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Historia

OPINIÓN | Una nueva forma de contar la historia: el fenómeno musical "Hamilton" lo creó un hispano

Por Mari Rodríguez Ichaso

Nota del editor: Mari Rodríguez Ichaso ha sido colaboradora de la revista Vanidades durante varias décadas. Especialista en moda, viajes, gastronomía, arte, arquitectura y entretenimiento. Productora de cine. Columnista de estilo de CNN en Español. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivamente suyas. Lee más artículos de opinión en cnne.com/opinion

(CNN Español) -- “Hamilton” es la historia del pasado de Estados Unidos contada por los Estados Unidos de ahora. “Un musical teatral único, que ha transformado el teatro y la forma en que pensamos sobre la historia”, dijo el New York Times en su maravillosa reseña de la obra. ¡Una nueva e inspiradora forma de contar la historia!

Y con una música potente, que combina hip-hop, jazz, R&B y Broadway, “Hamilton” toma la historia de Alexander Hamilton -uno de los padres fundadores y uno de los autores principales de los Federalist Papers- para crear un momento revolucionario en el teatro: un musical con un profundo impacto en la cultura, la política y la educación. Y después de su estreno en Broadway, hace 9 años, ha creado un nuevo interés en la historia de EE.UU. en los que fueron tiempos vitales para su consolidación como nación. La he visto muchas veces y es palpable el entusiasmo de las audiencias de todas las edades.

Con libreto, música y letra del genial puertorriqueño Lin-Manuel Miranda, un elenco multirracial, dirección de Thomas Kail, coreografía de Andy Blankenbuehler y supervisión musical y orquestaciones de Alex Lacamoire, “Hamilton” se basa en la aclamada biografía homónima de Ron Chernow. Y es un extraordinario fenómeno internacional que lanzó a Miranda al escenario de los grandes triunfadores.

Miranda ha dicho en varias ocasiones lo que me dijo a mí hace cinco años: “La razón del triunfo de ‘Hamilton’ es porque no hay realmente distancia entre lo que pasó hace más de 200 años y lo que es -y cómo luce- Estados Unidos hoy. Y eso ayuda a crear una conexión mucho mejor que si solo hubiera 20 hombres blancos en el escenario”.

Lin-Manuel Miranda dijo que decidió escribir una obra de teatro dedicada a Hamilton por varias razones. En primer lugar, estaba fascinado por el personaje porque veía en él a un hombre cuya vida y legado ofrecían una narrativa rica y compleja que merecía ser explorada en profundidad.

Además, Miranda quería crear una obra que fuera relevante para el público contemporáneo e identificó en la historia de Hamilton temas universales como la inmigración, la identidad, el liderazgo y el legado, que resonarían en la audiencia moderna.

Por último, Miranda pensó que “Hamilton” era una oportunidad para innovar en el género del teatro musical combinando elementos de hip-hop, rap y música contemporánea con la narrativa tradicional del teatro musical y así obtener algo fresco y emocionante.

El musical -ganador de los premios Tony, Grammy, Olivier y Pulitzer- tiene producciones simultáneas en varios países ¡y es difícil conseguir boletos! Reseñas excelentes de respetados periódicos y críticos teatrales, igual que las recomendaciones a viva voz de quienes lo han visto y los vuelven a ver, han creado el mítico éxito de Hamilton.

¡Un éxito cada día mayor, pues todos quieren ver “Hamilton” y conocer quién era el famoso patriota estadounidense que creó tantas leyes y tuvo una vida y unos amores tan controversiales! Y lo pueden hacer en producciones simultáneas en Nueva York, varias ciudades de EE.UU., además del Reino Unido, Irlanda, Australia, Singapur y otros países en Asia.

Yo lo he visto cinco veces (tres en Nueva York y dos en Londres) y en cada producción descubro algo nuevo. Tanto mi hija como mi nieta de 12 años, que adoran la música y la historia de Estados Unidos y lo han visto varias veces, se saben de memoria cada canción. ¡Y es que la energía de Hamilton es única! Poderosa, vibrante, contagiosa y con un profundo sentimiento político y social.

Como dato curioso, en Nueva York puede visitarse la casa donde vivió Hamilton en la parte alta de Manhattan (muy interesante experiencia), igual que su tumba en el cementerio de la histórica iglesia de la Trinidad en la zona de Wall Street. Junto a él descansa su esposa Eliza, cuya historia de amor es parte del dramático musical. Es un curioso lugar de descanso para este hombre, experto en números y finanzas, quien fuera el primer secretario del Tesoro del país en el gobierno de George Washington y cuya efigie adorna los billetes de US$ 10.

Trágicamente, Alexander Hamilton murió el 12 de julio de 1804 -con solo 47 años- en un absurdo duelo con el oponente político Aaron Burr.