(CNN Español) – Tibisay Lucena es recordada en Venezuela como una funcionaria controversial: considerada una figura clave del chavismo, generaba desconfianza en la oposición. Su fallecimiento fue anunciado este miércoles por la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, quien no precisó la causa de su muerte. Sin embargo, era públicamente conocido que Lucena batalló por años contra el cáncer y en varios momentos se hizo referencia a sus problemas de salud.
Durante los últimos 18 meses, desde octubre de 2021, esta socióloga de profesión ocupó el cargo de ministra de Educación Superior. Previamente había ejercido como rectora de la Universidad Experimental de las Artes en septiembre de 2020. Pero sin duda se hizo conocida en Venezuela por ser la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) durante 14 años, entre 2006 y 2020. Tras cada elección, los venezolanos esperaban por horas conocer el escrutinio de la votación hasta que Lucena, en muchas ocasiones pasada la medianoche, realizaba el anuncio de los resultados con “tendencia irreversible”. Su rostro se convirtió, para bien o para mal, en un emblema de los procesos político-electorales.
Lucena fue sancionada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en julio de 2017, señalada “por debilitar la democracia y los derechos humanos en Venezuela”. Luego, en enero de 2018, la Unión Europea la incluyó en una lista de siete altos funcionarios sancionados que contemplaba congelación de activos y la prohibición de ingresar al territorio comunitario. Venezuela respondió con un comunicado en el que denunció que esas sanciones “violan los preceptos fundamentales de la carta de las Naciones Unidas” y rechazó lo que consideraron como “una grosera injerencia en los asuntos internos de su país”.
Su gestión es valorada entre posturas extremas. El cuestionado presidente de Venezuela, Nicolás Maduro describió a Lucena como “una rectora brillante” y una persona que marcó el funcionamiento, institucionalidad y constitución del sistema electoral que, al que, entre otras palabras, calificó como transparente e impecable.
Para el director del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello, Benigno Alarcón, Lucena “fue la persona que simplemente porque estuvo más tiempo en el Consejo Nacional Electoral y porque dominaba muy bien la materia electoral, se convirtió en la gran arquitecta de la estructura electoral que favoreció de alguna manera la continuidad del Gobierno durante todos estos años”.
En conversación con CNN, Alarcón destaca que también es importante recordar que durante el periodo de Tibisay Lucena se profundizó el uso de la automatización. Pero también asegura que fue bajo su mando que se hizo una redistribución de los centros y mesas electorales, a juicio de Alarcón “con la excusa de acercar el voto a la gente donde hubo mayor cantidad de mesas de votación y de centros de votación, en lugares que eran más favorables para el Gobierno en un momento determinado”. El experto en temas políticos argumenta que Lucena, de alguna manera, realizó “un trabajo de arquitectura importantísimo que colocaba siempre la actuación del CNE en una línea muy delgada entre lo que era válido y lo que no era válido desde el punto de vista de la integridad electoral”.