(CNN) – Imágenes aéreas y terrestres revelaron la gran magnitud del devastador deslizamiento de tierra que dejó hasta 2.000 personas enterradas bajo los escombros en Papúa Nueva Guinea.
Las imágenes satelitales de antes y después del deslizamiento de tierra muestran una gran parte del paisaje de la región montañosa de Enga prácticamente destrozada.
El gran tamaño del deslizamiento es aún más visible más cerca del suelo. Más de 150 casas en la aldea de Yambali quedaron sepultadas bajo los escombros, dijeron las autoridades el domingo. El Centro Nacional de Desastres del país dijo que se teme que casi 2.000 personas hayan quedado enterradas.
El deslizamiento de tierra azotó la remota aldea de Kaokalam, ubicada a unos 600 kilómetros (372 millas) al noroeste de la capital, Port Moresby, aproximadamente a las 3 a.m. hora local del viernes (1 p.m. ET del jueves), y dejó una cicatriz de escombros que, según los trabajadores humanitarios, era tan grande como como cuatro canchas de fútbol.
El fenómeno arrojó toneladas de rocas y barro contra las casas de los locales mientras dormían, y los rescatistas lucharon por llegar a una parte tan remota de lo que ya es una de las naciones más pobres de Asia, y dejaron a los aldeanos papsin otra opción que cavar en la ladera de la montaña derrumbada con cualquier herramienta que tuvieran.
El área se ha mantenido inestable, con pequeños deslizamientos de tierra que ocurren regularmente y que ponen en peligro a los trabajadores de rescate, dijo Sandis Tsaka a CNN.
“Nos llegan enormes rocas y escombros que siguen cayendo y aterrizan más allá del área original del deslizamiento de tierra”, dijo Tsaka, quien añadió que el Gobierno había ordenado la evacuación de casi 7.000 personas.
Evit Kambu dijo después del desastre que había perdido a más de una decena de familiares.
“Tengo a 18 miembros de mi familia enterrados bajo los escombros y el suelo sobre el que estoy y muchos más familiares en el pueblo que no puedo ni contar”, dijo a Reuters. “Soy la propietaria de la tierra aquí (…) pero no puedo recuperar los cuerpos, así que estoy parada aquí, impotente”.
Papúa Nueva Guinea alberga a unos 10 millones de personas. Su vasto terreno montañoso y la falta de carreteras han dificultado el acceso a la zona afectada.
Miok Michael, un líder comunitario local, le dijo a CNN que era probable que hubiera pocos supervivientes. “La gente se reúne y llora”, dijo. “La gente ha estado cavando desde el primer día pero no puede localizar los cuerpos porque están cubiertos por enormes rocas. Solo las máquinas servirán”.