(CNN Español) – Por si el sorpresivo resultado de las elecciones primarias en Argentina ―que catapultaron al líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, a la cabecera del podio de los más votados― fuera poco, las generales del pasado domingo consolidaron la volatilidad de un proceso electoral que nadie está pudiendo anticipar. Ante esta nueva foto que tiene la tinta todavía fresca se impone una pregunta: ¿Cómo logra Sergio Massa, un ministro de Economía con una inflación al alza y un dólar que no encuentra techo, conseguir casi un 50% más de adhesiones durante 10 semanas en las que solo se acrecentó el problema?
Spoiler alert: la respuesta a la pregunta pareciera ser que esta vez ―parafraseando una conocida anécdota de la política estadounidense― no “es la economía, estúpido”.
El día cierra con Sergio Massa sonriente en el escenario, avivado por seguidores y militantes peronistas al ritmo de la consigna “Massa presidente”. Consiguió para su coalición casi tres millones de votos más respecto de agosto, y así aventajó a Milei por seis puntos porcentuales. El populista de derecha conservó su electorado, pero solo logró sumar alrededor de 500.000 sufragios nuevos; esto sonaría a mucho, de no ser que Unión por la Patria ―la alianza oficialista― sextuplicó esa cifra.
Sergio Massa, “el presidenciable”
Expertos consultados por CNN consideran que Massa ha consolidado una proyección de liderazgo. “Con todos los límites que tiene su posición, construyó una muy buena imagen presidencial, de alguien que está por encima de todo, fue el único candidato que no se mostró desequilibrado emocionalmente y el único solvente”, dice el sociólogo y antropólogo especializado en culturas populares Pablo Semán. “Lo que es un defecto, también es una virtud, está al mando del país y se comporta como tal”, agrega.
Andrés Malamud, analista político, plantea a CNN que en Argentina “el presidente solo es poderoso cuando lidera a su partido”. Dos puntos claves de la noche del domingo se alinean detrás de este concepto: Massa ofreciendo su discurso triunfal solo y Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández como los grandes ausentes de la noche y de la campaña. “Esa ausencia disipa el mito de la existencia de hiperpresidencialismo y del fanatismo adjudicado al kirchnerismo”, explica.
El espejo de una oposición en quiebra
El caudal de votos de Massa no se explica por sí mismo. “No se trata de una cuestión de demanda, lo que motivó la victoria oficialista fue una cuestión de oferta: la quiebra de la oposición por una interna sanguinaria”, dice Malamud.
Previo a los últimos comicios, Jaime Durán Barba, exasesor político del expresidente Mauricio Macri, anticipó en medios locales el probable derrotero del partido. “Nunca vi a nadie que proponga ajuste gane las elecciones (…) Lo que debería hacer Juntos por el Cambio es decir que la gente va a vivir mejor. Si lo que ofrecés es que lo que viene es terrible… ¿quién vota por eso?”.
Tras confirmarse su presagio, en una entrevista con LN+, Durán Barba apuntó a una jugada que consideró decisiva en favor de Massa. Horas antes de la votación, una campaña lanzada en las pantallas de estaciones de trenes contrastaba los precios del boleto de transporte público con subsidio estatal otorgado por el actual gobierno vs. las tarifas que, según la propaganda, se pagarían bajo un eventual mando de Patricia Bullrich o Milei: de 50 a 1.000 pesos. El gobierno no ha reconocido responsabilidad en esa acción.
Milei, en modo motosierra
Semán explica que, según sus observaciones, se consolidó una tendencia de temor hacia Milei el día que el economista alentó a sacar el dinero de los plazos fijos y sus declaraciones fueron vinculadas con una caída de la moneda nacional frente al dólar. De acuerdo con su mirada, a partir de entonces, Milei es símbolo de caos económico y Massa garante de la estabilidad. “Los votantes de Milei le tienen miedo a Milei”, dice.
Otro punto que subraya Malamud como un quiebre entre el líder populista de derecha y la sociedad es que él, su entorno o sus seguidores se metieron con “dos vacas sagradas”: la guerra de Malvinas y el papa Francisco. “Con eso no se juega”, enfatiza.
La “casta” y la participación electoral
El domingo votó casi 78% del padrón electoral. Para Malamud, este dato echa por la borda lo que él llama “el mito” de la apatía social. “Es un número que está muy cerca del nivel habitual de participación del 80%”, explica.
También se puede integrar al análisis el tema de “la casta”, como Milei se refiere a los políticos que considera que “son inmorales”. Un sondeo del instituto de análisis político Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), levantado después de las elecciones primarias del 13 de agosto, indicaba que el 59,1% de los entrevistadas rechazó esta idea, al considerar que “como en todo hay buenos y malos”.
Y ahora sí, la economía y el “plan platita”
Finalmente, en toda elección el factor económico tiene un rol determinante y, aunque Massa no ha logrado encauzar algunos indicadores, no dejó nada librado al azar.
Anuncios como la devolución del IVA en productos de la canasta básica y la eliminación del impuesto a las ganancias para el segmento más alto de los asalariados son alivios que impactan directo en el bolsillo de los electores. Y, aunque esto le valió señalamientos de distintos sectores por considerar que las medidas eran“electoralistas” y un “plan platita” financiado con fondos públicos a favor de la campaña del ministro-candidato, los datos de Celag reflejan que alrededor del 40% de los encuestados recibió las medidas con buenos ojos.
Por otro lado, la tasa de desempleo del segundo trimestre de 2023 fue de 6,2%, lo que refleja una tendencia a la baja. Sin embargo, alrededor del 37% se encuentra bajo un régimen informal, y el salario mínimo está por debajo de una canasta básica de un hogar de tres personas.
El economista Pablo Mira dice a CNN que, si bien la economía no está en un boom, tampoco entró en una espiral de caída. “Por ahora, los costos brutales de una hiperinflación o una inflación muy acelerada no han aparecido”, señala. Y en cuanto a los salarios, el consumo y el ajuste que se produce en consecuencia del alza de precios, considera que “el gobierno intenta paliarlo con algunas medidas expansivas”, como se mencionaba anteriormente. Añade que el asalariado con dinero en el bolsillo, que rápidamente valdrá menos, opta por gastar. A la vez que la inflación se acelera, la actividad económica se mantiene. “Es más una ansiedad por quitarse los pesos encima y se produce un efecto que no es menor de compra de bienes y servicios”, concluye Mira.
Después de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), en medio de la euforia del resultado inesperado favorable a La Libertad Avanza, el analista Facundo Nejamkis dijo a CNN: “Este casi 30% que llevó a Milei a ser el candidato más votado también habla de un 70% del electorado que no lo eligió”. Dato que se repitió 10 semanas después.
En el mismo sentido, el 36% de los votos de Massa, que lo consagran como el candidato con el mayor caudal de las elecciones generales, también indican que un 64% del electorado no lo votó.
No por ser una sorpresa a priori con un impacto positivo hay que perder de vista que esta elección es la peor en la historia para el peronismo unido.
Habrá que mantener cautela y esperar al balotaje del 19 de noviembre, porque las urnas de 2023 en Argentina se parecen mucho a un mazo de cartas que vuelve a mezclarse y a repartirse de cero en cada contienda.