Los precios de las verduras en toda la India, especialmente de los tomates, se han disparado en las últimas semanas, provocando la indignación de los consumidores e incluso protestas. Crédito: Debarchan Chatterjee/NurPhoto/Getty Images

Nueva Delhi (CNN) –  Desde el pollo a la mantequilla, hasta el paneer makhani, la cocina india es impensable sin el omnipresente tomate.

Sin embargo, este producto culinario básico ha desaparecido del menú de hogares y restaurantes de todo el país después de que los precios se dispararan más de un 400% debido a las malas cosechas tras las abrasadoras olas de calor y las lluvias torrenciales, según agricultores y expertos.

Un kilo de tomates vendido esta semana en la capital, Nueva Delhi, costaba 138 rupias (US$ 1,68), lo que supone multiplicar por cinco el sorprendente precio de 27 rupias (US$ 0,33) registrado en enero, según datos del Departamento de Asuntos del Consumidor.

Asha, un ama de casa de la capital que pidió que solo se usara su nombre de pila, dijo a CNN que el aumento ha afectado duramente a su familia de siete miembros. Utiliza tomates en casi todos los platillos que prepara.

“Esta subida del precio del tomate nos está afectando mucho”, dijo. “Es increíble”.

“Los tomates son parte integral de nuestra dieta vegetariana… [pero] estos dos últimos días, soy consciente de lo que cocino porque es muy caro”.

La familia de Asha no es la única afectada. Algunos restaurantes McDonald’s de todo el país dejaron de incluir tomates en sus hamburguesas como una medida temporal, alegando problemas de calidad y escasez de suministro.

Connaught Plaza Restaurants, que gestiona las franquicias de McDonald’s en el norte y el este de la India, colocó carteles en el exterior de los restaurantes afectados diciendo que “no eran capaces de conseguir cantidades adecuadas de tomates que pasaran nuestros estrictos controles de calidad internacionales”.

Raghav Chadha, diputado del partido Aam Aadmi, entre otros, difundió fotos de los carteles en las redes sociales.

“Incluso McDonald’s ya no puede pagar los tomates”, escribió Chadha en Twitter. “Ya sea en nuestros hogares o restaurantes, con la inflación fuera de control, el Gobierno ha convertido las comidas felices en comidas tristes”.

Un factor determinante de la actual escasez de tomates es el tiempo extremo asociado al cambio climático, según Jocelyn Boiteau, asociada postdoctoral del Instituto Tata-Cornell de Agricultura y Nutrición.

En las últimas semanas, la India y otras zonas de Asia se han visto asoladas por temperaturas abrasadoras. A escala mundial, la semana pasada se registró la temperatura más alta jamás registrada, según datos de dos agencias de seguimiento del clima que abarcan varias décadas.

Altas temperaturas e inundaciones

La India suele sufrir olas de calor durante los meses de mayo y junio, pero en los últimos años han llegado antes y se han hecho más prolongadas.

El pasado mes de abril, la India sufrió una ola de calor que hizo que las temperaturas en Nueva Delhi, la capital del país, superaran los 40 °C (104 °F) durante siete días consecutivos. En algunos estados, el calor obligó a cerrar las escuelas, dañó las cosechas y puso una gran presión sobre el suministro de energía, mientras las autoridades advertían a los residentes que permanecieran en casa y se mantuvieran hidratados.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), la India es uno de los países más afectados por la crisis climática, que podría afectar a 1.400 millones de personas en todo el país.

Y los expertos afirman que los efectos en cascada serán devastadores.

Según un estudio publicado en abril por la Universidad de Cambridge, las olas de calor en la India están suponiendo una “carga sin precedentes” para la agricultura, la economía y los sistemas de salud pública del país, lo que paraliza los esfuerzos por alcanzar sus objetivos de desarrollo.

Según Boiteau, solo unas pocas regiones del sur de la India tienen condiciones adecuadas para el cultivo de tomates durante los meses de verano, por lo que cualquier “problema relacionado con el clima” en esas zonas puede repercutir a escala nacional en el suministro de tomates frescos.

Este verano, el país se ha visto sacudido tanto por cantidades de lluvia sin precedentes como por olas de calor abrasador, lo que pone de manifiesto que la nación más poblada del mundo es una de las más vulnerables a los efectos de la crisis climática.

Sriram Gadve, presidente de la Asociación de Productores de Hortalizas de la India, afirma que las constantes olas de calor de abril a junio de este año impidieron que las tomateras florecieran durante ese periodo, lo que afectó al rendimiento de la cosecha.

“Afectó a su crecimiento, y por eso la producción de tomates de este año se redujo en un 70 %”, explicó.

De los tomates que se cosecharon, más del 90 % estaban infectados por virus nacidos de las semillas, explicó Gadve a CNN, lo que agravó aún más la escasez de suministros.

Devinder Sharma, experto en Política Agrícola con sede en la India, explicó a CNN que la actual escasez también se debe en parte a que los agricultores tiran sus tomates porque nadie los compra. Aunque esto ocurre en cierta medida cada año, Sharma dijo que “esta vez fue mucho mayor”.

Gadve dijo que los precios de los tomates deberían estabilizarse pronto, ya que la próxima cosecha debería recogerse y estar lista para la venta en pocas semanas.