(CNN) – Los demócratas abrieron este lunes su convención en Chicago despidiendo a Joe Biden. Y luego el presidente cerró la noche –que se desarrolló con un retraso considerable– con la entrega de la nominación a la vicepresidencia de Kamala Harris.
Biden dijo que elegir a Harris como su compañera de fórmula en 2020 fue “la mejor decisión que tomé en toda mi carrera”.
“Será una presidenta a la que nuestros hijos puedan admirar. Será respetada por los líderes mundiales, porque ya lo es. Será una presidenta de la que todos podamos sentirnos orgullosos. Y será una presidenta histórica que pondrá su sello en el futuro de Estados Unidos”, dijo Biden.
Su paso de la antorcha demostró el cambio de los demócratas. El partido, que estaba profundamente fracturado el mes pasado cuando aumentaron las presiones para que Biden abandonara la carrera presidencial, se unió este lunes por la noche en torno a Harris y en contra de su oponente republicano, el expresidente Donald Trump.
Los demócratas atacaron al candidato republicano por el derecho al aborto. Destacaron los problemas legales del expresidente y cuestionaron su moralidad. Y argumentaron que sus creencias políticas beneficiarían a los ricos, mientras que las de Harris servirían mejor a los trabajadores.
“Un voto es una especie de oración por el mundo que deseamos para nosotros y nuestros hijos, y nuestras oraciones son más fuertes cuando rezamos juntos”, dijo el senador de Georgia, Raphael Warnock, quien también es pastor en la iglesia de Atlanta donde Martin Luther King Jr. una vez predicó.
El partido también hizo hincapié –en términos personales e históricos– en la posibilidad de que Harris se convierta en la primera mujer en ganar la presidencia.
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Hillary Clinton dijo que, aunque se había quedado corta hace ocho años, quería que sus nietos y los nietos de sus nietos supieran que había estado ahí para Harris cuando el “techo de cristal” finalmente se hiciera añicos.
“Ahora es cuando lo rompemos”, dijo. “El futuro está aquí”.
Seis conclusiones de la primera noche de la Convención Nacional Demócrata 2024:
Biden hace una reverencia
Hace un mes, clamaban para que se fuera. Pero este lunes por la noche, los demócratas de Chicago cantaban –y coreaban– una melodía diferente. Una de gratitud por sus décadas de servicio público, amabilidad personal y, menos cómodamente, por pasar la antorcha a Harris.
En su propio discurso, que no comenzó hasta después de una ovación de cuatro minutos, Biden lanzó un animado mensaje de apoyo a Harris y a su compañero de fórmula Tim Walz, antes de dedicar sus palabras a una crítica familiar, pero mordaz a Trump y a un recuerdo detallado de los logros legislativos de su administración.
Empezó recordando la angustia que se apoderó del país en 2020, cuando hizo campaña durante una pandemia mundial y un ajuste de cuentas racial nacional.
Luego comenzó un discurso de despedida, entrelazando golpes contra Trump y, en el auténtico estilo de Biden, una variedad de aforismos sobre el valor de un buen gobierno y los males de la avaricia, las armas, las enfermedades y el autoritarismo.
“Gracias a ustedes –y no exagero–, gracias a ustedes, hemos tenido uno de los cuatro años de progreso más extraordinarios de la historia, y punto”, dijo Biden. “Cuando digo nosotros, me refiero a Kamala y a mí”.
Y cuando el presidente flaqueó o tropezó con una frase, el público le animó a seguir adelante. La ansiedad y las quejas de la primavera y principios del verano, a raíz de su debate con Trump, que en última instancia fracasó en la campaña, habían desaparecido. Los demócratas tuvieron de nuevo la oportunidad de disfrutar de Joe siendo Joe.
“Amo mi trabajo”, dijo Biden en un momento dado, “pero amo más a mi país”. Fue lo más cerca que estuvo de explicar por qué decidió, al final, renunciar a su propia campaña.
Clinton: “El futuro está aquí”
Ocho años después de que Clinton hiciera historia como la primera mujer en ser candidata presidencial de un partido importante, estaba de vuelta en la Convención Nacional Demócrata, instando a los estadounidenses a romper finalmente el “techo de cristal”.
Dijo que los estadounidenses que la respaldaron en 2016 habían “votado por un futuro en el que no haya techos para nuestros sueños”.
