(CNN) – Jessie Peterson sufrió un episodio diabético y fue trasladada a un hospital en Sacramento, California, el 6 de abril de 2023. La joven de 31 años habló con su madre por teléfono dos días después y le pidió que la recogieran en el hospital.
Pero esa llamada telefónica sería la última vez que su familia sabría de ella.
La madre de Peterson llamó al hospital tres días después, pero le dijeron que no había nadie con ese nombre. Dijo que, tras insistir, le dijeron que Jessie había abandonado el hospital en contra del consejo de sus médicos.
La familia de Peterson comenzó una búsqueda incansable, presentó un informe de persona desaparecida, se acercó a la comunidad, publicó volantes con su foto por toda la ciudad e incluso consiguió que su nombre se agregara al sitio web del Departamento de Justicia de Estados Unidos para personas desaparecidas.
Finalmente, más de un año después de su desaparición, una llamada telefónica de un detective de la Oficina del Sheriff del Condado de Sacramento les dio la noticia que temían: se había emitido un certificado de defunción para Jessie.
Una de las hermanas de Jessie fue a la oficina forense del condado de Sacramento, pero le dijeron que sus restos no estaban allí. En cambio, le dijeron que se comunicara con el hospital.
La madre de Peterson, Ginger Congi, se puso en contacto con alguien del hospital que le dijo que volverían a llamar. No hubo ninguna llamada de inmediato, pero una funeraria se puso en contacto más tarde con Congi y le dijeron que el cuerpo de Jessie había sido encontrado en una de las instalaciones de almacenamiento en frío fuera del hospital.
Su cuerpo estaba demasiado descompuesto para una autopsia.
Resultó que Jessie había muerto aproximadamente dos horas después de su última llamada a su madre.
La familia de Jessie demanda al hospital por negligencia
El destino de Jessie fue detallado en una demanda de US$25 millones presentada contra el hospital.
En la demanda, su familia dijo que el hospital nunca les notificó de su muerte y extravió su cuerpo.
La demanda acusa a Dignity Health/Mercy San Juan Medical Center de negligencia, manejo negligente de un cadáver, imposición negligente de angustia emocional y violación del Código de Salud y Seguridad de California.
“Extendemos nuestras más profundas condolencias a la familia en este momento difícil”, dijo Dignity Health en un comunicado. “No podemos hacer comentarios sobre litigios pendientes”.
A Jessie Peterson le diagnosticaron diabetes tipo 1 cuando tenía 10 años, dijo a CNN el abogado de la familia, Marc Greenberg. Había sido hospitalizada por complicaciones de la enfermedad aproximadamente 20 veces a lo largo de su vida, incluidas dos veces en los meses previos a su muerte y nuevamente por última vez el 6 de abril de 2023, dijo Greenberg. En ocasiones, luchó contra la adicción y la falta de vivienda, dijo.
Al día siguiente de su muerte, el cuerpo de Peterson fue llevado a una morgue cercana.
“El 9 de abril de 2023, el hospital Mercy San Juan trasladó el cuerpo de Jessie a una cámara frigorífica. Jessie fue colocada en el estante número rojo 22 A y olvidada”, afirma la denuncia.
“La familia de Jessie no fue notificada de su fallecimiento, a pesar del extenso contacto previo entre el hospital y la familia de Jessie, así como del hecho de que Ginger figuraba como pariente más cercano de Jessie”, afirma la demanda.
El 4 de abril de 2024, unos 362 días después de su muerte, se emitió un certificado de defunción de Jessie Peterson, firmado por un médico del Mercy San Juan Medical Center que no figura como acusado en la demanda.
Poco más de una semana después, un detective de la Oficina del Sheriff del Condado de Sacramento le dijo a la familia que Peterson había muerto.
No está claro qué provocó la demora en la emisión del certificado de defunción de Peterson. El Código de Salud y Seguridad de California establece que el médico que atiende al paciente debe completar la información dentro de las 15 horas posteriores a su muerte.
La descomposición durante el año que el cuerpo de Peterson estuvo almacenado no permitió realizar un funeral con ataúd abierto o incluso una autopsia para determinar si hubo alguna negligencia médica, afirma la demanda.
“Debido a que la muerte de Jessie no fue informada a la familia hasta un año después de su muerte, se hizo imposible realizar una autopsia para determinar si la negligencia médica jugó algún papel en su muerte”, según el expediente.
“Cuando piensan en ella ahora, piensan en ella en un estante dentro de una bolsa para cadáveres en lugar de pensar en cómo era”, dijo Greenberg sobre la familia de Peterson. “Realmente no tienen la certeza de saber qué diablos sucedió en realidad”.