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Análisis

ANÁLISIS | Seis meses después del comienzo de la guerra en Gaza, Israel no tiene una estrategia de salida ni un plan real para el futuro

Por Ivana Kottasová

(CNN) -- La guerra en Gaza lleva ya seis meses y la paciencia de los aliados de Israel se está agotando. A medida que aumenta el número de muertos en el enclave, se hace cada vez más evidente que Israel no tiene un plan viable para poner fin a la guerra o para lo que viene después.

La determinación de seguir persiguiendo a Hamas en Gaza a pesar de las terribles consecuencias humanitarias está dejando a Israel cada vez más aislado en la escena mundial, y su gobierno se enfrenta a presiones de todas partes.

Múltiples organizaciones internacionales han advertido que Israel puede estar cometiendo un genocidio e incluso los aliados más cercanos del país critican ahora abiertamente al primer ministro Benjamin Netanyahu. En Estados Unidos y el Reino Unido aumentan los llamamientos para que se detengan los envíos de armas a Israel.

Al mismo tiempo, Netanyahu y su gobierno están sometidos a una presión cada vez mayor en su propio país, donde un gran número de manifestantes ha vuelto a las calles para pedir su dimisión.

Israel lanzó la guerra inmediatamente después de los mortíferos atentados terroristas perpetrados por Hamas el 7 de octubre. En aquel momento, el gobierno israelí dijo que la operación tenía dos objetivos: eliminar a Hamas y asegurar el retorno de los rehenes secuestrados por Hamas y llevados a Gaza.

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Seis meses después del inicio del conflicto, no se ha alcanzado ninguno de los dos objetivos.

Aunque las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirman haber matado a miles de combatientes de Hamas, la mayor parte de la cúpula del grupo en Gaza, incluido Yayha Sinwar, sigue evadiéndolas, y los dirigentes políticos de Hamas están fuera de su alcance en el extranjero. Más de 100 rehenes han sido liberados, canjeados por palestinos retenidos en cárceles israelíes como parte de un acuerdo de tregua con Hamás a finales de noviembre. Pero unos 130 rehenes, 99 de los cuales se cree que siguen vivos, permanecen en Gaza.

Mientras tanto, el balance de la guerra para los palestinos ha sido terrible: más de 33.000 personas, entre ellas miles de niños, han muerto desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Sanidad de Gaza. Además, unas 75.000 han resultado heridas y más de un millón están al borde de la inanición, enfrentándose a lo que las organizaciones internacionales califican de hambruna "inminente".

"Creo que (la guerra) ya ha superado con creces las expectativas de cualquiera en cuanto a duración, intensidad, escala y mortandad, y no hay final a la vista", afirmó Khaled Elgindy, investigador principal y director del Programa sobre Palestina y asuntos palestino-israelíes del Instituto de Medio Oriente.

Sin embargo, Netanyahu se niega a cambiar de rumbo. Aunque prometió permitir la entrada de más ayuda en Gaza tras el ultimátum que le dio esta semana el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha rechazado las peticiones de un alto el fuego humanitario y de que se replantee su plan de invadir Rafah, la ciudad del sur de Gaza donde se refugian actualmente más de un millón de personas.

"No hay ningún plan viable para el futuro de Gaza, no solo para el día después, sino incluso para hoy. Nadie sabe cuándo va a terminar esta guerra ni cómo va a terminar", declaró Elgindy a CNN.

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Sin estrategia de salida

Varios expertos dijeron a CNN que Israel se enfrentaba a una situación imposible porque el objetivo que se ha fijado, es decir eliminar a Hamas, es a la vez inalcanzable y muy popular en el país.

Hamas ha dominado Gaza desde que se hizo con el poder en 2007, controlando todos los organismos gubernamentales y de seguridad, así como los sistemas sanitario, educativo y social.

"Israel no puede lograr su objetivo declarado de eliminar a Hamas, porque Hamas es parte integrante de la sociedad palestina en la Ribera Occidental y Gaza. Su popularidad ha aumentado en los últimos meses", afirmó Nathan Thrall, experto en el conflicto árabe-israelí afincado en Jerusalén y autor de "A Day in the Life of Abed Salama: Anatomy of a Jerusalem Tragedy".

