(CNN Español) – España y México escribieron esta semana un nuevo capítulo sobre sus relaciones diplomáticas, cada vez más tirantes, debido a los desencuentros causados por la toma de posesión de Claudia Sheinbaum como presidenta de México el próximo 1 de octubre.
La Cancillería española informó a última hora de este martes que no enviará ninguna representación de ningún nivel a ese acto a causa de la “inaceptable” exclusión del Rey Felipe VI. Una posición de peso que la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, defendía este miércoles por la mañana a la par que se lamentaba, dado que según ella “el pueblo mexicano es un pueblo hermano”.
Por su parte, Sheinbaum clarificó este miércoles en un comunicado compartido en sus redes sociales que su intención era solo invitar al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, con quien llegó a hablar sobre el asunto unos días atrás.
El origen del malestar diplomático
Tal como añade Sheinbaum en el comunicado, el distanciamiento con la Casa Real de España inicia en marzo de 2019, cuando Andrés Manuel López Obrador, en su primer año al frente del Gobierno de México, mandó una carta personal al jefe de Estado español reflexionando sobre los casi 200 años de independencia del país y exponiendo los agravios causados por España quinientos años atrás durante la conquista de México.
Una exposición que culminaba exhortando al España a que “admita su responsabilidad histórica por esas ofensas y ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan”. Un trabajo que López Obrador proponía realizar de forma bilateral “para lograr el objetivo de realizar en 2021 una ceremonia conjunta al más alto nivel” donde “el Reino de España exprese de manera pública y oficial el reconocimiento de los agravios causados”.
El pedido no recibió respuesta por parte de la Casa Real y tomó por sorpresa al Gobierno español, que lamentó “profundamente” que se hiciera pública la carta “cuyo contenido rechazamos con toda firmeza”. “La llegada, hace quinientos años, de los españoles a las actuales tierras mexicanas no puede juzgarse a la luz de consideraciones contemporáneas”, rezaba un comunicado compartido por la Cancillería española en nombre del Ejecutivo.
López Obrador volvió a abordar este asunto en un par de ocasiones más, la primera en una conferencia de prensa “mañanera” en julio de 2021. En la segunda ocasión, ya más subida de tono, el presidente de México sugirió en febrero de 2022 “pausar” las relaciones con España hasta que llegase un nuevo Gobierno. “Me gustaría que posterguemos la normalización para darnos un respiro que creo que nos conviene a los mexicanos y españoles”. Unas palabras que López Obrador acompañó de fuertes críticas hacia las empresas españolas, a las que acusó de estar beneficiándose de políticas que favorecían los intereses privados.
Estas declaraciones fueron “tajantemente” rechazadas por el Ejecutivo español en 2022, que las consideró de “descalificaciones”. No obstante, desde el Ministerio de Asuntos Exteriores español respondieron con un tono más suave apuntando a que trabajarían “siempre por mantener las mejores relaciones con México”.