(CNN) – Los incendios forestales en Chile son la “mayor tragedia” desde el terremoto que azotó al país en 2010, dijo el presidente Gabriel Boric en una conferencia de prensa en Viña del Mar este martes.
Más de dos millones de personas se vieron afectadas y cientos murieron cuando un terremoto de magnitud 8,8 sacudió Chile en 2010.
Los actuales incendios forestales en Chile son también los peores registrados en una zona urbana del país en los últimos 30 años, dijo Boric este martes. Al menos 123 personas han muerto, según el Servicio Médico Legal de Valparaíso. Las autoridades chilenas también informaron que se han identificado 33 cuerpos y realizado 79 autopsias.
Al menos 3.000 viviendas se han quemado en la región chilena de Valparaíso, que incluye las localidades de Quilpué y Villa Alemana, dijo el presidente.
“Los habitantes de Viña del Mar, de Quilpué, de Villa Alemana, vivieron y están viviendo una situación que fue tremendamente catastrófica, excepcional, inédita y dolorosa”, dijo el presidente este martes.
Además, se cree que los devastadores incendios forestales que azotan amplias zonas de Chile son los más mortíferos jamás registrados en el país, según la agencia de Naciones Unidas para las catástrofes.
Mientras los bomberos luchan por contener más de 160 focos de fuego tras días de quema, cientos de personas siguen desaparecidas y se espera que el número de víctimas aumente, según la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres.
Los incendios forestales han devastado franjas del centro y norte del país, destruyendo miles de casas y edificios y convirtiendo barrios en cenizas.
Boric declaró este domingo el estado de emergencia mientras ciudades costeras como Viña del Mar y Valparaíso se asfixiaban con el humo, cuando los incendios se desplazaron de las zonas boscosas a las urbanas. Imágenes aéreas de Viña del Mar muestran calles calcinadas e hileras de casas destruidas.
El presidente declaró este lunes y el martes días de luto nacional por las víctimas de los incendios.
Los catastróficos incendios en Chile se han visto impulsados por los efectos de El Niño —una fluctuación climática natural que tiene un efecto de calentamiento global— que chocan con la tendencia a largo plazo del calentamiento global, que impulsa sequías y olas de calor más intensas y frecuentes.
Durante la última década, Chile ha sufrido una “megasequía”, la más prolongada en al menos 1.000 años, que ejerce presión sobre las reservas de agua y ha secado el paisaje, preparándolo para los incendios.
El país también sufrió un calor abrasador con temperaturas altas poco comúnes en días recientes. La capital chilena, Santiago, alcanzó los 37,3 grados centígrados (98,6 grados Fahrenheit) el 31 de enero, la tercera temperatura más alta registrada en el país en más de un siglo, según la Agencia Meteorológica Mundial.
Según un estudio publicado en enero en la revista Nature, en los últimos años ha aumentado drásticamente la actividad de los incendios forestales en Chile, ya que las altas temperaturas, la sequía y los fuertes vientos se han combinado para crear las condiciones perfectas para incendios intensos y destructivos.
Según el estudio, en la última década 1,7 millones de hectáreas se han quemado en el país.