"Después de que Israel declarara que ha derrotado a Hamas en el norte, se ve que cada semana mueren soldados israelíes en el norte, por lo que es evidente que Hamas seguirá existiendo después de esta guerra, tanto si Israel invade Rafah como si no lo hace. Hamas es una potencia importante sobre el terreno y lo seguirá siendo al final de esta guerra", declaró Thrall a CNN.

Esto significa que los dirigentes israelíes no tienen una salida viable al conflicto, explicó Thrall.

"Las opciones realistas que tienen ante sí son seguir ocupando Gaza indefinidamente, algo que la mayoría de los israelíes no quieren hacer, o, alternativamente, abandonar Gaza y que Hamas sea el poder más fuerte sobre el terreno, sea o no la cara oficial del gobierno en Gaza", afirmó.

Elgindy también afirmó que el objetivo de destruir a Hamas nunca fue realista. "Creo que incluso los funcionarios estadounidenses se dan cuenta, tardíamente, de que es una completa locura, que la gente permite que continúe este horror como si el objetivo de destruir a Hamas fuera más importante que cualquier otra cosa en el mundo, incluida la propia seguridad futura de Israel", afirmó.

"Está alejado de la realidad, porque incluso si destruyes a Hamas, estás creando algo que será mucho peor en el futuro. Porque ahora tienes 30.000 muertos, 17.000 huérfanos... ¿cuál va a ser su visión de Israel y Estados Unidos cuando crezcan?".

Israel era un país políticamente dividido antes de los atentados del 7 de octubre, paralizado por meses de protestas a gran escala contra Netanyahu y su gobierno, el más derechista de la historia de Israel, y en particular contra la reforma judicial propuesta por el primer ministro.

Pero mientras persisten estas divisiones políticas, la gran mayoría de los israelíes apoya la guerra en Gaza, a pesar de las protestas internacionales por el devastador impacto sobre los civiles palestinos.

"El público israelí sigue traumatizado por el 7 de octubre, siguen en modo venganza, algunos no quieren ni que entre comida. Aunque no aceptemos que sea correcto, podemos entender cuál es su estado de ánimo", declaró Elgindy, añadiendo que, aunque comprensible dados los horrores de los ataques terroristas del 7 de octubre, este pensamiento no debe influir en la política internacional.

"No podemos permitir que ese estado de ánimo dicte las políticas de Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. Es necesario que los adultos digan 'esto no es aceptable; no se puede utilizar el hambre como arma'. En otras palabras, no importa que el público israelí no esté de humor para detener esta guerra. Hay que obligarles", afirmó.

El número de soldados israelíes muertos en combate en Gaza desde el inicio de la guerra ha superado ya los 250. Aunque empequeñecidas por el número de muertos palestinos, las pérdidas no dejan de ser significativas. Hamas mató a más de 1.200 personas el 7 de octubre.

Un palestino transporta agua en un campamento improvisado para personas desplazadas en Rafah, en el sur de Gaza, el 4 de abril de 2024. (Crédito: MOHAMMED ABED/AFP vía Getty Images)

Sin plan para el futuro

Harel Chorev, investigador principal del Centro Moshe Dayan de Estudios sobre Medio Oriente y África de la Universidad de Tel Aviv, declaró a CNN que la falta de un plan concreto por parte de Israel está perjudicando cada vez más sus relaciones con sus aliados.

"Nuestros amigos —Estados Unidos en primer lugar, Reino Unido, Alemania, Francia— no confían en el gobierno, en que sepan lo que están haciendo, en que tengan un plan estratégico para el día después; no confían en que hagamos lo correcto", dijo.

A finales de febrero, Netanyahu dio a conocer su plan para el futuro de Gaza después de Hamas, en el que pedía la "desmilitarización completa" del enclave y el cierre de la frontera sur del territorio con Egipto, así como la revisión de la administración civil y los sistemas educativos de Gaza. También rechazó cualquier presión de la comunidad internacional para reconocer un Estado palestino.

Muchas de las propuestas contaron con la oposición directa de actores clave en la mesa de negociaciones, como Estados Unidos, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.

