still_20683722_80722.33300000001_still.jpg
Tensión en la relación entre Biden y Netanyahu
03:00 - Fuente: CNN

(CNN) – Una evaluación de la CIA difundida esta semana entre funcionarios estadounidenses concluyó que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, probablemente cree que puede salirse con la suya sin definir un plan de posguerra, incluso cuando la administración de Joe Biden ha lanzado toda una campaña de presión para que ponga fin al conflicto en Gaza.

Netanyahu “probablemente cree que puede mantener el apoyo de sus jefes de seguridad y evitar deserciones” del ala derecha de su coalición hablando del futuro de Gaza en “términos vagos”, dice el informe del 3 de junio, revisado por CNN.

La evaluación —de la que no se había informado anteriormente— representa una de las valoraciones de inteligencia más actualizadas sobre la mentalidad de Netanyahu que ha circulado entre altos funcionarios estadounidenses, según una fuente familiarizada con el informe interno.

Ocurre en medio de un claro cambio en la forma en que la administración de Biden ve a Israel: menos como un socio de confianza y más como un Gobierno extranjero impredecible que debe ser analizado y comprendido.

La CIA declinó hacer comentarios cuando se le preguntó por el reportaje de CNN.

La evaluación destaca cómo el líder israelí está desafiando la presión de los miembros de su propio Gobierno y de la administración Biden para definir un “estado final” para Gaza y advierte que lo que Netanyahu ha dicho públicamente es probablemente cierto: que solo se comprometerá seriamente en cuestiones de posguerra después de cumplir “lo que él considera puntos de referencia clave de seguridad, lo que puede llevar meses”.

Según la evaluación, esos puntos de referencia incluyen la finalización de “operaciones militares importantes” -algo que los analistas han dicho que es deliberadamente vago- así como la eliminación del comandante militar de Hamas Mohammed Deif.

Deif es el comandante de las Brigadas Qassam y, como alto mando del ala militar de Hamas, se cree que estuvo profundamente implicado en la planificación de los atentados del 7 de octubre de 2023 en Israel.

Israel ha intentado atentar contra Deif en múltiples ocasiones en el pasado y, aunque ha resultado herido, se cree que sigue vivo.

El informe coincide con lo que CNN y otros medios han informado en los días transcurridos desde que el presidente Joe Biden anunció el viernes una propuesta de acuerdo de paz en tres frentes.

Se produce mientras altos funcionarios de la administración Biden, entre ellos el director de la CIA, Bill Burns, se reúnen con mediadores clave entre Israel y Hamas en un momento especialmente tenso de las negociaciones.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, se dirige a la Conferencia de Presidentes de las principales organizaciones judías estadounidenses, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo islamista palestino Hamas, en Jerusalén el 18 de febrero de 2024. (Foto: Ronen Zvulun/Reuters).

Burns ha sido el principal negociador estadounidense sobre un posible acuerdo.

Estados Unidos ha caracterizado públicamente el acuerdo como una propuesta israelí y ha dicho que está esperando a que Hamas apruebe los términos. Pero Israel se ha mostrado tibio en el mejor de los casos respecto a la propuesta. En privado, los funcionarios llevan mucho tiempo siendo conscientes de la dificultad de conseguir que ambas partes lleguen a un acuerdo.

La relación entre Biden y Netanyahu —un líder mundial a quien alguna vez afirmó “amar”— se ha ido tensando cada vez más a medida que aumenta el número de víctimas civiles en Gaza como consecuencia de la campaña de bombardeos de Israel. Biden y otros funcionarios estadounidenses se han mostrado cada vez más críticos con Netanyahu en público.

Aunque en un principio la administración se mostró muy reacia a discutir la política israelí en público, en las últimas semanas y meses los funcionarios se han acercado cada vez más a una evaluación franca de las motivaciones de Netanyahu.

“Hay motivos más que suficientes para llegar a la conclusión” de que Netanyahu está prolongando la guerra para su propio beneficio político, afirmó Biden en una entrevista concedida esta semana a la revista TIME.

En un momento temprano y crudo de marzo, la comunidad de inteligencia de EE.UU. dijo públicamente que evaluaba que la “viabilidad como líder” de Netanyahu estaba “en peligro”, señalando la desconfianza pública en la capacidad del primer ministro para gobernar y prediciendo “grandes protestas exigiendo su dimisión y nuevas elecciones”.

Netanyahu se enfrenta a un ajuste de cuentas interno por los fallos militares y de inteligencia que condujeron al devastador ataque de Hamas contra el sur de Israel el 7 de octubre. También se enfrenta a profundas divisiones dentro de su propio Gobierno. Incluso en medio de la fuerte presión de Biden para poner fin a la guerra, se enfrenta a la presión igualmente estridente de los funcionarios de derecha en su frágil coalición de Gobierno para seguir luchando.

La evaluación de la CIA pone de relieve que, dentro de Israel, no existe consenso sobre el plan de posguerra para Gaza, lo que indica las opiniones divergentes de cada ministro del gabinete sobre la gobernanza, la seguridad y la reconstrucción tras la guerra.

Netanyahu, por ejemplo, aparece junto a una nota que señala que “prefiere una coalición de Estados árabes moderados para gestionar el territorio con la eventual participación” de otros líderes.

Otros dirigentes israelíes aparecen con opiniones sobre la futura gobernanza diametralmente opuestas a las atribuidas a Netanyahu.

En general, la evaluación ilustra cómo el Gobierno de coalición de Israel sigue profundamente dividido sobre varias cuestiones críticas de la posguerra, lo que respalda la conclusión más amplia de la CIA de que la falta de unidad entre los rivales políticos de Netanyahu podría permitir que éste siguiera desafiando cualquier presión para definir un plan para Gaza una vez finalizado el conflicto.

“Mi mayor desacuerdo con Netanyahu es: ¿qué pasará cuando acabe Gaza?”, dijo Biden a TIME. “¿A dónde vuelve? ¿Vuelven a entrar las fuerzas israelíes?”