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Carlos Alcaraz: Quiero sentarme en la misma mesa de Federer, Nadal y Djokovic
02:12 - Fuente: CNN

(CNN) – En la historia del tenis, llena de pioneros y campeones extraordinarios, de nombres conocidos que siguen ocupando un lugar en el corazón de la gente, no ha habido un jugador como Carlos Alcaraz.

Al derrotar a Novak Djokovic en la final masculina de Wimbledon en sets corridos -una sencilla victoria por 6-2 6-2 7-6 (7-4) contra uno de los grandes del deporte-, Alcaraz se convirtió en el primer español en defender con éxito su corona de Wimbledon, una hazaña que ni siquiera Rafael Nadal había logrado.

Los logros de Alcaraz en este deporte ya son importantes. A sus 21 años, ha ganado cuatro grand slams, venciendo en todas las grandes finales en las que ha participado, y en dos ocasiones derrotó a Djokovic en una final de Wimbledon, torneo que el serbio ha ganado siete veces.

Carlos Alcaraz ha ganado Wimbledon dos veces. Julián Finney/Getty Images

Alcaraz, un joven jugador en la vía rápida hacia la grandeza, un hombre que acumula títulos a un ritmo que la mayoría de sus grandes predecesores no habían logrado, es ahora el vigente campeón del Abierto de Francia y de Wimbledon, el sexto hombre en la Era Abierta que gana ambos torneos en la misma temporada.

Alcaraz hizo gala de toda su brillantez: su toque de pluma en la red, su brutal derecha, su saque a gran velocidad y un revés a dos manos supremo. También hubo passing shots que hicieron que Djokovic pareciese desprevenido.

En la entrevista en la pista, Djokovic dijo que su rival había jugado “un tenis increíble” y que era el merecido ganador. Pocos discutirían la apreciación del número 2 del mundo.

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Kate, princesa de Gales, recibe ovación en Wimbledon
00:59 - Fuente: CNN

Un tenis extraordinario

El partido comenzó en Technicolor, con un juego inicial de 14 minutos que terminó con un break de Alcaraz a Djokovic. El recuerdo de la epopeya de cinco sets entre ambos en la final del año pasado se hizo presente, y se presumía que éste sería otro duelo prolongado.

Pero Alcaraz aniquiló a su rival, especialmente en los dos primeros sets.

Volvió a romper a Djokovic en el quinto juego del primer set, esta vez el serbio se rindió con una doble falta, y se aseguró el primer set en 41 minutos.

El juego en la red de Djokovic fue pobre, mientras que el español dominó desde la línea de fondo. La potencia del murciano, su exquisito golpeo y su rápido servicio hicieron que el 24 veces ganador de un Grand Slam pareciese un hombre operado de la rodilla hace poco más de un mes. Quizá el logro de llegar a la final de un grande tras sufrir una rotura de menisco durante el Abierto de Francia no debería perderse de vista tras esta contienda.

Alcaraz volvió a romper pronto en el segundo set y dejó a Djokovic en la inusual situación de mostrarse vulnerable en una gran final, de verse obligado a encontrar soluciones, de tener que cambiar de táctica para frustrar a su imperioso oponente.

Djokovic regresa ante Alcaraz. Andrej Isakovic/AFP/Getty Images.

En el séptimo juego, Djokovic falló de nuevo en la red para regalarle a Alcaraz otro punto de ruptura y luego cometió una doble falta para regalarle al español su doble ruptura. Un cómodo mantenimiento del servicio dio a Alcaraz una ventaja de dos sets después de una hora y 17 minutos y dejó a Djokovic, claramente segundo, necesitado de un milagroso cambio.

“Ha sido capaz de convertir limones en limonada mejor que nadie en este deporte”, dijo John McEnroe de Djokovic en BBC Sport antes de la final. Pero, al menos en esta ocasión, el serbio no tuvo chispa ante el futuro del tenis masculino, un jugador 16 años más joven que él.

En días como hoy, la pregunta es: ¿cuántos Grand Slams más ganará el español? El récord de 24 grandes de Djokovic no parece inalcanzable, si la forma y el estado físico prevalecen.

A diferencia de su rival, aún no tiene que superar a Federer o Nadal en su camino hacia los grandes premios. Queda Djokovic, por supuesto, que podría haber supuesto una prueba más dura si no hubiera sufrido esa grave lesión hace poco más de un mes, que puso en duda su participación en WImbledon.

Pero el serbio no pudo ejercer una presión sostenida sobre su rival, por lo que se queda a uno del récord de Federer de ocho títulos individuales masculinos en Wimbledon, y deberá intentar de nuevo ese esquivo récord del slam número 25.

Lo mejor de Djokovic llegó cuando el partido estaba casi acabado, cuando Alcaraz desperdició tres puntos de campeonato sirviendo para el trofeo, pero la victoria en sí misma nunca estuvo en duda. En el tie-break, realizó un recital de golpes, el golpe de gracia un hábil drop shot para un cuarto punto de campeonato que aseguró sin nervios.oluciones, de tener que cambiar de tacto para frustrar a su imperioso oponente.

Esta historia se ha actualizado con información adicional.