"El plan constaba de una página y media, en la que se hablaba en general del día después, utilizando todo tipo de palabras en clave que pueden interpretarse de muchas maneras... la gente no estaba contenta con esto, nuestros aliados no estaban contentos con esto", dijo Chorev.

Al mismo tiempo, Israel sigue negándose incluso a considerar otras propuestas para el futuro de Gaza, declaró a CNN HA Hellyer, investigador asociado principal en estudios de seguridad del Royal United Services Institute (RUSI) de Londres y académico no residente de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional de Washington.

"Hay muchos planes creíbles, pero ninguno de ellos es viable, francamente, debido a un obstáculo. Y son los israelíes. Los israelíes han dejado muy claro que pretenden tener el control total de la seguridad en la totalidad del territorio, lo que, por supuesto, supone un obstáculo inviable para cualquier plan que pretenda delegar la autoridad en cualquier otra entidad", afirmó.

Netanyahu también ha rechazado anteriormente la sugerencia de que el Gobierno Autónomo Palestino, que administra partes de la Ribera Occidental ocupada, pueda asumir el control de Gaza, aunque el plan esbozado en febrero no lo mencionaba.

En su lugar, el plan prevé que "entidades locales" gestionen la administración pública.

"De nuevo, esto se dejó impreciso a propósito y puede interpretarse de varias maneras. Puede tratarse de clanes locales, como algunos interpretaron, y puede interpretarse como un Gobierno Autónomo Palestino revitalizado", dijo Chorev.

"Lo más probable es que haya una presencia militar israelí indefinida sobre el terreno", afirmó Elgindy. "Se producirá una especie de colapso de la ley y el orden y un caos cada vez mayor. Así que veremos señores de la guerra, bandas, clanes... Gaza se ha convertido en un lugar realmente inhabitable. Si hay alguien por ahí que cree que esta es una situación que va a traer seguridad y protección a los israelíes, es un concepto completamente delirante".

Las propuestas para establecer un control de seguridad internacional temporal sobre Gaza no son viables dada la postura de Israel, afirman los expertos.

"Si Israel admitiera que es una potencia ocupante que tiene que retirarse, como insiste prácticamente la totalidad de la comunidad internacional, y no reclamara los derechos de control de seguridad sobre el territorio en violación del derecho internacional, entonces se podría tener algo parecido a la KFOR en Kosovo, una fuerza internacional como transición para que los palestinos asuman la responsabilidad del territorio", dijo Hellyer, refiriéndose a la fuerza de mantenimiento de la paz dirigida por la OTAN que opera en Kosovo.

Thrall dijo también que la mayoría de los intentos de encontrar planes alternativos no son realistas debido a la postura de Israel.

"Requerirían ejercer una tremenda presión sobre Israel y eso no se ve por ninguna parte hoy en día", dijo, añadiendo que es poco probable que este problema desaparezca aunque Netanyahu dimitiera.

"En cuanto a la política real hacia Gaza, la conducción de esta guerra, el uso del bloqueo de la ayuda humanitaria como medio para presionar a Hamas en las negociaciones, el castigo colectivo a 2,3 millones de personas en Gaza cortándoles la comida, el agua, la electricidad, esas cosas, no hay gran desacuerdo entre los israelíes", dijo. Netanyahu insistió el mes pasado en una entrevista en CNN en que la política de su país era dejar entrar en Gaza toda la ayuda humanitaria que fuera necesaria, afirmación que ha sido ampliamente rebatida.

Thrall dijo que cualquiera que pudiera sustituir a Netanyahu como primer ministro probablemente presentaría planes similares.

Benny Gantz, que esta semana hizo un llamado a que se celebren elecciones anticipadas y al que muchos consideran probable sucesor de Netanyahu cuando los israelíes voten, es miembro del gobierno de guerra de Netanyahu.

"No tiene un conjunto de ideas significativamente diferente para Gaza o para el futuro de Israel, Palestina o para la soberanía palestina. Y si nos fijamos en el plan de (otro ministro del gabinete de guerra) Gadi Eisenkot, su plan para Gaza, que se suponía que era una refutación contra el plan totalmente irrealista de Netanyahu, era muy similar a él", dijo Thrall.

"Que sea Netanyahu u otro no es la cuestión central con respecto a los palestinos".