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Los huéspedes más insorportables
Padres desatentos - ¿Quién no amaría estos preciosos ángeles? Sus padres —quienes parecerían haber cedido el control de sus hijos— son otra historia. Los padres desatentos son los huéspedes de hotel más irritantes, según el Estudio de Etiqueta en los Hoteles de 2015.
Alborotadores del pasillo — Ellos han convertido la tina en un enfriador de cervezas, y ya se han tomado 17 tragos. Confrontar a los alborotadores del pasillo, la segunda categoría más irritante de huéspedes de hotel, es un asunto arriesgado.
Quejumbrosos — El vino en el bar está un par de grados demasiado frío y las amas de llaves no doblaron nítidamente el papel de baño. Más de la mitad de los encuestados piensan que los quejumbrosos son irritantes.
Parranderos en la habitación — ¿Qué están haciendo aquí? ¿Y cuántas personas hay en la habitación 207? Quizá solo sean dos personas saltando en la cama. Sea cual sea el caso, los parranderos en la habitación le agotan la paciencia al 52% de los encuestados
Peleoneros - ¿Para qué salir de la ciudad a hacer lo que fácilmente podrías hacer en casa? Los huéspedes peleoneros molestan a un cuarto de los encuestados.
Los fiesteros en la piscina — Ellos han convertido un estanque utilitario en un recinto de desafortunados pasos de baile. Los fiesteros en la piscina enervan al 22% de los encuestados.
Amantes indiscretos - Un quinto de los encuestados considera que el estribillo de las relaciones sexuales indiscretas es desagradable. ¿Tal vez el resto de los huéspedes son fanáticos de los amoríos escandalosos?
Quienes se besuquean en el jacuzzi — Sabemos que ya tienen una habitación... quienes se besuquean en el jacuzzi enojan al 20% de los encuestados.
Hombres de negocios borrachines en el bar — A algunos huéspedes les desagrada lo mucho que chocan esos cinco.
Parlanchines del elevador — Silencio, el 6% de los encuestados preferirían subir y bajar a sus habitaciones sin la agresión verbal del parlanchín del elevador.