(CNN Radio Argentina) – El economista Juan Gilberto Ljungberg pasó este lunes por el dial de CNN Radio para referirse al congelamiento de precios y la “amenaza” de la aplicación de la Ley de Abastecimiento, que data de 1974, insinuada por el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti. “El panorama sigue siendo complicado”, sopesó el entrevistado.
“La preocupación por la inflación es obvia en el Gobierno porque es obvia en la sociedad”, estimó el docente, a la vez que señaló que “el índice inflacionario (del 3,5 % según el último registro del Indec) se refleja en la elevadísima pobreza”.
En el programa Café con Pepe, el especialista de la Universidad Nacional de Jujuy deslizó que “la inflación es como un cáncer”, al mismo tiempo que remarcó que una hipotética implementación de la Ley de Abastecimiento “nos llevaría a viejos resultados”.
“Con el congelamiento de precios (hasta el 7 de enero) se puede producir un efecto estadístico, pero hay que ver la realidad de la calle, si se van a poder encontrar esos precios”, expuso en diálogo con Pepe Gil Vidal y Sofía Diamante. Y reforzó: “Es posible que se cumpla en los supermercados, que representan el 30 por ciento del consumo. Pero en el restante 70 por ciento se canaliza de otra manera”.
“En autoservicios y almacenes es difícil controlar precios. Son millones de puestos de venta, contra 30.000 bocas de supermercados”, agregó.
“Cuando se aplica la Ley de Abastecimiento, el siguiente efecto es que pueda haber precios máximos pero no productos con esos precios. Y empieza a haber desabastecimiento y góndolas vacías. Lo hemos vivido en 1975, cuando terminó explotando una política que desembocó en el Rodrigazo”, auscultó.
La Ley de Abastecimiento fue sancionada en 1974, cuando el ministro del peronismo José Ber Gelbard promovió un programa de precios y salarios en el Acta de Compromiso Nacional que rubricaron trabajadores, empresarios y el Gobierno para establecer una nueva distribución del ingreso, que posteriormente se procuró mantener por medio de la intervención sobre el proceso de formación de precios. Bajó la inflación y se produjo un crecimiento económico, pero al poco tiempo la falta de consistencia con una política monetaria y fiscal expansiva generó tensiones. A esto se sumó un retraso en las tarifas y el tipo de cambio, lo que derivó en menos de dos años en lo que se conoció como Rodrigazo: el ministro Celestino Rodrigo liberó los precios y abrió las paritarias, mientras las empresas públicas no podían sostenerse con las tarifas congeladas.
“Siempre surge la pregunta del día siguiente del congelamiento: qué pasará después del 7 de enero. En la dictadura, (José Alfredo) Martínez de Hoz (ministro de Economía por entonces) congeló los precios”, expuso Ljungberg. Y aludió al “acomodamiento de precios al nivel que hayan tenido, que se refleja en una explosión de esos precios y de la tasa de inflación”.
“Lo mismo ocurrió con las tarifas después del gobierno de Cristina Kirchner, con Mauricio Macri, cuando la recuperación de esos valores se trasladó a la inflación”, acotó.
Cabe apuntar que representantes de las principales empresas de consumo masivo proveedoras de los supermercados se reunirán esta tarde con Feletti después de haber enviado sus contrapropuestas a la nómina de 1.247 artículos de la canasta básica que el Gobierno plantea congelar hasta enero.
“La altísima emisión monetaria, tarde o temprano, con una dilación de unos seis meses, se verá. Lo esperable es una inflación creciente en los primeros meses del año que viene”, cerró Ljungberg.