(EFE) – Venezuela y Rusia planean suscribir nuevos acuerdos en una comisión mixta que celebrarán en noviembre con vistas a establecer una alianza “estratégica” para la próxima década, informó este miércoles el Gobierno de Nicolás Maduro.
Según una nota oficial, la Comisión Intergubernamental Rusia y Venezuela se llevará a cabo el 7 de noviembre -sin especificar el lugar-, en la que delegaciones de ambos países aliados “sellarán lazos trascendentales para los próximos diez años”.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien se encuentra de visita en la ciudad rusa de Kazán, aseguró que su país está preparado para “seguir recibiendo inversión” procedente del gigante euroasiático, con el fin de fortalecer la alianza con “la gran Rusia”.
“Todas las delegaciones están preparadas para avanzar en temas de cooperación bilateral”, sostuvo Maduro, citado en la nota publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Este miércoles, el presidente ruso, Vladímir Putin, recibió a su homólogo venezolano y aseguró que el país caribeño es “uno de los viejos y fiables socios de Rusia en América Latina y en el mundo en general”, a la vez que aseguró que las relaciones bilaterales de “asociación estratégica” siguen “fortaleciéndose”.
Por su parte, Maduro, que viajó de sorpresa a la nación euroasiática a propósito de la cumbre BRICS en Kazán, expresó que este grupo de economías emergentes forma parte de “una nueva geopolítica, donde las nuevas superpotencias”, como “China, como Rusia, como la India, puedan practicar relaciones de respeto y cooperación con los pueblos del Sur y del Este global”.
El pasado septiembre, la vicepresidenta ejecutiva y ministra de Petróleo venezolana, Delcy Rodríguez, adelantó que ambos países impulsarán proyectos de gas a partir de 2027 y, en ese sentido, aseguró que están en “proceso de estudios” y “exploraciones” para “profundizar” en la “cooperación energética”.
Putin fue uno de los primeros líderes en felicitar a Maduro por su controvertida reelección en los comicios del 28 de julio, mientras que numerosos Gobiernos de Occidente se niegan a reconocer el triunfo del chavista y exigen mayor transparencia a las autoridades electorales venezolanas.