Y tras su derrota, “nos negamos a renunciar a Estados Unidos. Millones marcharon. Muchos se presentaron a las elecciones. Mantuvimos la mirada en el futuro”, dijo Clinton. “Pues bien, amigos míos, el futuro ya está aquí”.
“Ojalá mi madre y la madre de Kamala pudieran vernos. Nos dirían: ‘Sigan adelante’”, dijo Clinton. Invocó a Shirley Chisholm, la primera mujer que se presentó a la nominación presidencial demócrata, y a Geraldine Ferraro, la primera mujer candidata a la vicepresidencia. “Shirley y Geri dirían: ‘Sigue adelante’”, dijo Clinton, mientras el público la secundaba con cánticos de “¡Sigue adelante!”.
También relacionó su propia vida –y su pérdida, y su legado– con las esperanzas de Harris en noviembre.
Clinton dijo que ella había puesto muchas grietas en el “más alto y duro techo de cristal”, y ahora Harris está “tan cerca de romperlo de una vez por todas”.
“Cuando una barrera cae para uno de nosotras, cae, cae y despeja el camino para todos nosotras”, dijo Clinton. “Quiero que mis nietos y sus nietos sepan que estuve aquí en este momento, que estuvimos aquí y que estuvimos con Kamala Harris en cada paso del camino. Este es nuestro momento, Estados Unidos. Ahora es cuando nos levantamos. Ahora es cuando nos abrimos paso. El futuro está aquí. Está a nuestro alcance. Vamos a ganarlo”.
Clinton sobre los ataques de Trump: “Me suenan familiares”
Aunque el discurso de Clinton fue en gran medida un alegato a favor de Harris, pareció deleitarse con algunos ataques a su rival de 2016.
Refiriéndose a las condenas de Trump en Nueva York, dijo que el expresidente “hizo su propio tipo de historia: la primera persona en presentarse a presidente con 34 condenas por delitos graves”.
La multitud respondió con cánticos de “¡Enciérrenlo!”. El giro de los demócratas a los cánticos de “¡Enciérrenla!” sobre Clinton que fueron omnipresentes en los mítines de la campaña de Trump en 2016.
Clinton hizo una pausa y sonrió.
Más tarde, dijo que “no es ninguna sorpresa que [Trump] mienta sobre el historial de Kamala. Se está burlando de su nombre y de su risa”.
“Me suena de algo”, dijo Clinton entre dientes.
“Pero ahora lo tenemos huyendo”, dijo. “Así que, digan lo que digan las encuestas, no podemos cejar. No podemos dejarnos llevar por locos agujeros de conejo conspirativos. Tenemos que luchar por la verdad. Tenemos que luchar por Kamala como ella luchará por nosotros”.
El derecho al aborto en el punto de mira
Entre los momentos más conmovedores de la primera noche de la convención se produjo cuando los demócratas arremetieron contra Trump por nombrar a jueces conservadores del Tribunal Supremo que ayudaron a deshacer las protecciones de Roe v. Wade para el derecho al aborto, lo que resultó en un mosaico de leyes de derechos reproductivos de estado a estado.
Amanda Żurawski, una mujer de Texas que sufrió complicaciones en el embarazo que amenazaron su vida, pero no pudo abortar en el estado de color rojo (republicano) intenso, dijo que los estadounidenses “necesitan votar como si las vidas dependieran de ello, porque lo hacen”.
Kaitlyn Joshua, una mujer de Louisiana a la que se negó la asistencia sanitaria tras un aborto espontáneo en otro estado con una prohibición casi total del aborto, dijo que “ninguna mujer debería experimentar lo que yo sufrí, pero demasiadas lo han hecho”.
Hadley Duvall, quien fue violada por su padrastro y se quedó embarazada a los 12 años, dijo que “no puede imaginar no tener elección”.
“Pero hoy, esa es la realidad para muchas mujeres y niñas en todo el país, debido a las prohibiciones del aborto de Donald Trump”, dijo Duvall.
El apoyo al derecho al aborto ha sido el tema más potente de los demócratas en las urnas desde la revocación del caso Roe contra Wade hace dos años.
La historia de Duvall apareció el año pasado en un impactante anuncio del gobernador de Kentucky, Andy Beshear, un demócrata que ganó la reelección en uno de los estados más republicanos del país en gran parte enfatizando su apoyo al derecho al aborto.
