(CNN) – Es importante, en cualquier entorno político, priorizar las cosas que te preocupan.
Permíteme, como alguien cuyo sustento depende de relatar las andanzas de los multimillonarios megalómanos, ofrecerte algo de orientación:
El hecho de que Donald Trump le haya pedido a Elon Musk supervisar un “departamento” gubernamental recién inventado, con el nombre de una criptomoneda basado en un meme de un Shiba Inu de hace 14 años, podría ser la preocupación número 874 de una lista de 1.000 cosas que me mantienen despierto por la noche.
En pocas palabras: Musk es la persona más rica del mundo. Y quiere seguir siendo la persona más rica del mundo. Para hacer eso, tiene que seguir interpretando el papel del excéntrico genio compañero del hombre fuerte de Trump en la Casa Blanca.
Por si te lo perdiste: el presidente electo dijo este martes que Elon Musk y Vivek Ramaswamy, un ex empresario farmacéutico convertido en conspiracionista de derecha, liderarán un nuevo “Departamento de Eficiencia del Gobierno”. En el estilo característico de Musk, el acrónimo “DOGE” es una referencia sutil al meme-cripto que él ha estado promoviendo durante los últimos años hasta convertirlo en un activo de US$ 60.000 millones (un valor de mercado que eclipsa a empresas como Ford y United Airlines a pesar de no tener un caso de uso o producto tangible).
El objetivo es “desmantelar la burocracia gubernamental, reducir las regulaciones excesivas, recortar gastos innecesarios y reestructurar las agencias federales”, dijo Trump en una declaración en su sitio Truth Social.
Por qué es un plan muy tonto: Elon y Vivek son animadores, no contadores, y este “departamento” no es un departamento, sino una comisión que operaría fuera del gobierno. (Un departamento necesita autorización del Congreso, y no está claro que incluso un Congreso completamente republicano quiera tener algo que ver con esto). Ellos pueden aconsejar sobre el gasto todo el día, pero solo los legisladores elegidos tendrán el poder de realizar realmente los recortes.
Al anunciar la creación de la comisión, Trump dijo que DOGE se convertiría en “potencialmente, ‘El Proyecto Manhattan’ de nuestro tiempo”.
Y 15 minutos después, Musk opinó en X con una propuesta menos dramática pero más creíble: “Departamento de Eficiencia del Gobierno. El merch estará 🔥🔥🔥”
Si necesitas más pruebas de lo tonto que es todo esto, nota (como señalaron muchos comentaristas en línea) que el departamento de eficiencia está siendo supervisado por dos personas.
“DOGE es un comité inofensivo creado para hacer que algunos multimillonarios se sientan importantes”, escribió Gordon L. Johnson II, CEO de GLJ Research y un destacado crítico de Musk y vendedor en corto de Tesla, en una nota. “Parece claro, una vez más, que el Sr. Musk ha hecho promesas que son matemáticamente imposibles … (y) no tiene idea de cómo funciona el proceso de asignación de fondos”.
Secretario de promesas incumplidas
Por supuesto, todo esto es típico de Musk, el gurú tecnológico lleno de promesas audaces que nunca se han hecho realidad (como los Robotaxis operativos en las calles, la conducción completamente autónoma, la capacidad de enviar humanos a Marte para 2024, etc.).
Y su nueva obsesión con la “eficiencia” gubernamental casi con certeza terminará en la lista de proyectos que no puede cumplir.
No es que no tenga tiempo: ha logrado mantener contentos a los accionistas de Tesla a pesar de sus muchas distracciones, como convertir a Twitter en una máquina de propaganda de extrema derecha y, según informes, construir un enorme complejo en Texas para sus 11 hijos y sus madres. (Musk ha negado los informes sobre el complejo.)
En la campaña del mes pasado, le preguntaron a Musk cuánto pensaba que podría recortar del presupuesto nacional de US$ 6.5 billones.
Y como cualquier persona que ha ido demasiado lejos, buscó una respuesta que pareciera creíble: “Bueno, creo que podríamos hacer al menos US$ 2 billones”, dijo.
Dos billones. Al menos. Porque todo el mundo sabe que el gobierno federal está sobrecargado e ineficiente, y ya es hora de decirle a esos funcionarios gordos de DC que consigan un trabajo real … Excepto que así no funciona el presupuesto.
Algunos números rápidos: el año fiscal pasado, el gobierno de EE. UU. gastó un total de US$ 6.1 billones, según la Oficina de Presupuesto del Congreso. De ese total, US$ 1.7 billones fueron “gastos discrecionales”, el tipo de gastos que el Congreso tiene que aprobar cada año, que cubre todo, desde los desembolsos militares hasta la atención médica de los veteranos y los salarios de los trabajadores federales. El resto del presupuesto cubre programas de beneficios como Medicaid y Seguridad Social, y pagos por intereses sobre la deuda.
Para acercarse siquiera a eliminar US$ 2 billones del presupuesto, los bros de DOGE tendrían que convencer al Congreso de recortar el gasto en defensa, despedir a los trabajadores federales y recortar los programas que mantienen carreteras y puentes.
Musk tendría suerte si encuentra US$ 200.000 millones en el presupuesto federal, dijo el exsecretario del Tesoro Larry Summers en el Club Económico de Nueva York este martes.
Y sumando al coro de razonamientos sólidos en ese evento, Glenn Hubbard, economista y ex decano de la Escuela de Negocios de la Universidad de Columbia, dijo: “Es simplemente matemáticamente imposible encontrar US$ 2 billones .”
Resumen: Musk posee seis empresas diferentes, total o parcialmente, pero su trabajo principal, últimamente, es ser el hombre de hype del presidente electo. Incluso Trump bromeó con los republicanos de la Cámara este miércoles diciendo que no puede deshacerse de Musk, dijo una fuente en la sala a CNN. “Le encanta Mar-a-Lago”, dijo Trump.
Esa parece ser una estrategia ganadora para que el hombre más rico del mundo se asegure de seguir siendo el hombre más rico, un estatus que depende en gran medida del valor de mercado de Tesla, como escribe David Goldman de CNN.
A los accionistas no parece importarles el trabajo político extra de Musk: las acciones de Tesla han subido un 31% desde el Día de las Elecciones, porque los inversionistas creen que la influencia de Musk en el gobierno de Trump traerá una era de desregulación que beneficiará a la compañía. Y eso significa que Musk, como el mayor accionista individual de Tesla, es hoy US$ 55.000 millones más rico que hace una semana.