(CNN Radio Argentina) – El médico argentino Miguel Glatstein, radicado en Israel, señaló este jueves en CNN Radio que está “totalmente de acuerdo” con que se pueda dejar de usar el barbijo al aire libre, tal como anunció el Gobierno nacional en el marco del levantamiento de restricciones por la pandemia de coronavirus a partir de octubre.
“En Israel también estábamos en la discusión con los epidemiólogos, porque después de dos años ya conocemos bastante el modo de contagio de covid, que ocurre por las gotas microscópicas. Si uno está caminando en la calle, haciendo deporte solo o corriendo con amigos, el grado de contagio es casi cero”, sopesó en el programa Café con Pepe.
El director del Área de Emergencia Pediátrica y de Servicios de Toxicología del Sourasky Medial Center de Tel Aviv manifestó que “en lugares cerrados hay que seguir usando tapabocas por bastante tiempo”, a la vez que remarcó que “en Israel se quitó el barbijo en lugares abiertos y cerrados cuando ya no había casos de covid. Y ese fue el motivo por el cual se volvió a la tercera o a la cuarta ola con la mutación Delta y la razón por la que acá todavía tenemos grandes números”.
En diálogo con Pepe Gil Vidal, el especialista apuntó que “se ha visto en Israel que los pacientes que están en terapia son los que no se vacunaron”. Enseguida aseveró que “lo que hay que hacer en la Argentina es seguir vacunando rápido, porque con el 45 o 50 por ciento de la población inmunizada no se va a llegar a bajar los números. Están bajando en realidad quizá porque aún no hacen testeos como deberían hacerse”.
“En Israel estamos estudiando con el Ministerio de Salud el tema de las burbujas en las escuelas. En el colegio, si un día un chico daba positivo se mandaba a todo el grado a su casa. Pediatras, sociólogos e intensivistas estamos diciendo que si un alumno da positivo tiene que volver a su casa y a todos los demás hay que testearlos una vez por semana, pero no perder más días de clase. Esa tendría que ser ahora la otra discusión en la Argentina, porque ya se falló al perder un año escolar”, desgranó.
Glatstein deslizó que “sabemos que la variante Delta es muy contagiosa, pero también sabemos que si la gente está vacunada con las dos dosis se vuelve menos contagiosa. Y si a alguien le agarra la enfermedad es mucho menos grave”.
“Hay que vacunar lo más rápido posible, incluso a los chicos de 12 años para arriba, que se pueden enfermar, pero no hemos visto casos graves en ellos. En la Argentina se tiene la sensación de que Delta no llegó y justamente es el momento de vacunar. Sabemos que la cepa al final llega y cuando lo hace viene mucho más fuerte que como pensábamos”.
“La vacuna Sputnik sirve y sigue siendo confiable”, concluyó.