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En fotos: formas de evitar la intoxicación alimentaria
Las aves de corral no cocinadas del todo son la principal fuente de intoxicación alimentaria pues las bacterias –tales como el Campylobacter– prosperan si no mueren mediante las altas temperaturas de cocción a las que toda la carne debe ser sometida.
La mejor manera de evitar la enfermedad es lavarte regularmente las manos y las superficies de la cocina, y cocinar completamente todas las aves de corral.
Lo mejor es no dejar las comidas sabrosas afuera por demasiado tiempo puesto que las bacterias dañinas florecen a temperatura ambiente.
Actualmente, los pollos en el Reino Unido son vacunados contra la Salmonella, una peligrosa bacteria que puede ser encontrada en la carne cruda de las aves de corral.
Además, la carne molida puede convertirse en un caldo de cultivo de bacterias. Cuando se mezcla toda la carne, cualquier germen en la superficie puede propagarse profundamente dentro de los productos.
El calor y las llamas incontrolables de una parrillada algunas veces provocan que las tortas de carne para las hamburguesas queden crudas... siempre asegúrate de que estén bien cocidas para evitar un malestar estomacal.
Por otro lado, los filetes permanecen contaminados principalmente por fuera... así que siempre que el exterior esté cocinado, es seguro que comas la carne por dentro.
La carne no es la única culpable cuando se trata de enfermedades relacionadas con los alimentos. Los vegetales, frutas y frutos secos también pueden ser portadores de bacterias dañinas.
Los gérmenes que viven en las cortezas o en las cáscaras de la fruta y los vegetales pueden contaminar el interior cuando los cortas. La mejor práctica es lavar tu comida antes de prepararla.
Los granos, como el arroz, también pueden ser causantes de intoxicación alimentaria. La bacteria Bacillus se encuentra comúnmente en los campos de arroz y puede tener efectos nocivos si el arroz no se cocina o se recalienta por completo.
1 de cada 6 personas en Estados Unidos se enferma a causa de enfermedades transmitidas por los alimentos así que aquí tienes un freno para saber cómo combatir esas desagradables bacterias. En la foto, la bacteria Clostridium difficile.
La 'zona de peligro' es entre 40 y 140 grados Fahrenheit ya que este es el rango de temperatura ideal para que las bacterias se multipliquen. En la foto, la Salmonella que crece en una placa de Petri.
En general, los alimentos deben ser recalentados hasta que estén muy calientes ya que esto mata los gérmenes que reaparecen después de que la comida se ha enfriado. En la foto, las bacterias de Salmonella.