“Donald Trump se jacta de arrancar un derecho constitucional a Hadley y a todas las demás mujeres y niñas de nuestro país”, dijo Beshear este lunes por la noche. “Por eso debemos arrancarle cualquier posibilidad de que vuelva a ser presidente”.
Los demócratas restan importancia a la guerra en Gaza
Hay pocos asuntos que hayan dividido a los demócratas –por edad, por ideología, a veces por identidad– como la guerra que Israel mantiene en Gaza.
No es que uno se diera cuenta siguiendo lo que sucedía la noche del lunes.
A primera hora del día, el secretario de Estado, Antony Blinken, anunció que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había aceptado una “propuesta puente” que podría conducir a un alto el fuego. El siguiente paso en las negociaciones, dijo Blinken, “es que Hamas diga que sí”.
En Chicago, fue Biden quien habló más extensamente sobre Israel y Gaza, tocando la fibra sensible de todos los implicados, desde los israelíes asesinados por Hamas el 7 de octubre de 2023 hasta los civiles de Gaza en la actualidad.
“Esos manifestantes en la calle tienen razón”, dijo Biden. “Mucha gente inocente está muriendo, en ambos bandos”.
Las declaraciones de Biden coronaron una jornada en la que los manifestantes antibelicistas llenaron las calles fuera de la convención; los defensores del alto el fuego del Movimiento Nacional de No Comprometidos, que hasta ahora no han conseguido arrebatar a los organizadores de la convención un turno de palabra, celebraron un panel autorizado sobre la cuestión a primera hora del día; y los activistas desplegaron en el vestíbulo una pancarta exigiendo al Gobierno estadounidense que “DEJE DE ARMAR A ISRAEL”.
Pero para la mayoría de los oradores en horario de máxima audiencia, el conflicto de Gaza apenas mereció una mención. Las voces propalestinas estuvieron ausentes, al igual que, en gran parte, las menciones de apoyo a Israel o las condenas del antisemitismo que surgieron durante algunas protestas. Se trata, de forma bastante clara y nada sorprendente, de una cuestión que los demócratas ven poco interés electoral en destacar.
La representante de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez, la legisladora progresista con más probabilidades de abordar el asunto, se mantuvo en gran medida en el mensaje durante sus comentarios, solo virando al hablar de Gaza para aplaudir el trabajo de Harris para poner fin a los combates.
“Está trabajando incansablemente para garantizar un alto el fuego en Gaza y traer a los rehenes a casa”, dijo Ocasio-Cortez entre vítores.
El Proyecto 2025, en el punto de mira
La senadora estatal de Michigan, Mallory McMorrow, subió al escenario este lunes por la noche con un gran accesorio: un libro que contenía la agenda del “Proyecto 2025” de la conservadora Heritage Foundation, tan grande que apenas cabía en el podio.
El momento reflejaba lo ansiosos que están los demócratas por vincular a Trump a lo que McMorrow llamó “un proyecto republicano para un segundo mandato de Trump”.
Aunque el expresidente lo ha desautorizado, los demócratas han enmarcado el Proyecto 2025 –un manual de estrategia de 900 páginas, para un segundo mandato de Trump, redactado en parte por seis de sus exsecretarios de Gabinete y al menos 140 personas que trabajaron en su administración– como la agenda del expresidente.
“Sea lo que sea que pienses que puede ser, es mucho peor”, dijo McMorrow, de 37 años, que saltó al estrellato después de un discurso viral en 2022 contra la retórica anti-LGBTQ de un colega republicano.
Destacó una parte de la agenda que daría a la Casa Blanca un mayor control de los empleos gubernamentales no políticos. Otra, dijo, permitiría a Trump convertir en arma al Departamento de Justicia y “convertir al FBI en su propia fuerza policial personal”.
“Así no es como funciona en Estados Unidos”, dijo. “Así es como funciona en las dictaduras. Y eso es exactamente lo que Donald Trump y sus secuaces de MAGA tienen en mente: una expansión de los poderes presidenciales como ningún presidente ha tenido o debería tener jamás”.
McMorrow dejó el escenario con la promesa de que el libro volvería este martes por la noche, con un énfasis en lo que la agenda del Proyecto 2025 significaría para “tu bolsillo”.