Rafael Grossi, Director General de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.

(CNN Radio Argentina) – Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica dependiente de la ONU, conversó este miércoles en CNN Radio sobre la misión que lideró en Ucrania para supervisar la central nuclear de Zaporiyia, luego de la cual advirtió que “la situación es insostenible”.

Es insostenible por una serie de razones. En primer lugar, una instalación nuclear tan grande en medio de una guerra de tipo convencional más propia de la II Guerra Mundial que del siglo 21 hace que la posibilidad de daño físico directo a esa instalación sea altísima”, explicó en Longobardi por CNN, con Marcelo Longobardi. De hecho, ya ha sido impactada en varias ocasiones desde que empezó la guerra.

Según precisó, en Zaporiyia hay 6 reactores distribuidos a lo largo de 1 km, con 1.000 megavatios cada uno, que aportan el 15% de toda la electricidad de Ucrania. “Solo en ese sitio los ucranianos tienen 15 centrales y 4 sitios con reactores, eso da decenas de miles de kilos de plutonio y uranio enriquecido acumulado”, detalló. “Si vos sumás ese material nuclear a un marco donde existen bombardeos, ataques, drones y cañoñazos contra la central, evidentemente eso justifica lo que dije, que la situación es insostenible”, argumentó.

Otro dato importante que destacó es que dejó dos inspectores en la zona. “Esto es importantísimo porque podemos tener presencia permanente para informar en tiempo real lo que está pasando.” En este sentido, agregó que “en una guerra la primera víctima es la verdad y acá las versiones son contradictorias, entonces ahora es otra historia”, subrayó.

“Lo otro que planteamos ayer en la ONU es que vamos a empezar a negociar una especie de zona protegida en torno al perímetro de la central”; aunque anticipó que “va a ser una negociación difícil”.

Respecto del peligro real de que ocurra una catástrofe si hubiese un ataque, aclaró que “los reactores no me preocupan porque son muy robustos”.

“Lo que ocurre es que puede haber daños indirectos que lleven a un accidente nuclear”, advirtió. Por el combustible que está  allí almacenado y que tiene uranio enriquecido, entre otros. “Esos combustibles al estar almacenados ahí están mucho más frágiles, no tienen el mismo grado de protección física que tiene el núcleo del reactor”, señaló.

El otro riesgo es que se corte la línea de aprovisionamiento de electricidad que refrigera el núcleo del reactor nuclear.

“Ya hemos estado en dos ocasiones en situaciones complicadas”, reconoció. “No se puede estar enfriando una central nuclear tan grande con generadores de emergencia porque estás muy cerca de la línea roja”, alertó por último.