(CNN) – La crisis humanitaria en Gaza se agravó este jueves cuando los aviones israelíes siguieron bombardeando el enclave densamente poblado en respuesta a los brutales ataques terroristas de Hamas, mientras el Gobierno de Israel formaba un gabinete de guerra de emergencia y ordenaba a los hospitales que se prepararan para una esperada escalada de violencia.
El conflicto entre israelíes y palestinos, que dura ya varias décadas, entró esta semana en territorio desconocido después de que Israel sufriera su peor ataque por parte de militantes palestinos desde su fundación hace 75 años.
Israel ha intensificado su ofensiva en Gaza tras el ataque de Hamas, del 7 de octubre, cuando militantes armados cruzaron la frontera fuertemente fortificada hacia Israel.
Los hombres armados mataron a más de 1.200 personas e hirieron a miles más en un ataque coordinado contra granjas y comunidades. Los miembros de Hamas también tomaron 150 rehenes.
Las atrocidades han provocado la repulsa internacional y el compromiso del Gobierno israelí de destruir a Hamas, que ha seguido lanzando cohetes contra ciudades israelíes en los últimos cinco días.
Desde entonces, al menos 1.354 personas han muerto en Gaza, según el Ministerio de Salud palestino en Gaza.
Más de 6.000 personas han resultado heridas, según el Ministerio, mientras los ataques aéreos israelíes siguen azotando la franja densamente poblada, diezmando edificios, reduciendo a escombros calles enteras y atrapando a los residentes.
Israel ha ordenado un “asedio total” al enclave de 2 millones de habitantes, que incluye la interrupción del suministro de electricidad, alimentos, agua y combustible.
Este jueves, el ministro israelí de Energía, Israel Katz, dijo que los suministros seguirían cortados hasta que los rehenes retenidos por Hamas fueran liberados. “No se encenderá ningún interruptor eléctrico, no se abrirá ninguna boca de riego ni entrará ningún camión de combustible hasta que los secuestrados israelíes sean devueltos a sus hogares. Lo humanitario por lo humanitario. Y nadie nos dará lecciones de moral”, afirmó Katz en las redes sociales.
Más de 330.000 personas han sido desplazadas en Gaza, según un comunicado de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, a primera hora del jueves.
La única central eléctrica de Gaza dejó de funcionar este miércoles tras quedarse sin combustible, según declaró a CNN el director de la Autoridad Eléctrica de Gaza, Galal Ismail.
Se espera que los hospitales se queden sin combustible el jueves, lo que generaría condiciones “catastróficas”, advirtió el Ministerio de Salud palestino.
El aumento de heridos en busca de tratamiento ha llevado a las infraestructuras sanitarias de Gaza al límite de su capacidad, según declaró el jueves Ashraf Al-Qudra, portavoz del Ministerio de Salud en Gaza. “Incluso después de la ampliación, todas las camas están ocupadas, lo que no deja espacio para nuevos pacientes en estado crítico”, afirmó.
La ministra palestina de Salud, Mai al-Kaila, ha pedido ayuda internacional urgente para ayudar a establecer hospitales de campaña en Gaza y proporcionar medicinas y suministros médicos.
Vídeos y fotografías del enclave asediado muestran escenas de tragedia y desolación.
“Hay cadáveres esparcidos por todas partes. Todavía hay personas desaparecidas”, dijo un hombre en el barrio norteño de Al-Karama. “Seguimos buscando a nuestros hermanos, a nuestros hijos. Es como si viviéramos en una pesadilla”.
Posibles escaladas
En respuesta al asalto de Hamas, Israel ha concentrado a unos 300.000 reservistas cerca de la frontera con Gaza, según las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés), una movilización enorme teniendo en cuenta los 9 millones de habitantes del país.
Este jueves, las IDF dijeron que continuaban “los ataques a gran escala contra objetivos terroristas pertenecientes a la organización terrorista Hamas en la franja de Gaza”, mientras crecen las especulaciones sobre una posible incursión terrestre en Gaza.
“Hemos enviado a nuestra infantería, soldados blindados, nuestro cuerpo de artillería y muchos otros soldados de las reservas. 300.000 en número, en diferentes brigadas”, dijo el miércoles el teniente coronel Jonathan Conricus.
“Ahora están cerca de la franja de Gaza, preparándose para ejecutar la misión que se les ha encomendado”, añadió.
El Gobierno israelí también declaró que estaba preparando sus hospitales y su sistema sanitario para “posibles escaladas en la situación de seguridad”, según informó su Ministerio de Salud.
El ataque de Hamas también ha provocado cierta unidad política en Israel tras meses de fricciones internas: el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y el líder del Partido de Unidad Nacional, Benny Gantz, anunciaron conjuntamente este miércoles un Gobierno de emergencia y un gabinete de gestión de la guerra.
Gantz, exministro de Defensa, se unirá a Netanyahu y al actual ministro de Defensa, Yoav Gallant, en un gabinete de guerra.
“Hay tiempo para la guerra y tiempo para la paz. Este, ahora, es el momento de la guerra”, dijo Gantz durante un discurso televisado.
Se está realizando un esfuerzo diplomático para intentar lograr algún tipo de mediación.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, llegó a Tel Aviv este jueves y se reunió con Netanyahu.
