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"No es un tema transgénero", aclara el COI sobre la controversia de la boxeadora Imane Khelif en Paris 2024
02:27 - Fuente: CNN

(AP) – Imane Khelif, de Argelia, ganó su primer combate olímpico de boxeo este jueves después de que su rival, la italiana Angela Carini, abandonara a los 46 segundos.

Khelif fue descalificada de los campeonatos del mundo de 2023 tras fallar una prueba no especificada de elegibilidad de género, y su presencia en los Juegos Olímpicos de París se ha convertido en un tema divisivo.

Khelif es una mujer cisgénero, o sea, no es una mujer trans, con lo cual su identidad de género se alinea con el sexo que se les asignó al nacer. A pesar de eso, ha sido objeto de múltiples especulaciones sobre su identidad de género.

Carini y Khelif intercambiaron solo unos pocos golpes antes de que Carini se alejara y abandonara el combate, un hecho extremadamente inusual en el boxeo olímpico. Al parecer, el casco de Carini se soltó al menos una vez antes de abandonar. Carini no estrechó la mano de Khelif tras anunciarse la decisión, sino que lloró de rodillas en el cuadrilátero.

Después, una Carini aún dolorida dijo que había abandonado por el intenso dolor que sentía en la nariz tras los primeros golpes. Carini, que tenía una mancha de sangre en el traje, dijo que no estaba haciendo una declaración política y que no se negaba a pelear con Khelif.

“Sentí un fuerte dolor en la nariz y, con la madurez de un boxeador, dije ‘basta’, porque no quería, no quería, no podía terminar el combate”, declaró Carini.

Carini dijo además que no está capacitada para decidir si se debe permitir competir a Khelif, pero que no tenía ningún problema en pelear con ella.

“No estoy aquí para juzgar ni emitir juicios”, dijo Carini. “Si un atleta es así, y en ese sentido no está no bien ni mal, y no me corresponde a mí decidirlo. Yo solo hice mi trabajo como boxeadora. Subí al ring y luché. Lo hice con la cabeza alta y con el corazón roto por no haber terminado el último tramo”.

Khelif es una boxeadora amateur consumada que ganó una medalla de plata en los campeonatos del mundo de 2022 de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA, por sus siglas en inglés). El mismo organismo rector la descalificó de los campeonatos del año pasado poco antes de su combate por la medalla de oro debido a lo que afirmó eran niveles elevados de testosterona.

La joven de 25 años subió al cuadrilátero del North Paris Arena entre vítores, pero el público se mostró confuso por el repentino final del combate. Khelif, que volverá a pelear el sábado, no habló con los medios de comunicación.

“Tengo el corazón roto porque soy una luchadora”, dijo Carini. “Mi padre me enseñó a ser una guerrera. Siempre he subido al ring con honor y siempre he (servido) a mi país con lealtad. Y esta vez no pude hacerlo porque no podía seguir luchando, y por eso terminé el combate”.

Khelif y Lin Yu-ting, de Taiwán, han recibido de repente un escrutinio masivo por su presencia en París tras años de competición amateur. Lin ganó los campeonatos mundiales de la IBA en 2018 y 2022, pero el organismo rector la despojó de una medalla de bronce el año pasado porque alegó que no cumplía con los requisitos de elegibilidad no especificados en una prueba bioquímica.

Lin comienza su camino en París el viernes, luchando contra la uzbeka Sitora Turdibekova en su combate inaugural después de recibir un pase de primera ronda.

El Comité Olímpico Argelino emitió el miércoles un comunicado en el que condenaba lo que calificaba de “mentiras” y de “ataque y difamación poco éticos de nuestra estimada atleta, Imane Khelif, con propaganda infundada de ciertos medios de comunicación extranjeros”.

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, que visitaba este jueves a los atletas italianos en la Villa Olímpica, criticó que Carini tuviera que boxear contra Khelif, afirmando que desde 2021 se había opuesto a permitir que atletas con características “genéticamente masculinas” compitieran contra mujeres.

