(CNN) – Una mujer escocesa acusada de acosar al creador y protagonista de “Bebé reno” (“Baby Reindeer” en su título original), Richard Gadd, puede seguir adelante con su demanda por difamación contra Netflix, después de que un juez federal de California se negara a desestimar todas las demandas.
En un fallo publicado el viernes, el juez R. Gary Klausner escribió que, si bien las “supuestas acciones de Fiona Harvey son censurables”, las diferencias en cómo el programa las retrató “podrían producir un efecto diferente en la mente del espectador” y, por lo tanto, en la de los acusados.
CNN se ha puesto en contacto con Gadd y Netflix para pedirles comentarios.
En una declaración a CNN, en junio, un portavoz de Netflix dijo: “Tenemos la intención de defender enérgicamente este asunto y defender el derecho de Richard Gadd a contar su historia”.
En la miniserie de Netflix, galardonada con seis premios Emmy, Gadd relata lo que se anuncia como una “historia real” de acoso por parte de una mujer que le bombardea con más de 40.000 correos electrónicos y cientos de horas de mensajes de voz.
El programa encabezó las listas de los más vistos en todo el mundo tras su estreno en abril, generando titulares y especulaciones sobre los personajes y quién los inspiró. Harvey, que fue rápidamente localizada por detectives en línea que la etiquetaron como la “verdadera Martha Scott”, presentó en junio una demanda ante el Tribunal del Distrito Central de California, solicitando un juicio con jurado y una indemnización por daños y perjuicios de US$ 170 millones.
Gadd declaró anteriormente al periódico británico The Guardian que la historia es “emocionalmente muy real… Pero queríamos que existiera en la esfera del arte, así como proteger a las personas en las que se basa”.
Sin embargo, sus repetidas peticiones de que los espectadores dejaran de intentar averiguar la identidad real de los personajes de su historia no fueron escuchadas.
En la demanda, Harvey alega “varias diferencias clave” entre ella y el personaje de Martha, que acosaba al personaje de Gadd, Donny Dunn. En concreto, Harvey afirma que los telespectadores llegaron a la conclusión de que ella también era “una delincuente condenada dos veces que pasó cinco años en prisión por acoso”, había “acosado a un agente de Policía”, “agredido sexualmente a Gadd en un callejón”, “atacado violentamente a Gadd… le arrancó los ojos con los pulgares” y “acechaba a Gadd esperándole fuera de su casa todos los días hasta 16 horas al día”.
En su sentencia, el juez Klaussner aborda el argumento de Netflix de que estos ejemplos eran “sustancialmente verdaderos”, una defensa comúnmente utilizada contra la difamación que sostiene que el sentido general de una afirmación es cierto. La compañía de streaming argumentó que, aunque Harvey no es una criminal condenada dos veces, “podría haber sido condenada y sentenciada a cinco años de prisión”, y que ella “manoseó” a (Gadd), pellizcándolo y tocando varias partes de su cuerpo, incluido su “trasero”, sin su consentimiento.
Klausner no estuvo de acuerdo con el argumento de Netflix, y escribió que “hay una gran diferencia entre acosar y ser condenado por acoso en un tribunal de justicia. Del mismo modo, hay grandes diferencias entre tocamientos inapropiados y agresión sexual, así como entre empujar y arrancar los ojos a otra persona”.
Klausner también sostuvo que Harvey puede ser capaz de demostrar “malicia real” si Netflix representa a sabiendas hechos ficticios como hechos reales. Como prueba potencial de esto, se refirió a la información de The Sunday Times, citando fuentes de la industria de la televisión, que Gadd supuestamente tenía preocupaciones de representar “Bebé reno” como completamente cierto, y que la obra de teatro de la que se adaptó el espectáculo se anunciaba como “basada en una historia real”.
Aunque el juez admitió a trámite las demandas por difamación e imposición intencionada de angustia emocional, desestimó las demandas de Harvey por negligencia, negligencia grave y derecho de publicidad, así como su petición de daños punitivos.