(CNN) – Descubren huesos que se cree pertenecen a soldados que murieron en la Batalla de Waterloo en un ático en Bélgica. Los científicos ahora están analizando los restos humanos para tratar de aprender más sobre la identidad de los que murieron.
La batalla se libró cerca del pueblo de Waterloo, al sur de Bruselas, el 18 de junio de 1815. Napoleón Bonaparte fue finalmente derrotado aquí por el ejército aliado combinado del duque de Wellington de 68.000, con la ayuda de 45.000 prusianos al mando de Gebhard von Blücher.
Si bien se cree que más de 10.000 hombres murieron durante la batalla, solo se han descubierto dos cuerpos.
Los historiadores revelaron recientemente que muchos de los que murieron en Waterloo fueron posteriormente desenterrados por agricultores, quienes vendieron sus restos a la industria azucarera para su uso en el proceso industrial.
En noviembre pasado, Bernard Wilkin, investigador principal de los Archivos Estatales de Bélgica, estaba en Waterloo dando una charla sobre el proceso —en el que los huesos se usan como una especie de carbón en la purificación del azúcar— cuando sucedió algo sorprendente.
Después de la charla, le dijo a CNN, “este anciano se me acercó y me dijo ‘Dr. Wilkin, tengo huesos de estos prusianos en mi ático”.
El hombre, que desea permanecer en el anonimato, le mostró a Wilkin fotografías de los huesos y lo invitó a su casa cerca del campo de batalla en Plancenoit, donde las fuerzas de Napoleón se enfrentaron a las prusianas.
Unos días después, Wilkin visitó al hombre en su casa y se encontró cara a cara con los restos que el hombre había tenido desde la década de 1980. Explicó que tenía un “pequeño museo privado” en ese momento y un amigo que los había encontrado algunos años antes le dio los restos para que los exhibiera.
A pesar de ser un coleccionista de objetos napoleónicos, el hombre le dijo a Wilkin que “éticamente” no podía decidirse a exhibir los restos, por lo que los guardó en su ático.
Wilkin dijo sobre el hombre, que vive solo: “De repente decidió que era viejo y que podría fallecer en los próximos años y tenía miedo de lo que le pasaría a los huesos. Cuando vio la investigación que publicamos el verano pasado, pensó: “este tipo sabe sobre huesos y las guerras napoleónicas y trabaja para el gobierno”.
Wilkin dijo que sintió una “mezcla de sorpresa y emoción” cuando vio los restos.
“Uno de los cráneos está profundamente dañado por una espada o una bayoneta, por lo que fue una forma muy brutal de morir”, dijo.
Las pruebas iniciales revelaron que los restos pertenecían al menos a cuatro soldados. Los artículos encontrados cerca de los huesos, incluidos los botones de cuero y hueso, así como el lugar en el que fueron descubiertos, sugirieron que algunos de los muertos eran soldados prusianos.
Wilkin dijo: “Al final del día me dio todas las cajas para estudiar. Uno de sus pedidos para mí fue que los enterrara de una manera digna”.
Ese es sin duda el plan, pero por ahora los restos están siendo sometidos a extensas pruebas forenses en Lieja, donde se encuentra Wilkin. Los científicos esperan extraer ADN en un intento por identificar a los muertos. También esperan hacer reconstrucciones faciales de al menos uno de los cráneos.
Rob Schäfer, un historiador militar alemán, está trabajando con Wilkin para tratar de aprender más sobre los soldados, al mismo tiempo que actúa como enlace con la Comisión Alemana de Tumbas de Guerra.
Le dijo a CNN: “Lo que más me fascinó es el hecho de que si miras el arte del siglo XIX, donde se representa el conflicto, todo es muy interesante y abstracto. Como observador casual, puedes tener la impresión de que no fue tan malo, pero este cráneo en particular con un traumatismo facial masivo muestra por primera vez cuán violenta era en realidad la época”.
Schäfer le dijo a CNN que hay entre un 20% y un30 % de posibilidades de extraer ADN de los restos.
Él dijo: “Es una posibilidad remota, pero si tenemos éxito, el próximo objetivo es cargar el ADN en las bases de datos para que las personas puedan presentarse si descubren que están relacionados”.
Después de encontrar los huesos en el ático, había otra sorpresa reservada para Wilkin.
“Cuando estaba de visita, el hombre me dijo ‘por cierto, tengo otro amigo que probablemente tiene cuatro soldados británicos que descubrió mientras detectaba (metales) junto al Lion’s Mound (en el campo de batalla)”, dijo.
“Me sorprendió, esto se estaba volviendo realmente loco”.
Wilkin le dijo a CNN que esos huesos fueron examinados más tarde por Dominique Bosquet, un arqueólogo de la Agencia Valona del Patrimonio. Desde entonces, se trasladaron a Bruselas, donde están siendo estudiados por Bosquet y un equipo del Museo de Historia Natural y la Universidad de Bruselas.
Los hallazgos han llevado a Wilkin y sus colegas a sospechar que más personas que viven cerca del campo de batalla pueden tener esqueletos en sus armarios.
“Está bastante claro que necesitamos hablar con las personas que han vivido allí durante generaciones”, dijo, y agregó: “Estamos bastante seguros de que se deben devolver más huesos a las autoridades belgas”.