“Tenemos que prestar atención, en un intento de no discriminar, a que en realidad estamos discriminando” los derechos de las mujeres, dijo Meloni.

En su opinión, es necesario garantizar los derechos de los deportistas para que compitan en igualdad de condiciones.

“En estas cosas lo que cuenta es tu dedicación, tu cabeza y tu carácter, pero también cuenta tener una paridad de armas”, dijo Meloni.

Khelif y Lin son dos deportistas olímpicas que lucharon en los Juegos de Tokio sin polémica. Lin es boxeadora amateur de élite desde hace una década y Khelif desde hace seis años. El grupo de trabajo del Comité Olímpico Internacional (COI), que ha dirigido los dos últimos torneos olímpicos de boxeo, les permitió competir en París.

El COI defendió el martes su derecho a competir. El boxeo olímpico alcanzó la paridad de género por primera vez este año, con 124 hombres y 124 mujeres compitiendo en París.

“Todas las personas que compiten en la categoría femenina cumplen las normas de elegibilidad para la competición”, declaró Mark Adams, portavoz del COI. “Son mujeres en sus pasaportes y así consta que son mujeres”.

Lin es la cabeza de serie en la categoría de 57 kg, aunque la clasificación olímpica no suele ser indicativa de los principales aspirantes a medalla en una división.

Varios deportes han actualizado sus normas de género en los últimos tres años, entre ellos la World Aquatics, la World Athletics y la Unión Ciclista Internacional. El organismo de atletismo también endureció el año pasado las normas sobre atletas con diferencias en el desarrollo del sexo.

El COI dijo que tomó sus decisiones sobre la elegibilidad de los boxeadores basándose en las normas relacionadas con el género que se aplicaron en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

El COI está a cargo del boxeo en París porque la IBA fue expulsada de los dos últimos Juegos Olímpicos debido a años de problemas de gobernanza, falta de transparencia financiera y muchos casos percibidos de corrupción en los juicios y arbitrajes.

El COI ha revocado el estatus olímpico de la IBA, controlada por su presidente, el ruso Umar Kremlev. Kremlev incorporó a la empresa estatal rusa Gazprom como principal patrocinador y trasladó gran parte de las operaciones de la IBA a Rusia.

Desde entonces, la IBA ha perdido más de tres docenas de miembros, que han formado un nuevo grupo llamado World Boxing, el cual espera ser reconocido por el COI como organismo rector de este deporte antes de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

La IBA ha aprovechado agresivamente la presencia de los boxeadores en París para criticar al COI. Después de que el Tribunal de Arbitraje Deportivo confirmara la prohibición del COI a principios de año, la IBA recurrió al Tribunal Federal Suizo.

El organismo vetado emitió un comunicado el miércoles en el que afirmaba que ambas boxeadoras no se sometieron a un “examen de testosterona” el año pasado, sino que fueron “sometidas a una prueba separada y reconocida” para su descalificación. La IBA dijo que los “detalles específicos de la prueba siguen siendo confidenciales”, negándose a explicarlos.

Esta semana se ha preguntado repetidamente a las boxeadoras sobre Khelif y Lin. Muchas han expresado su preocupación, mientras que otras han instado a una mayor consideración de un asunto obviamente complicado.

“No estoy de acuerdo con que eso se permita, especialmente en los deportes de combate, ya que puede ser increíblemente peligroso”, declaró la australiana de peso medio Caitlin Parker. “Pero ahora mismo, mi atención se centra en superar cada combate. No es que no haya hecho sparring antes, pero puede ser peligroso para los deportes de combate, y debería estudiarse seriamente. Es bueno que estas cosas salgan a la luz y que se pongan bajo los focos para que se estudien más a fondo.

“Biológica y genéticamente, van a tener más ventajas. Los deportes de combate pueden ser peligrosos. La equidad es de lo que se trata. Todos queremos equidad en el deporte”.

La periodista de Associated Press Nicole Winfield, en Roma, contribuyó a este artículo.