Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion
(CNN Español) – Es muy interesante que mientras más problemas hay en el mundo ¡más brillo aparece en la moda! ¡Y ya casi es una locura!
Como si la moda dijera: “No, no… no me dejen atrás, sigo siendo muy importante. aquí estoy yo plantando cara, y con más brillos y más llamativas transparencias que nunca!”.
Se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y la moda para la noche sin duda va a ser muy importante para aquellos que lo celebrarán para olvidar un poco las tristezas del mundo. Y nada mejor que la imagen alegre de un conjunto de lentejuelas, que incluso Jill Biden, la primera dama de Estados Unidos, usó recientemente para una fiesta de Navidad de la Casa Blanca: ¡una falda plateada de lentejuelas con blusa de satén blanco!
Ya hace tiempo les comentamos que la falda plateada de lentejuelas estaba de última moda –y así ha seguido— y se ha puesto todavía más en boga. Los brillos plateados destacan en los atuendos de Salma Hayek, Beyoncé, Kim Kardashian, Margot Robbie, Taylor Swift, Kaia Gerber, Lizzo y la propia Kate, princesa de Gales. Y recientemente Amal Clooney llegó a una gran fiesta con un vestido de lentejuelas doradas que tenía hasta una pequeña cola ¡y parecía una sirena en medio de la noche!
En fin, estamos hablando sobre cómo la moda se adapta a las circunstancias que vivimos, y lo que antes eran solo exageradas ropas de brillo para bailarinas y coristas, ¡ahora es la adoración de los grandes diseñadores del mundo! Lo hemos visto en las colecciones de marcas como Oscar de la Renta, Ralph Lauren, Versace, Dolce Gabbana, Schiaparelli, Gucci, Balenciaga, Saint Laurent, Valentino, y hasta Chanel.
Y es muy interesante notar cómo hasta las mujeres más tímidas —y de estilo clásico— que dicen: “no, yo no uso lentejuelas”, o “yo no uso brilla-brilla”, o “no, no, yo no uso ese tipo de ropa”, como muchas amigas mías, ahora se compran ese tipo de ropa. Y no solo es un vestido, una blusa, o un traje largo, sino también zapatos, bolsos, adornos de cabeza, etc. Y en Londres, donde estuve recientemente, me dijo una empleada que “hasta la venta de tiaras es una locura”. Claro, tiaras falsas, pero llenas de brillo y diamantes “faux”, para poner un toque de fantasía al vestirnos. (¡a mí me encantaría llevar una!). Y todo esto sin dejar de lado a los hombres, que cada día más, especialmente en la noche y en el uso de tuxedos y blazers de telas brillosas, acentúan su imagen con toques de satén y lentejuelas.
Y creo que esa es la clave: ¡deseo de más fantasía! Lo que yo, como experta de moda, pienso es darle a la vida un toque atrevido y divertido. Llevar un look llamativo, con lentejuelas, cuentas doradas plateadas, o color cobre ¡es como ser parte de una sinfonía de brillo! Un cambio maravilloso y optimista. Y quizás esto no solo sea para las fiestas de final del 2023, sino que esta tendencia bella, entusiasta y simpática —que sin duda proyecta una imagen positiva e imaginativa— continúe hasta los principios del 2024… y más allá. ¿Por qué no?