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Llamado a la Tierra

Este explorador se sumergió en el delta del Okavango y tiene una misión: entender sus espectaculares torres de agua

Por -CNN-

Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La Iniciativa Perpetual Planet de Rolex se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos clave de sostenibilidad y para inspirar acciones positivas.

(CNN) -- "Las tierras del fin del mundo". Así definían los primeros exploradores portugueses de África a la parte oriental de la torre de agua de las Tierras Altas de Angola, según el conservacionista y explorador Steve Boyes. Allí, en el "punto más lejano desde cualquier lugar en la Tierra", lleva adelante una misión de décadas: conocer y proteger el delta del Okavango y la excepcional torre de agua que alberga la región.   

"Nunca quise ser otra cosa que no fuera ser explorador y conservacionista", cuenta a CNN el Dr. Boyes, explorador de la National Geographic Society y líder de proyecto para las expediciones Great Spine of Africa.

En el año 2001 decidió dejar de escribir la disertación para un máster en la que trabajaba y enfocarse en lo que más le importaba: "Durante la siguiente década mi mundo giró en torno al delta del Okavango. No podía pensar en otra cosa. No me quería ir nunca de ahí".

El conservacionista y explorador Steve Boyles. (Crédito: CNN)

El conservacionista y explorador Steve Boyles. (Crédito: CNN)

Su trabajo ha permitido que el mundo conozca el delta del Okavango. "Somos los primeros en documentar estos sistemas fluviales. Y cuando digo documentar, estamos estableciendo criterios básicos de los ríos desde un punto ecológico e hidrológico", cuenta.

Sumergirse en el delta del Okavango

Boyes trabajó para que el delta del Okavongo fuera declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco y lo logró. Luego de este hito, dice, con un grupo de expertos pusieron "manos a la obra" y se convirtieron en los primeros en adentrarse allí. "Muchos consideraban imposible hacer investigación en Angola después de la guerra", recuerda. Pero no fue imposible.

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Y lo que encontraron allí fue distinto a lo que esperaban.

"Los científicos, geólogos e hidrólogos más reconocidos nos dijeron que estos eran humedales estacionales. Y cuando llegamos allí nos encontramos con un antiguo lago cristalino de aguas ácidas. Nos dimos cuenta de que estaba rodeado y alimentado de turberas. Nada de esto se conocía", cuenta.

Los primeros exploradores llamaban a esta región que alberga una fauna excepcional "las tierras del fin del mundo". (Crédito CNN)

Y continúa: "Cruzamos toda la cuenca del río Okavango hasta el desierto de Kalahari, más allá del delta del Okavango siguiendo el agua hasta la desembocadura, explorando toda la estructura de la torre de agua. Ahora, en este contexto una torre de agua no es una estructura de madera en la azotea de un edificio en Nueva York. Es una cuenca boscosa, muy lluviosa, con una alta capacidad de almacenamiento de agua por las turberas".

La compara con una "esponja gigante" que se mantiene "por los bosques que protegen el agua o crean lluvia, reciben lluvia y la descargan hacia las turberas que mantienen el agua durante miles de años".

Las torres de agua, clave para el futuro

El conservacionista destaca el valor excepcional de las torres de agua que permiten, según su evaluación, que sitios en África tengan la megafauna y los enormes espacios naturales que tienen.

"África ha logrado balancear estas oscilaciones climáticas que han sucedido naturalmente en el pasado gracias a esta capacidad de almacenamiento que existe naturalmente en estas fuentes a gran altitud. Estas torres de agua son clave para nuestro futuro. Están inexploradas, no existen estudios topográficos y, en muchos casos, científicamente incomprendidas. Y ese es nuestro principal objetivo en las expediciones Great Spine of Africa", cuenta.

Boyle y su grupo fueron los primeros en adentrarse en la cuencia del Okavango. (Crédito: CNN)

Para ellos es vital entender las corrientes de los ríos y la importancia y naturaleza de las fuentes de agua. "Y luego trabajar con la comunidad local, que ya son nuestros guías en todas las expediciones, para que protejan estos parajes en el futuro", explica.

"Está emergiendo un nuevo centro de endemismo. Una torre de agua a gran escala, turberas y lagos que eran desconocidos están siendo documentados por primera vez en el siglo XXI. Y esta es la realidad de la exploración en los inicios del siglo XXI", asegura.