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Rusia

Lukashenko dice que Putin podría desplegar armas nucleares rusas más poderosas en Belarús

Por Ivana Kottasová, Lindsay Isaac, Anna Chernova

(CNN) -- Rusia podría desplegar poderosas armas nucleares estratégicas en Belarús, además de las ojivas nucleares tácticas que Moscú ya planea desplegar allí, dijo el presidente, Alexander Lukashenko, durante un discurso nacional este viernes.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció la semana pasada que Moscú completaría la construcción de una instalación de almacenamiento de armas nucleares tácticas en Belarús a principios de julio. Después de días de silencio, Lukashenko dio la bienvenida a la medida este viernes y anunció que intensificó las conversaciones con Putin sobre el despliegue de armas nucleares tácticas y estratégicas en el país.

La mención de armas nucleares estratégicas representa una escalada en la retórica de Lukashenko. Mientras que las ojivas tácticas están diseñadas para su uso en un campo de batalla limitado, por ejemplo, para destruir un puesto de mando o una columna de tanques, las ojivas nucleares estratégicas están diseñadas para destruir ciudades enteras. Hasta el momento, Rusia no ha anunciado ningún plan para enviar armas nucleares estratégicas a Belarús.

Lukashenko, que ha estado pidiéndole a Putin armas nucleares durante un tiempo, afirmó que su país necesitaba las armas porque los aliados occidentales de Ucrania planean un golpe en su contra. Acusó sin fundamento a los países occidentales de “prepararse para invadir” Belarús desde Polonia y “destruirla”.

“Si es necesario, Putin y yo decidiremos e introduciremos armas nucleares estratégicas aquí. Y deben entender esto… No nos detendremos ante nada, protegiendo a nuestros países, a nuestros Estados y a sus pueblos”, dijo el líder bielorruso, citado por el medio estatal BELGA.

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Los dos líderes tienen previsto reunirse la próxima semana.

La líder de la oposición de Belarús, Sviatlana Tsikhanouskaya, dijo a CNN este lunes que la decisión de Rusia de poner armas nucleares tácticas en su vecino “tiene como objetivo subyugar a Belarús”.

“No somos un país nuclear y no queremos que se desplieguen armas nucleares en nuestro territorio”, dijo, y agregó que la decisión viola la constitución nacional.

El presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, en una fotografía de archivo.

El presidente de Belarús, Alexander Lukashenko, en una fotografía de archivo.

Belarús es uno de los pocos aliados de Rusia en su guerra contra Ucrania. Si bien el ejército del país no está directamente involucrado en los combates, Belarús ayudó a Rusia a lanzar su invasión de Ucrania en febrero de 2022, permitiendo que las tropas del Kremlin ingresaran al país desde su territorio.

Putin dijo la semana pasada que Moscú ya transfirió un sistema de misiles de corto alcance Iskander a Belarús. El dispositivo puede equiparse con ojivas nucleares o convencionales. Sin embargo, el líder ruso dijo que no transferiría el control de las armas nucleares tácticas a Lukashenko, comparando la medida con la práctica de Washington de colocar armas nucleares en Europa para evitar que los países anfitriones, como Alemania, rompan sus compromisos como potencias no nucleares.

“Nuestros aviones convertidos también pueden llevar una ojiva nuclear. Ustedes escucharon al presidente de Rusia hablar sobre los planes conjuntos para crear la infraestructura adecuada en el territorio de Belarús. Solo quiero aclarar: se ha creado toda la infraestructura y está lista”, dijo Lukashenko.

Lukashenko dijo que Minsk y Moscú harían “todos los esfuerzos y utilizarían todos los medios para garantizar su soberanía e independencia”. Específicamente acusó a Polonia y sus vecinos occidentales "celosos" de construir la "formación de ciertos regimientos, banderas, legiones" para un "golpe de Estado posterior en Belarús".

Hablando a la nación en la televisión estatal, Lukashenko también pidió el congelamiento de las “hostilidades” en Ucrania.

“Es necesario detener las hostilidades y declarar una tregua que prohíba a ambos lados mover grupos de tropas y transferir armas, municiones, mano de obra y equipo. Todo detenido, congelado”, dijo Lukashenko.

Sin embargo, tanto Rusia como Ucrania rechazaron de inmediato la propuesta.

El principal asesor presidencial de Ucrania, Mykhailo Podolyak, dijo que no puede haber un alto el fuego mientras las fuerzas rusas continúen ocupando el territorio ucraniano.

El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, centro, camina durante su reunión con altos funcionarios militares en el campo de entrenamiento de Obuz-Lesnovsky, Belarús, el 6 de enero. (Andrei Stasevich/BelTA Pool Photo/AP)

“Cualquier alto el fuego significará el derecho [de la Federación Rusa] a permanecer en los territorios ocupados. Esto es totalmente inadmisible”, dijo Podolyak.

El Kremlin también descartó la propuesta este viernes. “En el contexto de Ucrania, nada cambia. La operación militar especial continúa porque por el momento es la única forma de lograr los objetivos que enfrenta nuestro país”, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, en una llamada regular con periodistas.

Pero mientras pedía una tregua, Lukashenko agregó una advertencia a Occidente de que Moscú se vería obligada a utilizar “todo el poder de su complejo militar-industrial y del ejército para evitar la escalada del conflicto —municiones de fósforo, uranio no empobrecido y uranio enriquecido— todo debe entrar en acción si hay engaño e incluso si se nota el más mínimo movimiento a través de la frontera de Ucrania”.