Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion
(CNN Español) – ¡Las estadísticas son increíbles! Y los viajes de turismo, de placer ––o de puro escapismo–– se han multiplicado en todas partes del mundo.
Es un fenómeno de un nuevo estilo de vida muy impresionante, porque después de los años de confinamiento de la pandemia existe un deseo enorme, casi obsesivo, de viajar. Y no solo una vez al año, en vacaciones, sino cada vez que hay un fin de semana largo, o un puente que nos permita escapar.
Yo soy ejemplo de ello, y, como durante muchos años he sido escritora de viajes, recibo correos y mensajes de lectoras y amigas, que me piden consejo y me dicen: “Tengo que ir a ese viaje que he soñado toda mi vida”, o “¡qué daría yo por estar en una playa estilo paraíso del Pacifico, como las islas donde escapó Gauguin!”
Casualmente, el World Tourism Day (Dia Mundial del Turismo) se celebra el 27 de septiembre, y sirve para recordar la importancia y el impacto que tiene el turismo en la sociedad actual. Y el deseo de salir de casa, de pasarla bien y descubrir nuevos lugares tiene un impacto tan fuerte que muchos países dependen de esos viajes. Y hay lugares donde el dinero que entra en el país ¡viene mayormente del turismo! Y, pase lo que pase, el turismo tiene que seguir adelante, porque su economía depende en gran parte de lo que se gasten esos viajeros.
La economía de muchos grandes países también recibe muchísimos millones de los viajeros que las visitan. Un ejemplo muy interesante lo acabo de ver en la televisión española, en un reportaje de Carlos Franganillo, quien estaba parado en la plaza principal de Marrakech tres días después del enorme terremoto en Marruecos, que ha dejado miles demuertos. Esta semana recibí un correo del famoso hotel de lujo La Mamoinia, para decirme: “Estamos abiertos igual que siempre”. Y así vi a varios reportajes en la televisión que nos explicaban que la gran plaza, que es el corazón de la ciudad de Marrakech, seguía con sus restaurantes, tiendas ¡y hasta el dentista ambulante que trabaja en la extraordinaria plaza Jemaa el-Fna (mucha gente cree que es solamente una cosa turística) fue entrevistado por un reportero, y lo vi decir “yo sigo aquí y ya desde hoy estoy en la plaza y sigo sacando dientes”! ¿Se imaginan algo más surrealista?
Y en medio de las divinas “escapadas” que disfrutamos algunos de nosotros, simples mortales… ¿a dónde viajan los famosos? Este año he visto más famosos que nunca en yates (suyos como los enormes de Jeff Bezos y Valentino, o en yates como en el que viajó Diane von Furstenberg surcando todo el Mediterráneo. E Italia está más de moda que nunca, especialmente la isla de Capri (donde estuvieron Jennifer López, Kim Kardashian y Leonardo DiCaprio) y las famosas playas de la costa de Amalfi y Sorrento. ¡Y también han estado llenas las playas de Ibiza, sin duda la locura del momento, con famosos españoles igual que extranjeros! Y las playas de St. Tropez con la princesa Carolina de Mónaco y todos los Casiraghi. ¿Y los royals internacionales? Pues en sus castillos (como el rey Carlos III en Balmoral) o sus palaciegas casas de playa, como la de los reyes de Holanda en Grecia, no lejos de la de la familia real griega en la isla de Spetses.
Es curioso notar que viajar ya no es un estilo de vida “elitista” sino un placer muy necesario para todos. Muy importante…Después de la tragedia del covid-19, que paralizó la industria, el turismo y los viajes han retomado su ritmo y están contribuyendo al crecimiento del producto interno bruto mundial. De acuerdo con datos de la Organización Mundial del Turismo, en el primer trimestre de 2023 el turismo internacional alcanzó el 80% de los niveles que tenía antes de la pandemia.
Resumiendo: viajar ya es imprescindible para mantener la armonía y la salud mental (¡al menos la mía!) y porque así lo muestra el aumento del turismo. Muchos viajan para conocer museos, nuevos países, nuevas costumbres. Personalmente ahora lo veo como un deseo enorme de descansar bajo el sol -¡totalmente relax!- sin tener que pensar en nada. Y por eso los sitios de playa son los más buscados – y los más deseados- y eso me hace pensar que todo es como un gran escapismo colectivo. La humanidad está cansada, amigos… ¡Escapemos de la guerra, escapemos de las malas noticias, escapemos de las cosas desagradables, del calor de las ciudades que se convierten en hornos en el verano, de los conflictos locales y políticos en cada uno de nuestros países! Y hagámonos la idea de que vivimos en “nuestro” propio paraíso.
¡Realmente no es una mala idea!