(CNN) – Las empresas estadounidenses pueden estar topándose con el límite de su poder para seguir aumentando los precios mientras los consumidores en algunos mercados sufren.
En McDonald’s, que se ha jactado repetidamente de su capacidad para aumentar los precios del menú sin afectar las ventas, los ejecutivos finalmente reconocen que los clientes necesitan un respiro.
El lunes, cuando la cadena de hamburguesas informó ventas más débiles de lo esperado en sus tiendas de EE.UU., el director ejecutivo Chris Kempczinski abordó el problema de la “asequibilidad” de McDonald’s e indicó que la cadena reduciría los precios de algunos artículos del menú.
“Comer en casa se ha vuelto más asequible”, afirmó Kempczinski.
Tiene razón: los precios de los comestibles siguen siendo altos, pero aumentaron solo un 1,3% en general en 2023, mientras que salir a cenar aumentó un 5,2%, según el último informe del Índice de Precios al Consumidor.
Eso ejerce presión sobre los consumidores de bajos ingresos, una base vital para la cadena.
“De hecho, vimos que esa cohorte” (clientes que ganan US$ 45,000 o menos al año) “disminuyó en el trimestre más reciente”, agregó.
Kempczinski no ofreció detalles sobre el momento o el tamaño de los recortes de precios. Pero su enfoque en la asequibilidad marcó un cambio con respecto a hace apenas unos meses, cuando se jactaba de que los precios del menú en Estados Unidos, que subieron hasta un 10% sólo en 2023, no disuadían las ventas.
“Aunque alzamos los precios, el consumidor los está tolerando bien”, dijo en una llamada a analistas en octubre.
En una declaración a CNN, McDonald’s se negó a comentar sobre recortes de precios específicos, pero reiteró su compromiso de brindar opciones asequibles a los consumidores.
Si bien la inflación se ha desacelerado significativamente, los precios de las necesidades cotidianas siguen siendo altos y la gente se está hartando. McDonald’s se ha convertido en un objetivo habitual para los usuarios de las redes sociales que se quejan de los precios. Las historias virales que lamentan el costo de una comida Big Mac, particularmente las de US$ 18 en una ubicación ampliamente difamada en Darien, Connecticut, junto a la I-95, se han convertido en un género de TikTok en sí mismos.
En el centro de esos momentos, ampliamente compartidos, se encuentra una angustia genuina por el costo de las necesidades básicas como los alimentos, especialmente los que deben ser asequibles.
En TikTok, es común entre los clientes de McDonald’s decir que la compañía ha ido demasiado lejos, cobrando más de US$ 3 por un solo hash brown en algunos lugares.
“¿Quién les dijo que eran tan buenos como para cobrar tanto por su comida?” bromea un usuario en un video de TikTok titulado “McDonald’s se ha vuelto demasiado arrogante”.
Otros videos populares resaltan la audacia de que un paquete mediano de papa frita cueste aproximadamente lo mismo que un Filet-o-Fish.
Debido a que la mayoría de los restaurantes McDonald’s en Estados Unidos son de propiedad independiente, los precios varían según el lugar donde se encuentre. (Así que si te encuentras saliendo de la autopista para tomar un bocado rápido en un centro de viajes en Darien, una de las ciudades más ricas de Estados Unidos, puedes esperar razonablemente que tu comida cueste significativamente más de lo que costaría en un autoservicio suburbano fuera de Des Moines).
Aun así, hasta hace poco McDonald’s descubrió que la mayoría de los clientes todavía estaban dispuestos a pagar. E incluso ahora, los clientes más ricos parecen no inmutarse, dijo Kempczinski el lunes.
Para los grupos de ingresos medios y altos, “no vemos ningún cambio real en el comportamiento”, dijo. “Seguimos ganando participación con esos grupos. Pero el campo de batalla ciertamente es el consumidor de bajos ingresos”.
En otras palabras, puede que haya llegado el momento de recuperar el menú de dólar. Kempczinski dijo que McDonald’s duplicaría su estrategia “D123”, que fija precios para algunos artículos entre US$ 1 y US$.