(CNN Español) – Uno de los momentos más placenteros que nos brindan las fiestas navideñas es cuando nos reunimos con la familia alrededor de una mesa para compartir los dulces tradicionales de esta época. Turrones, barquillos, polvorones… las opciones son múltiples y variadas dependiendo del país, pero dibujan una buena sonrisa de satisfacción a quien los prueba.
En España, según se acerca el seis de enero, jornada conocida como el Día de la Epifanía o Día de Reyes, es habitual que los roscones de reyes empiecen a hacer acto de presencia en los comedores de cada hogar. Hablamos de un delicioso bollo dulce acompañado de fruta confitada que suele acompañar a un desayuno o a la sobremesa de la comida.
Si bien lo más habitual —y práctico— para muchos es comprar el roscón en una pastelería, también lo podemos hacer en casa.
Paco Somoza, maestro pastelero de Viena Capellanes y dos veces campeón de España en pastelería artesana, nos comparte su receta para que podamos deleitar los paladares de nuestra familia y amigos.
Paso a paso
Lo primero de todo, señala Somoza, es preparar el pie de levadura. Para ello precisaremos de:
-125 gramos de harina de fuerza
-75 mililitros de agua tibia
-25 gramos de levadura
Mezclamos los tres ingredientes hasta formar una masa y la dejamos reposar durante unas dos horas y media en una zona templada, tapada con un paño y lejos de posibles corrientes de aire. Idealmente, la pondremos dentro una jarra transparente para ir controlando el levado, ya que pasado este tiempo debería triplicar su volumen.
Segundo, deberemos tener cerca los siguientes ingredientes:
-375 gramos de harina de fuerza
-100 gramos de azúcar
-125 gramos de huevos (2 huevos medianos)
-5 gramos de sal
-25 mililitros de ron
-25 mililitros de agua de azahar
-30 gramos de ralladura de limón
-20 gramos de ralladura de naranja
-125 gramos de mantequilla
Una vez que el pie de levadura haya alcanzado el volumen esperado, lo pondremos en la amasadora –o en un recipiente si la amasamos a mano— y añadiremos el resto de los ingredientes. Es importante destacar que la mantequilla la incorporaremos a la mezcla como último ingrediente, a temperatura ambiente.
Amasaremos la mezcla durante unos quince o veinte minutos, hasta que la masa sea lo suficientemente elástica. El objetivo es que, si tomamos una pequeña porción, nos indica Somoza, esta debe estirarse sin que se rasgue, viendo como clarea según la vamos tensando.
A continuación, haremos porciones de 300 gramos de la masa resultante. No deberían pasar de este peso ya que corremos el riesgo de que posteriormente no nos quepan en un horno de tamaño convencional.
Untamos las manos en aceite y pasamos a redondear (hacer bolas con la masa) las porciones, asegurándonos de que el contorno de cada una quede totalmente liso.
Con la ayuda de los pulgares y los índices, empezamos a dar forma a los roscones. La recomendación de Somoza es que cada uno tenga un diámetro de entre 15 y 18 centímetros. Si queremos añadir una sorpresa, tal y como puede ser un rey mago, este es el momento. Envolvemos la figura en plástico alimentario, lo añadimos en algún punto del roscón y nos aseguramos de cerrarlo bien.
Nuevamente, dejamos los roscones reposar durante otras dos horas y media, para que vuelvan a aumentar su volumen.
Pasado este tiempo, pintamos el roscón con huevo para que brille y lo decoramos con fruta escarchada, láminas de almendra y azúcar levemente humedecido. Terminado este paso y tras haber precalentado el horno a 350 grados Fahrenheit (180 grados centígrados), introducimos el roscón en el horno y lo dejamos cocer durante 25 minutos, aproximadamente. Lo mejor es irlo controlando para que no se dore mucho.
Una vez haya terminado la cocción, sólo nos queda aguardar a que se enfríe un poco y ¡voilà! Tenemos listo un rico roscón para hacer las delicias de quienes nos visiten durante estas fiestas.