estados Unidos, Todd Stern. “Esto ha existido durante bastante tiempo y se vuelve cada vez más molesto para los países vulnerables porque todavía no se invierte mucho dinero. Como podemos ver, los impactos reales de los desastres causados por el cambio climático son cada vez más intensos”.
Tensas horas finales
La conferencia entró en tiempo extra por primera vez el sábado antes de continuar hasta la madrugada del domingo por la mañana, con los negociadores todavía trabajando en los detalles mientras los trabajadores desmantelaban el lugar a su alrededor. En algunos momentos, hubo una sensación real de fatiga y frustración. Para complicar las cosas, Kerry, el principal funcionario climático de EE.UU., se aisló después de que recientemente dio positivo por covid-19, trabajando por teléfono en lugar de tener reuniones cara a cara.
Horas antes, los funcionarios de la UE habían amenazado con retirarse de la reunión si el acuerdo final no respaldaba el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Los científicos han advertido durante décadas que el calentamiento debe limitarse a 1,5 grados, un umbral al que nos acercamos rápidamente, ya que la temperatura promedio del planeta ya ha subido a alrededor de 1,1 grados. Si se superan los 1,5 grados, el riesgo de sequías extremas, incendios forestales, inundaciones y escasez de alimentos aumentará drásticamente, dijeron los científicos en el último informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU.
En una conferencia de prensa cuidadosamente coreografiada este sábado por la mañana, el zar del Green Deal de la UE, Frans Timmermans, flanqueado por una lista completa de ministros y otros altos funcionarios de los estados miembros de la UE, dijo que “ningún acuerdo es mejor que un mal acuerdo”.
“No queremos que la idea de los 1,5 grados Celsius muera aquí y hoy. Eso para nosotros es completamente inaceptable”, dijo.
La UE dejó en claro que estaba dispuesta a aceptar un fondo para pérdidas y daños, un cambio importante en su posición en comparación con lo que decía hace solo una semana, pero que lo haría a cambio de un fuerte compromiso con el objetivo de 1,5 grados.
Mientras tanto, EE.UU. estuvo ausente este sábado debido a que su principal representante, el enviado climático John Kerry, debió aislarse por covid-19.
A medida que el sol se ponía en Sharm el-Sheikh, el estado de ánimo cambiaba hacia un cauteloso júbilo, con grupos de negociadores que comenzaron a insinuar que había un trato a la vista.
Pero, como siempre ocurre con la diplomacia de alto nivel, los funcionarios se apresuraron a enfatizar que nada está verdaderamente acordado hasta que cayera el martillo final.