(CNN) – La noticia apareció en la víspera de la entrega de los premios Grammy, la noche más importante de la industria musical: la mujer con la voz espectacular que alguna vez fue la reina del pop en esos premios había muerto.
Whitney Houston fue fallada muerta el 11 de febrero de 2012 por su guardaespaldas en el cuarto piso de un hotel de Beverly Hills en donde después iba a asistir a un evento presentado por su mentor, Clive Davis.
Su muerte, a los 48 años, fue el capítulo final de una carrera noticiosa que empezó con la educación de parte de la superestrella y prima de Dionne Warwick, que tocó la cima en los años ochenta y los noventa con varios récords musicales, que decayó cuando su consumo de drogas y su matrimonio con Bobby Brown coparon los tabloides, y que ahora empezaba a recuperarse con un anticipado regreso.
“Vas a recordar en dónde estabas cuando oíste la noticia. Es así de importante. Era indudablemente una de las grandes superestrellas de todos los tiempos”, dijo el productor Simon Cowell.
“Una de las mejores voces que hayamos escuchado. Oír esta noticia es algo muy, muy, muy triste para mí”:
La voz de Houston, alguna vez descrita por The New York Times como “incomparable”, influenció e inspiró a una nueva generación de cantantes, desde Mariah Carey a Christina Aguilera, y cosechó una legión entera de fanáticos.
“Sus notas llegaron a lugares que la mayoría de cantantes apenas sueños con alcanzar”, dijo Aguilera.
Whitney Houston parecía destinada al estrellado casi desde el principio
Nacida el 9 de agosto de 1963 en Newark, Nueva Jersey, hija de la gran intérprete de gospel Cissy Houston, prima de Dionne y De Dee Warwick y ahijada de Aretha Franklin, la educación de Houston fue la encarnación de grandeza musical.
Ella afinó sus cualidades vocales desde muy pequeña, cantando en un coro de iglesia y subiendo al escenario ocasionalmente con su madre. Siendo adolescente, Whitney fue corista para Chaka Khan en I’m Every Woman, una canción que Houston volvió a grabar en 1992 y que se convertiría en uno de sus más grandes éxitos.
Clive Davis descubrió a Houston en 1983 cuando cantaba en una discoteca de Nueva York y la contrató inmediatamente.
Houston lanzó su álbum debut Whitney Houston en febrero de 1985, que fue ampliamente aclamado. La revista Rolling Stone la llamó “una de las voces nuevas más emocionantes en años”.
Con el lanzamiento del álbum, su estupenda voz sumada a una belleza natural y a una buena imagen la hicieron una estrella instantánea.
Una generación entera bailó en los ochenta con su racha de éxitos, incluyendo a How Will I Know, Saving All My Love For You, I Wanna Dance With Somebody y The Greatest Love Of All.
Pero fue en los años noventa en que llegó a la estratosfera del superestrellato con dos canciones que mostraron su impactante rango vocal y su madurez.
El 27 de enero de 1991, mientras Estados Unidos estaban en guerra en el Golfo Pérsico, Houston interpretó The Star Spangled Banner en el Super Bowl XXV para registrar una audiencia récord de 79 millones de televidentes.
En un momento en que Estados Unidos estaba dividido por la guerra, su sincera e impactante interpretación pareció unir a la nación al menos por unos minutos. Su impacto fue tal que valió para que la canción fuera lanzada como sencillo y alcanzara el Top 20 de la lista de los éxitos de Billboard en ese país.
La versión de Houston fue relanzada en 2001 después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, y las utilidades de las ventas fueron donadas a la caridad.
El éxito que tuvo Whitney Houston con I Will Always Love You
A ese éxito le siguió su cover de la canción I Will Always Love You de Dolly Parton, grabado para la película The Bodyguard, en la que ella hizo su debut actoral.
Aunque la película en general recibió malas críticas, la canción vendió 10 millones de copias, ganó el premio Grammy a la mejor grabación del año y le mereció la mejor interpretación vocal femenina en los mismos premios. El álbum ganó el galardón al mejor disco del año.
“Siempre estaré agradecida y sobrecogida por la maravillosa interpretación que ella hizo de mi canción y yo puedo decir en realidad desde el fondo de mi corazón: ‘Whitney, siempre te amaré. Te echaremos de menos’”, dijo Parton.
Pero para el momento en que la película se estrenó, la imagen cuidada de Houston empezó a empañarse con su matrimonio con el chico malo del R&B Bobby Brown. Los dos se conocieron en 1989 y se casaron tres años después.
Su relación fue comidilla de los tabloides, con cada paso en falso siendo registrado y con la vida de la pareja quedando permanentemente sujeta a la especulación. Los hábitos de fiesta pesada de Brown lo llevaron a tener varios problemas con la ley y a pasar temporadas en prisión.
Mientras que Houston luchaba por mantener una carrera musical y cinematográfica exitosa al final de los noventa, protagonizando The Preacher’s Wife y Waiting To Exhale, su comportamiento se volvió cada vez más errático en medio de reportes de alto consumo de drogas.
Para la primera década de este siglo, su carrera estaba en caída libre en tanto las ventas de su álbum cayeron y su voz empezó a mostrar señales de desgaste.
Los rumores fueron alimentados por su demacrada apariencia y su comportamiento burdo en el reality show de la cadena Bravo llamado Being Bobby Brown, que luego ella aceptó que sólo hizo para tratar de salvar su matrimonio. La pareja, que tuvo una hija, se divorció en 2007.
Brown se presentó en un concierto de New Edition este sábado en South Haven, Misisipi.
“El ambiente fue agridulce”, dijo paar iReport Moshiu Knox, que atendió al concierto con su esposa. “Bobby estaba llorando durante el concierto y en un punto se fue del escenario. La multitud quedó conmovida y mucho lloraban”.
Videos del concierto muestran a Brown pidiéndole a la audiencia orar por la hija de la pareja. “Si tienen tiempo, ¿pueden orar por mí? Porque lo voy a necesitar”, dice.
En un desafortunada entrevista en 2002 con Diane Sawyer de ABC, Houston admitió consumir drogas pero negó consumir crack.
“Crack is wack (El crack es loco)”, dijo, citando a una frase de un mural de Keith Haring pintado en 1986.
Whitney Houston: Soy mi peor enemiga
Durante la misma entrevista, ella le dijo a Sawyer: “El mayor demonio soy yo. Soy tanto mi mejor amiga como mi peor enemiga”.
Houston entró y salió dos veces de rehabilitación, declarándose completamente limpia en una entrevista de 2010 con Oprah Winfrey, aunque la gira australiana de ese año quedó colmada de reportes de prensa diciendo que ella sonaba como “graznando” y, a veces, que parecía estar desorientada.
Recientemente, Houston luchaba por recuperar su carrera e imagen con un regreso a las pantallas en la película Sparkle, una nueva versión de una película de 1976 que se dice estar en parte inspirada en el grupo The Supremes.
La noche en que Houston murió era la invitada de honor en la fiesta previa a los Grammy de Davis.
“A ella le encantaba la música y le encantaba esta noche que celebraba la música”, dijo Davis a los asistentes.
“La familia pidió que siguiéramos adelante”.
Ella también habría encantado eso.
Su hija, Bobbi Kristina Brown, murió en 2015.