(CNN Radio Argentina) – Graciela Ocaña, diputada nacional de Juntos por el Cambio, pasó este martes por el dial de CNN Radio y expresó que el exministro de Salud de la Nación, Ginés González García, es “un ciudadano VIP, mientras hay muchos argentinos esperando para regresar desde el exterior”.
Personas ligadas al Gobierno y funcionarios “tienen la posibilidad de evitar colas. Es la Argentina que hay que cambiar para que todos tengan los mismos derechos, no importa si son cercanos o no al poder”, agregó la legisladora tras el regreso al país de González García desde Madrid en un momento de restricciones para los pasajeros que ingresan por vía aérea.
“El Gobierno insiste con una receta que ya usó”, remarcó en el programa Café con Pepe en alusión a estas limitaciones para viajeros. “Todo llama la atención. Existen distintos mecanismos para utilizar. Otros países no prohíben el ingreso de connacionales. Hay varias forma de solucionarlo, como controlar a las personas que llegan. El Estado no puede hacerlo y entonces prohíbe. Es inédito y gravoso para los argentinos. Se trata de una medida para facilitarle a (Axel) Kicillof el manejo de la pandemia frente a la imposibilidad de llevar adelante los controles. Los ciudadanos que viajan tienen derechos”, acotó.
“El Gobierno les dio el control de Ezeiza a dos monotributistas que no controlaban. Pasamos de eso a prohibir el ingreso”, sopesó en diálogo con Pepe Gil Vidal y Jorgelina Vidal.
“Hay millones de argentinos esperando la segunda dosis de la vacuna. Rusia tiene problemas para producir a escala el segundo componente de Sputnik V y eso es lo que estamos sufriendo”, enfatizó.
Ocaña manifestó que “el gobierno de la Provincia de Buenos Aires y funcionarios nacionales están obsesionados con Mauricio Macri. El problema no es un ciudadano que fue presidente sino cómo resolvemos los inconvenientes de quienes no pueden regresar al país”.
En cuanto al DNU de Alberto Fernández que posibilita las negociaciones con Pfizer y laboratorios norteamericanos para la adquisición de dosis contra el covid, la diputada señaló que el disparador de la medida fue “el escándalo que se armó cuando el oficialismo se negó a modificar la ley de vacunas en el Congreso y la presión de padres de chicos menores de 18 años. Esto tardó siete meses en resolverse y se solucionó en un día”.
Finalmente, Ocaña se refirió a los cuestionamientos que recibió por parte del dirigente oficialista Aníbal Fernández, actual interventor de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, quien la trató de “bestia, incompetente, inútil y alcornoque” por sus objeciones al dictamen de la fiscal Gabriela Baigún, quien pidió sobreseer a los procesados en el juicio moral por el Plan Qunita: “Él se enoja cuando se explica la decisión que tomó la fiscal. Nosotros mostramos que había sobreprecios y la fiscal desestimó la investigación”. Y habló de “un festival que justifica que los funcionarios puedan ponerles los precios que quieran a las compras del Estado, que compró cosas que tuvo que destruir. La impunidad de Cristina (Kirchner) va en este sentido”.