(CNN) – Cualquiera que siga mínimamente la política estadounidense debe haber escuchado alguna versión de esta afirmación: las elecciones de 2024, que elegirán a un presidente para un país de más de 330 millones de personas, serán definidas por un pequeño número de votantes en algunos estados clave.
En 2020, Joe Biden convirtió un puñado de estados rojos en azules para derrotar al entonces presidente Donald Trump. La diferencia entre la victoria y la derrota fue una pequeña fracción de votantes en esos estados.
En 2024, nuevamente podrían ser pequeños márgenes en estos pocos estados los que marquen la diferencia entre otra presidencia republicana de Trump o una victoria para la vicepresidenta Kamala Harris, la candidata demócrata.
Con todo, decir que un pequeño número de votantes “decide” la elección es una gran simplificación del sistema estadounidense y de cómo ha evolucionado. Aquí, una explicación de cómo realmente funciona.
Cuando los votantes emiten sus votos, ya sea en el día de la elección o de forma anticipada, en realidad están seleccionando a una lista de electores vinculados al candidato que gana el voto popular en cada estado.
Luego, los electores son los que emiten los votos para presidente y vicepresidente en la capital de cada estado el 17 de diciembre. Ese encuentro es conocido como el Colegio Electoral, y está requerido en la Constitución.
El Colegio Electoral está compuesto por un total de 538 electores, que se dividen entre los 50 estados y el Distrito de Columbia. Cada estado obtiene al menos tres votos, dependiendo del tamaño de su delegación en el Congreso.
Los estados más pequeños obtienen tres (tienen dos senadores y un miembro del Congreso). La ciudad de Washington también obtiene tres. Los estados más poblados obtienen muchos más. California obtiene 54 votos electorales (tiene dos senadores y 52 distritos congresionales). Texas tiene 40, Florida tiene 30, Nueva York tiene 28 y así sucesivamente.
El ganador de la elección es el candidato a presidente que obtenga 270 votos electorales o más. Si ningún candidato llega a los 270 votos electorales, la Cámara de Representantes elige al ganador entre los candidatos que obtuvieron votos electorales.
En las elecciones presidenciales de 2016 o 2020, una docena de estados se decidieron por 5 puntos porcentuales o menos.
Visto de otra manera, podemos esperar que aquellos estados donde las elecciones pasadas fueron reñidas también vuelvan a serlo en 2024. Las encuestas respaldan esta idea.
¿Cuáles son los estados de tendencia electoral incierta o “swing states” en 2024?
Se cree que hay siete estados que podrían ser ganados por cualquiera de los dos candidatos, lo que los convierte en estado de tendencia electoral incierta o “swing states”. Como resultado, las campañas han centrado su energía en estas áreas. Se pueden dividir en dos categorías generales.
Tres campos de batalla en el Medio Oeste, también conocidos como “el muro azul”: Son los estados con gran presencia de manufactura y sindicatos de Pensilvania, Michigan y Wisconsin. Solían ser demócratas, pero han cambiado en los últimos años a medida que su demografía cambió; por lo que Trump ha logrado atraer a votantes blancos sin título universitario.
Cuando Trump ganó la Casa Blanca en 2016, ganó los tres. Cuando Biden ganó en 2020, ganó los tres. Si Harris gana los tres este año, probablemente tendrá los votos electorales necesarios para convertirse en la próxima presidenta. Pero las encuestas sugieren contiendas reñidas en los tres. La participación será clave, lo que para Harris significa atraer a mujeres suburbanas y votantes negros. Los tres estados tienen centros urbanos.
Los tres estados del muro azul suelen votar de la misma manera. La última vez que no fueron todos al mismo candidato fue en 1988, notablemente también un año en que California era republicana y Virginia Occidental era demócrata. En las ocho elecciones desde 1988, la única vez que los estados del muro azul fueron para un republicano fue en 2016, cuando fueron ganados por Trump.
Cuatro campos de batalla del “Cinturón del Sol”: Estos estados con poblaciones en crecimiento incluyen Arizona y Nevada en el Oeste y Carolina del Norte y Georgia en el Este. Arizona, Georgia y Carolina del Norte solían ser republicanos. Trump ganó Carolina del Norte dos veces, pero los márgenes fueron estrechos en 2020. El último demócrata en ganar allí fue Barack Obama en 2008. Biden fue el primer demócrata en ganar Georgia desde Bill Clinton en 1992 y Arizona desde Clinton en 1996.
Un voto en Nebraska es un campo de batalla: 48 estados otorgan sus votos electorales al ganador en su estado. Nebraska y Maine lo hacen de manera diferente, otorgando votos por distrito congresional. El estado de Nebraska es territorio seguro para Trump, pero el distrito congresional alrededor de Omaha es un campo de batalla. Ese voto podría terminar siendo muy importante en caso de una contienda reñida en el Colegio Electoral.
Nota: Es la situación inversa en Maine, el único otro estado que no otorga todos sus electores al ganador estatal. Trump podría obtener un solo voto electoral en Maine.
Este artículo contó con información de Zachary B. Wolf y Renée Rigdon de CNN.