Hernán Castillo, periodista de CNN Radio Argentina.

(CNN Radio Argentina) – Por Hernán Castillo (Enviado especial)

Resulta que la Copa América nos está mostrando estadios vacíos. Y eso preocupa. Pero no sorprende. Aunque hay datos que dejan en evidencia aún más toda esta historia.

La asistencia de Flamengo en el Brasileirao es de un promedio de 46.591 personas; y el de la Copa América es de 25.034. Recién el sexto lugar entre los equipos que más llevan público en el torneo brasileño se asemeja al promedio de esta Copa América, ya que Inter de Porto Alegre lleva 29.984 por partido (también supera ese promedio).

Los precios de las entradas se dividen en cinco categorías, aunque algunos estadios solamente tienen cuatro. Las más baratas son de 30 reales y en la final se paga 890 la más cara; un promedio general de 450 reales. Un dólar son 3.89 reales.

Ahora bien. ¿A alguien puede sorprenderle? Francamente no. El Mundial es un golazo turísticamente hablando. La Copa América lo es recién en la semifinal o final. Difícilmente antes. Si ves la Eurocopa y te da envidia o te quieren hacer creer que allá se llenan los estadios hay una explicación simple. Viajar por Europa en las aerolíneas low cost puede salir ida y vuelta en el día 20 euros… ni hotel necesitás porque los viajes incluso se pueden hacer en un par de horas.

¿Qué hacer entonces? Bajar los precios no sería mala idea. Y si ven que el estadio no va a llenarse (Paraguay-Qatar fue presenciado por 9.500 personas) llenen de chicos de las escuelas que vivirán una experiencia única. Fue una idea. Anoten.

Público se busca. Sí, paga mejor, pero a esta altura ver un estadio lleno queda solamente para cuando juega Brasil o cuando está la Selección Argentina y solo debido a Messi. ¿Después? Después se verán butacas vacías. Porque falta público, pero también ideas.