(CNN Español) – Un 22 de diciembre, pocos días antes de la Navidad de 1972, una noticia conmovió al mundo entero: 16 jóvenes uruguayos que iban en un avión que se había estrellado en los Andes en octubre habían sido encontrados con vida.
Lo calificaron como un milagro navideño. Una epopeya humana de supervivencia. Una muestra de fuerza, fe, coraje, inteligencia, solidaridad, trabajo en equipo y amor que fue el motor que —según los sobrevivientes— los impulsó hacia adelante y les permitió sobrevivir durante 72 días en las peores condiciones, resistiendo y comiendo lo inimaginable.
A medio siglo del hecho histórico, CNN recorrió el lugar del accidente, conoció de cerca la historia de supervivencia y cada uno de sus detalles, contados por uno de sus protagonistas.
“El Viaje sin Destino” es un documental de media hora que recorre la tragedia aérea más célebre de América Latina desde la historia mínima de Eduardo Strauch, uno de sus sobrevivientes, su vida anterior y como lo transformó la experiencia límite en la montaña.
Este programa recorre visualmente la travesía para llegar al hoy bautizado “valle de las lágrimas”, junto a Strauch y el montañista mexicano Ricardo Peña.
Este documental nos muestra la particular mirada del superviviente, su viaje permanente, de ida y vuelta, desde y hacia la montaña que enterró a sus amigos y al joven que era antes de octubre de 1972, y redescubre su sendero interno. Un camino que, como dice Strauch, no tenía destino.
Puedes mirar el documental completo aquí.
El hallazgo: el blazer que lo lleva de regreso a la montaña
En este primer bloque del documental, Eduardo Strauch cuenta el momento que cambió su vida después de la tragedia: el instante en que recibe una llamada del montañista mexicano Ricardo Peña, quien le cuenta que encontró en la montaña la chaqueta que Eduardo usó durante el accidente aéreo. En sus bolsillos, una billetera y sus documentos. Esos recuerdos despiertan algo en el sobreviviente, lo llevan de regreso a la montaña. “Mi vida posterior al accidente ha sido la búsqueda de eso que encontró Peña en la montaña: quién era yo antes del accidente, qué ocurrió en la montaña y cómo fui después”. Comienza el retorno. Empiezan a aflorar los recuerdos.
La avalancha, la nueva espiritualidad y la sociedad de la nieve
Este segundo bloque del documental nos muestra algunos de los peores desafíos que debieron enfrentar los sobrevivientes, pero también algunos de sus brutales aprendizajes. Una avalancha que los sepultó en vida. El momento en el que, enterrado en la nieve, Eduardo Strauch se reconcilia con la muerte, solo para ser desenterrado y volver a vivir. A partir de entonces, su descubrimiento de una nueva forma de espiritualidad y de meditación espontánea: algo que aprendió en la montaña sin saber siquiera lo que estaba haciendo. En sus memorias, Eduardo intenta encontrar lo positivo de esa experiencia tan lúgubre. Cuenta sus aprendizajes, cómo se volcó a su interior, pero también cómo tomaron racionalmente las decisiones más importantes, como la forma de alimentarse, y como, entre todos, encontraron una nueva forma de vivir: una “sociedad de la nieve” con nuevas reglas impensables unos pocos días antes.
Música celestial: la expedición y el rescate
Este tercer bloque del programa especial narra el momento de la desolación más absoluta (cuando los sobrevivientes se enteran que han dejado de buscarlos) y al mismo tiempo el de mayor esperanza (cuando deciden intentar salvarse por sus propios medios).
La expedición, su organización y los gigantescos desafíos que debieron enfrentar los expedicionarios que escalaron y caminaron 10 días, sin preparación ni equipamiento, hasta dar con el rescate.
Una radio que los conectaba al mundo primero les dijo que estaban solos y casi dos meses después les dijo que iban a sobrevivir, que los expedicionarios lo habían logrado. Fue música —simbólica y literal— para sus oídos. Un sonido que Eduardo Strauch jamás olvidará.
La vida después de la montaña. Los aprendizajes y las cordilleras de cada uno
Este bloque final del documental narra el regreso de Strauch a Montevideo y a la vida anterior a la montaña, sus dificultades y aprendizajes. La cordillera, las cordilleras de cada uno. Esos desafíos, esos momentos de máxima oscuridad que a veces parecen infranqueables pero que, incluso en el peor momento, pueden dejar una enseñanza. La cordillera. Ese lugar donde Eduardo Strauch dejó parte de sí y a donde vuelve para reencontrarse. Ese sitio que, como dice, odió pero aprendió a querer tanto. Ese destino de dolor, desesperación, angustia, pero también de felicidad que le enseñó tanto. Ese viaje sin destino, a un lugar lleno de sentido.