Blinken tiene previsto reunirse el viernes con el presidente del Gobierno Autónomo Palestino, Mahmoud Abbas, y con el rey Abdullah II de Jordania, según un funcionario estadounidense.
Abbas dirige el Gobierno Autónomo Palestino, que se estableció en la Ribera Occidental ocupada por Israel en 1993 mediante los Acuerdos de Oslo, un pacto de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). En él se estipulaba que la OLP renunciaba a la resistencia armada contra Israel a cambio de la promesa de un Estado palestino independiente junto a Israel.
El Gobierno Autónomo Palestino es rival de Hamas.
Mientras tanto, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman, recibió este miércoles una llamada del presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en la que hablaron de la “escalada militar en Gaza”, informó la Agencia de Prensa Saudí.
Historias de terror
La magnitud y la naturaleza de los ataques de Hamas han horrorizado a los israelíes, que cada día reciben nuevos testimonios tanto de las atrocidades cometidas como de asombrosas historias de supervivencia y valentía en medio de la carnicería.
Tom Hand, residente de Be’eri, un kibutz donde hombres armados de Hamas dejaron al menos 120 muertos, se enteró de que su hija Emily, de 8 años, estaba entre los asesinados.
“Sabía que no estaba sola, que no estaba en Gaza, que no estaba en una habitación oscura llena de ¡Cristo sabe cuánta gente!, empujada de un lado a otro… aterrorizada cada minuto de cada día, posiblemente durante años. Así que la muerte fue una bendición”, declaró a CNN, con la voz quebrada y lágrimas cayendo por su rostro cansado y ceniciento.
El hecho de que Hamas haya tomado un número sin precedentes de rehenes complica ahora la respuesta de Israel.
Este miércoles, el portavoz internacional de las IDF, el teniente coronel Jonathan Conricus, declaró a CNN que las autoridades israelíes creen que los rehenes están retenidos bajo tierra.
“La razón dicta que están bajo tierra”, dijo. “La razón también dicta que Hamas, puesto que planeó lanzar este ataque y planeó tomar a estas personas como rehenes, la razón dicta que planeó de antemano lugares para esconder a estos rehenes y mantenerlos a salvo de la inteligencia israelí, y los esfuerzos para sacarlos”.
Dijo que aunque Israel ha tenido “cierta experiencia” en situaciones con rehenes nunca se habían enfrentado a algo así.
Izzat al-Risheq, un alto cargo de Hamas, declaró este miércoles a la CNN que es demasiado pronto para intercambiar rehenes israelíes.
“Hubo muchas llamadas de Estados árabes y no árabes a dirigentes de Hamas en el extranjero preguntando por la posibilidad de intercambiar cautivos israelíes por prisioneros de Hamas”, dijo al-Risheq desde Doha, Qatar.
“Pero les dijimos a todos que ahora es demasiado pronto para discutirlo mientras Israel sigue golpeando Gaza y matando indiscriminadamente a civiles palestinos”.
“Todo empezó a caer sobre nosotros”
Los bombardeos se han cobrado cada vez más víctimas en Gaza.
Más de dos millones de palestinos —entre ellos más de un millón de niños— viven en Gaza, una zona sometida a un bloqueo terrestre, marítimo y aéreo impuesto por Israel desde 2007.
Gaza ha estado casi completamente aislada del resto del mundo durante casi 17 años, cuando Hamas se hizo con el control, lo que llevó a Israel y Egipto a imponer un bloqueo terrestre, aéreo y naval, que ha continuado desde entonces.
Este jueves, el Comité Internacional de la Cruz Roja afirmó que los hospitales del enclave “corren el riesgo de convertirse en tanatorios” tras el asedio israelí.
“A medida que Gaza se queda sin electricidad, los hospitales se quedan sin energía, lo que pone en peligro a los recién nacidos en incubadoras y a los pacientes ancianos con oxígeno”, declaró en un comunicado el director regional del CICR para Oriente Próximo y Medio Oriente, Fabrizio Carboni.
Añadió que la organización está en contacto con Hamas y con responsables israelíes para abordar la liberación de las decenas de rehenes en poder del grupo militante islamista.
“Como intermediarios neutrales, estamos dispuestos a realizar visitas humanitarias, facilitar la comunicación entre los rehenes y sus familiares y facilitar una eventual liberación”, declaró Carboni.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) dijo este miércoles que está buscando urgentemente US$ 104 millones para proporcionar con su respuesta humanitaria a los civiles afectados por la escalada de violencia en Gaza.
“Estamos muy preocupados porque lo que está ocurriendo ahora no tiene precedentes”, declaró a CNN Najla Shawa, trabajadora de Oxfam en Gaza. “Estamos hablando de zonas enteras, no solo de una zona. Zonas enteras están siendo arrasadas y destruidas”.
Los hospitales ya están saturados de pacientes heridos, muchos de los cuales son niños.
“Estaba durmiendo y, de repente, todo empezó a caernos encima”, dijo a CNN una niña que esperaba en un hospital con la cara llena de sangre.
“Alguien vino y me ayudó, me llevaron directamente al hospital. Pero no sé qué les pasó a todas mis hermanas”.
– Ibrahim Dahman y Eyad Kourdi, de CNN, han contribuido a la información.