(CNN Español) – Han pasado más de 24 horas y muchos todavía siguen sin poder explicarse cómo el expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, logró evitar ser detenido por las fuerzas de seguridad en Barcelona.
Sin embargo, pasadas las horas, se ha ido desvelando el misterio de su evasión tras reunir los elementos necesarios para explicarla. Una evasión que podría más bien parecerse a un juego de ilusionismo.
Los altos mandos de los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica de Cataluña, explicaron este viernes en una rueda de prensa que parte del fracaso de la operación de detención del dirigente catalán se debía a que esperaban detenerlo según se acercara al Parlamento de Cataluña, donde se esperaba que hiciera acto de presencia dado que en jornadas anteriores había manifestado su intención de presentarse al debate de investidura del socialista Salvador Illa aún y a riesgo de ser detenido.
Tras casi siete años sin pisar España, Puigdemont reapareció este jueves en la capital catalana para participar brevemente en un acto organizado por su partido, Junts per Catalunya. Un regreso que venía aparejado de un elevado riesgo de detención, dado que el Tribunal Supremo lo solicita por un delito de malversación relacionado con la organización del referendo de independencia de 2017 y que, a interpretación del órgano judicial, no podía beneficiarse de la amnistía aprobada el pasado mes de junio. Acusación que, según el expresidente, obedece a una persecución política y judicial.
Este jueves, Puigdemont nunca llegó a acercarse a la cámara legislativa autonómica. Su presencia pública se limitó a un escueto discurso de seis minutos en la zona de Arco de Triumfo, a 800 metros del Parlamento, para luego desaparecer entre la multitud que había acudido a la cita.
En las redes sociales, los memes y las burlas han campado a sus anchas en las últimas horas haciendo mofa de la hazaña, mientras que en el terreno político la cuestión subía de tono y llegaban críticas como las del opositor Partido Popular (PP). Cuca Gamarra, secretaria General y diputada del PP, publicó en su cuenta de X que la huida de Puigdemont dejó un “espectáculo bochornoso” que daña “gravemente la imagen de nuestro país”.
Llegar, hablar y desaparecer
Puigdemont llegó al escenario situado en Arco de Triumfo acompañado de una masa de personas entre las que se encontraban autoridades catalanas, “cargos electorales que tienen responsabilidades en las instituciones de este país” que “no hacían oportuno ni idónea su detención” en ese momento, dijo Eduard Sallent, comisario jefe de los Mossos d’Esquadra, este viernes.
Sallent indicó que el expresidente de la Generalitat de Cataluña abandonó ese espacio acompañado del secretario general de la formación que lidera, Jordi Turull, para dirigirse a una carpa localizada en la parte trasera del escenario. Ágilmente, Turull y Puigdemont se camuflaron con unos sombreros de paja al estilo de las otras personas que se encontraban en esa área de bastidores y, de ahí, subieron rápidamente al coche que los sacó del lugar.
En medio de esta situación, Sallent aseguraba que algunos agentes de los Mossos d’Esquadra presentes en el lugar, percatados de la presencia del dirigente catalán en esa zona anterior al escenario, intentaron acercarse a él, pero fueron repelidos por “un muro” de personas que les dificultaron su acceso.
Una vez perdido de vista el coche, esta fuerza policial activó la “operación jaula”, que implicó la puesta en marcha de fuertes controles en diferentes partes de Barcelona y de Cataluña para intentar dar con él.
Lo que quizás no esperaban es que dos agentes del propio cuerpo policial ayudaran a líder de Junts per Catalunya a llegar y salir de Barcelona con tanta facilidad. Según relató Sallent, los dos fueron detenidos: uno por ser propietario del coche con el que el Puigdemont emprendió la huida y otro por ofrecerle protección en la ciudad.
“Este es un acto reprobable” dijo de ellos el comisario jefe de los Mossos, “no solo dificultaron la detención del señor Puigdemont, si no que han puesto en dificultades al resto de compañeros”.
¿Dónde está ahora Puigdemont?
La duda no es solo dónde está, sino cuándo llegó. Jordi Turull, quien fue visto este jueves acompañando al expresidente de la Generalitat de Cataluña, aseguró este viernes en una entrevista concedida a la emisora de radio autonómica RAC1 que el dirigente catalán se encontraba ya en Barcelona desde el martes. Esto es, un día antes de lo que llegó a anunciar a través de un vídeo en redes sociales.
Los Mossos d’Esquadra desconocen cómo logró entrar en España, afirmó Sallent.
Su regreso definitivo a Bélgica, añadía Turull, se producirá a lo largo del viernes.
No obstante, los Mossos d’Esquadra son escépticos sobre su paradero y no han dejado de buscarlo desde el jueves. “No descarto que este señor se encuentre todavía en Barcelona. No tengo ningún elemento objetivo que apunte que el señor Puigdemont se encuentre en Bélgica, pareciera que eso es lo que me quieren hacer creer”, afirmaba Sallent en rueda de prensa.
“Yo no puedo dar crédito a la persona que acompañó la huida del señor Puigdemont para saber dónde está”, se justificaba. “Hasta que no tengamos la evidencia que el señor Puigdemont está fuera del alcance y de las competencias de los Mossos d’Esquadra, seguiremos buscándolo para dar cumplimiento a la orden de detención que pesa sobre él”, afirmó este viernes el comisario jefe de los Mossos.
Paralelamente a su búsqueda, Sallent informó que mantienen abierta una investigación para averiguar si hay más implicados en este fugaz regreso del expresidente catalán.