(CNN) – Irán se apresuró a minimizar el impacto de los ataques de Israel en su territorio este fin de semana, sugiriendo que ha tomado una salida para evitar una guerra más amplia, pero el ataque estableció un precedente que la República Islámica ha tratado de evitar desde su creación hace 40 años.
Los adversarios habían pasado décadas evitando la confrontación directa, eligiendo en su lugar intercambiar golpes en una guerra en la sombra. Israel utilizó operaciones clandestinas para matar a figuras clave iraníes y ejecutar ciberataques en instalaciones vitales mientras Irán continuaba activando sus milicias árabes aliadas para atacar al estado judío.
El ataque del sábado supuso la primera vez que Israel reconocía haber atacado a Irán, sacando a la luz la guerra en la sombra y cruzando un umbral que ha llevado a algunos en la República Islámica a cuestionar la capacidad de disuasión del país.
En abril, después de que Irán atacara Israel en represalia por lo que calificó como un ataque israelí contra su edificio diplomático en Damasco, la capital siria, funcionarios estadounidenses afirmaron que Israel respondió atacando Irán apenas unos días después. Israel no reconoció públicamente ese ataque.
El último ataque, sin embargo, fue diferente. Israel dijo abiertamente que llevó a cabo “ataques precisos” contra objetivos militares en Irán.
“Israel tiene ahora una mayor libertad de operación aérea en Irán”, dijo el portavoz militar israelí Daniel Hagari, alabando los logros del ataque.
Poco después del asalto, los medios de comunicación estatales iraníes publicaron imágenes que mostraban cómo la vida cotidiana continuaba con normalidad en sus ciudades. Las escuelas seguían funcionando y las calles de Teherán aparecían atascadas por el tráfico. Los comentaristas de la línea dura se burlaron del ataque en televisión y los memes de las redes sociales se mofaron de la naturaleza limitada de la respuesta israelí.
Debate interno emergente
En sus primeros comentarios tras el ataque, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, optó por dar una respuesta moderada, afirmando que los ataques no debían “ni exagerarse ni minimizarse”.
Pero esa ola inicial de rechazo acabó disipándose y surgió un debate interno sobre si Irán debía dar una respuesta dura para evitar que los ataques israelíes se normalizaran contra un régimen centrado en su propia supervivencia.
“La sensación es que si no responden normalizarán la idea de que Israel puede atacar Teherán sin obtener respuesta”, declaró Trita Parsi, vicepresidente ejecutivo del Quincy Institute for Responsible Statecraft de Washington, y añadió que existe el “temor de que si no hacen algo ahora Israel empiece a tratar a Irán como lo hizo con Siria, lo que significa que de vez en cuando (los israelíes) atacarán”.
Los ataques, que fueron una respuesta a un ataque iraní contra Israel hace tres semanas, se mantuvieron alejados de las instalaciones nucleares y petroleras - en lugar de atacar lo que fue descrito por los militares israelíes como “sistemas estratégicos en Irán” que llevan “gran importancia”. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que los sistemas de defensa de Irán y su capacidad para exportar misiles resultaron gravemente dañados. CNN no ha podido verificar de forma independiente estas afirmaciones.
Funcionarios iraníes dicen que algunos sitios militares sufrieron “daños menores” que fueron “rápidamente reparados”. Cinco personas murieron, entre ellas cuatro miembros del Ejército, según el Gobierno iraní.
Sin embargo, los expertos afirman que los daños fueron más importantes de lo que Teherán ha reconocido.
“Las defensas aéreas de Irán y algunos de los radares que son cruciales para identificar los misiles entrantes, parece que fueron destruidos en la primera oleada”, dijo Nicole Grajewski, integrante del Programa de Política Nuclear de la Fundación Carnegie para la Paz Internacional.
El prolongado equilibrio de poder impidió una guerra regional, hasta que Hamas, apoyado por Irán, atacó Israel desde Gaza el año pasado, matando a 1.200 personas y tomando más de 250 rehenes. Ello provocó una feroz embestida israelí que ha destruido el enclave y matado a más de 42.000 palestinos. La expansión de ese conflicto al sur del Líbano llevó a Israel a matar a Hassan Nasrallah, el líder de Hezbollah, el apoderado más formidable de Irán, y diezmó la jerarquía de mando de la organización.
La degradación de las milicias aliadas más fuertes de Irán, Hamas y Hezbollah, así como los ataques del fin de semana contra Irán, han avivado otro debate interno en Irán: si los apoderados regionales son una disuasión eficaz.
“Ciertamente hay voces dentro de la clase política que cuestionan la eficacia de la doctrina de la “defensa avanzada”, o la noción de que la red de alianzas regionales de Irán puede proporcionar un paraguas de seguridad. Si eso está cambiando, un aspecto natural del debate es qué podría ocurrir para restaurar la disuasión”, Mohammad Ali Shabani, editor de Amwaj.media, un sitio de noticias con sede en Londres centrado en Irán, Iraq y la Península Arábiga.
La opción nuclear
Desde que la administración Trump abandonó el acuerdo nuclear con Teherán en 2018, para poner freno a su programa nuclear, la República Islámica ha ido aumentando gradualmente el enriquecimiento de uranio, un ingrediente clave de una bomba nuclear si se purifica a un alto nivel. Sus reservas han alcanzado el 60% de pureza, a un paso del grado de armamento, que es del 90%.
Las autoridades iraníes han declarado en repetidas ocasiones que no tienen intención de convertir el programa nuclear del país en un arma, al tiempo que utilizan su potencial como palanca en las negociaciones con Occidente.
A medida que Israel continúa desintegrando la capacidad de disuasión de Irán, las voces minoritarias en la República Islámica que favorecen el armamentismo de su programa nuclear son cada vez más fuertes, dijo Parsi. “La trayectoria y el impulso están con los que dicen que si Irán tuviera realmente una disuasión nuclear esto no estaría ocurriendo”.
Los expertos ponen en duda la capacidad de Irán para construir rápidamente un arma nuclear, incluso en el caso de que pueda purificar el uranio hasta convertirlo en armamento. El proceso para construir y probar una bomba atómica puede llevar años, dejando a Irán vulnerable a los ataques israelíes contra sus instalaciones nucleares.
La opción de la bomba nuclear es “mucho más pública ahora” y se ha “normalizado en la conversación”, pero Israel ha sido capaz de desbaratar el programa nuclear iraní en el pasado y puede ser capaz de hacerlo de nuevo, dijo Grajewski.
Parsi consideró que si los israelíes atacan las instalaciones nucleares de Irán, independientemente de si los iraníes pueden conseguir una bomba rápidamente o no, Teherán intentará construir un arma nuclear.
“Incluso los presidentes estadounidenses más belicistas no han sido partidarios de realizar ataques militares porque el resultado más probable es que, en algún momento, eso haga que Irán se vuelva nuclear”, dijo Parsi.