(CNN) – La cantante irlandesa Sinéad O’Connor, recordada por su interpretación de “Nothing Compares 2 U”, falleció a los 56 años, confirmó este miércoles RTE, la emisora pública de Irlanda.
“Con gran tristeza anunciamos la muerte de nuestra querida Sinéad. Su familia y amigos están devastados y han pedido privacidad en este momento tan difícil”, se lee en un comunicado de la familia compartido a RTE.
CNN se comunicó con representantes y familiares para obtener comentarios.
La vida pública de O’Connor no solo estuvo marcada por su éxito musical y la huella que dejó en la música, sino también por las múltiples polémicas que protagonizó. Estas son algunas de ellas.
Una turbulenta historia familiar
O’Connor nació en 1966 en Dublín, y con frecuencia se refirió a su difícil infancia. Su madre, compartió la artista, era problemática y abusiva.
“Solía ir a las casas que estaban en venta solo para robar —declaró O’Connor en una entrecista con The Independent, en 2013—. Supongo que era divertido, en cierto modo, sin que lo fuera en absoluto. Ya sabes, ella iba a los hospitales y quitaba los crucifijos de la pared”.
O’Connor contó que su madre, quien murió en un accidente automovilístico cuando la cantante tenía 19 años, “no podía evitarlo, que Dios la tenga en su gloria”. También dijo que ella misma comenzó a robar como una forma de apaciguarla.
“Era una enfermedad —dijo la cantante—. Y eso era parte de lo que estaba pasando en casa: yo robaba para apaciguarla”.
Sinéad O’Connor fue enviada a un reformatorio cuando era adolescente, luego de que la atraparan robando en una tienda. En ese momento, recurrió a la música en busca de consuelo y a la edad de 15 años fue descubierta por el baterista de la banda In Tua Nua mientras cantaba en una boda.
Un vínculo conflictivo con la fama y una carrera marcada por controversias
En 1990, cuando ya era una artista consagrada, O’Connor boicoteó su presentación en el programa “Saturday Night Live” al estar en contra de que Andrew Dice Clay fuera el anfitrión, de quien dijo que su humor era misógino y homofóbico.
Ese mismo año, el cantante Frank Sinatra dijo sobre ella durante un concierto que le gustaría “patearle el c***” por su política de no permitir que se tocara el himno nacional en sus espectáculos.
En 1992, O’Connor protagonizó titulares en todo el mundo después de una controvertida actuación en “Saturday Night Live” en la que rompió una foto del papa Juan Pablo II mientras decía: “Lucha contra el verdadero enemigo”. El incidente fue satirizado y, en última instancia, resultó perjudicial para la carrera de O’Connor debido a la indignación que desató.
En 1999 volvió a ser noticia después de ordenarse como sacerdotisa en la iglesia latina tridentina, aunque en 2014 le dijo a Billboard que se había retirado de esa posición: “No estoy interesada en causar más problemas de los que ya tengo, y tampoco estoy interesada en hacer un circo de los sacramentos”.
También adoptó un enfoque similar sobre su sexualidad. Se declaró lesbiana en 2000 y unos años después le dijo a Entertainment Weekly: “Soy tres cuartas partes heterosexual, una cuarta parte gay. Me inclino un poco más hacia los tipos peludos”.
En 2011, O’Connor se casó con Barry Herridge, a quien conoció por Internet. Sin embargo, la pareja se separó 18 días después.
O’Connor también le escribió una carta abierta a Miley Cyrus en la que instó a la joven de 20 años a no permitir que el sector de la música fuera su “proxeneta”. En un tuit, Cyrus la comparó con la estrella con problemas Amanda Bynes e incluyó un mensaje viejo de O’Connor buscando ayuda por sus problemas de salud mental. O’Connor la amenazó con acciones legales.
“¿Quién (c***) te está aconsejando? —escribió entonces O’Connor en su página de Facebook—. Porque aceptarme es aún más (***) estúpido que comportarse como una prostituta y llamarlo feminismo”.
En 2015 y 2016, las autoridades acudieron en su ayuda. La primera vez porque publicó en Facebook que había tenido una sobredosis en un hotel de Irlanda y la segunda después de unos reportes sobre su desaparición cuando no regresó de un paseo en bicicleta en un suburbio de Chicago. En ambos casos, fue encontrada a salvo.
En 2017, cambió su nombre a Magda Davitt para “liberarse de maldiciones paternas”. En 2018, cambió su nombre nuevamente a Shuhada ‘Davitt debido a su conversión al Islam, tras una serie de publicaciones en las que se la veía cantando el llamado islámico a la oración.
La cantante lanzó su libro de memorias en 2021 titlado “Rememberings”, donde contó su historia sobre “haber crecido en una familia que se desmorona; sus primeras incursiones en la escena musical de Dublín; sus aventuras y desventuras en el mundo del sexo, las drogas y el rock’n’roll; la realización de ser madre; su búsqueda espiritual continua y, a pesar de todo, su pasión permanente por la música”, según una sinopsis oficial.
Su lucha con la salud mental
Después de varios episodios, Sinéad O’Connor continuó batallando con su salud mental. En 2017 publicó en su perfil de Facebook un video en el que aparecía llorando y hablando sobre su enfermedad. Desde una habitación de hotel, se lamentaba entre lágrimas que su familia la hubiera abandonado a raíz de sus problemas de salud mental.
“Las personas que sufren de enfermedades mentales son las personas más vulnerables de la Tierra —dijo O’Connor en el video—. Tienen que cuidarnos. No somos como los demás”.
En 2022, su hijo de 17 años, Shane, murió después de haber desaparecido. En ese momento, ella compartió una secuencia de breves declaraciones en su cuenta de Twitter diciendo que su hijo “decidió poner fin a su lucha terrenal” y lo llamó “la luz misma de mi vida”.
A O’Connor la hospitalizaron una semana después de la muerte de Shane, luego de que publicara varias declaraciones en sus redes sociales sobre planes de quitarse la vida, y expresando culpa por la muerte de su hijo. Más tarde envió a sus fans una disculpa por las publicaciones alarmantes y aseguró a sus seguidores que estaba buscando ayuda.
Con información de Lisa Respers France y Alli Rosenbloom.