(CNN) — La Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés) informó este viernes que despojará a Lance Armstrong de sus siete títulos del Tour de Francia, además de que le impondrá una sanción de por vida.
La medida llega horas después de que Armstrong anunciara que dejaría de luchar contra las acusaciones de dopaje.
Se espera un anuncio formal de la USADA más tarde este viernes. “Su elección de no impugnar los cargos significa que habrá una suspensión de por vida y la pérdida de todos los resultados a partir del 1 de agosto de 1998”, dijo la portavoz Annie Skinner a CNN en un comunicado.
Aún así, está la pregunta sobre si la USADA —una dependencia casi gubernamental reconocida como la agencia antidopaje oficial para los deportes olímpicos, panamericanos y paralímpicos en EU— tiene la autoridad para tomar acciones en contra de Armstrong.
La Federación Internacional de Ciclismo, que según Armstrong debe ser el árbitro en su caso, se ha opuesto a las acciones de la agencia estadounidense al reclamar su jurisdicción. Recientemente, esa postura fue respaldada por la USA Cycling, la organización de ciclismo reconocida por el Comité Olímpico.
La medida de la USADA sigue a la noticia de que Armstrong abandonó la batalla por la investigación en su contra.
“Llega un punto en la vida de cualquier hombre en que tiene que decir: ‘Ya es suficiente’. Para mí, ese momento es ahora”, dijo el atleta en un comunicado.
La USADA ha acusado a Armstrong de uso, posesión, tráfico y de dar a otros sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento, así como de encubrir violaciones de dopaje.
El ciclista, quien ha negado las acusaciones de dopaje ilegal, hizo el anuncio después de que este lunes perdió una batalla legal para detener el caso de la agencia antidopaje en su contra, el cual llegó más de un año después de su retiro del ciclismo y de las competencias de triatlón.
Armstrong, de 40 años, se recuperó de cáncer testicular y ganó la carrera más importante del ciclismo de 1999 a 2005. Él se ha descrito como “el atleta más examinado del mundo”.
El deportista se retiró dos veces del ciclismo: la primera en 2005, por cuatro años, y de nuevo en 2011.
Armstrong nunca ha sido declarado culpable de los cargos de dopaje.
La USADA lo acusa de tomar esteroides durante su carrera y argumenta que tiene testimonios de excompañeros de equipo que apoyan los cargos. Sin embargo, se ha negado a revelar quién dio la evidencia.
Aunque la USADA no había visto la declaración de Armstrong hasta la noche de este jueves, su director ejecutivo calificó el evento como “un día triste para quienes amamos el deporte y a nuestros héroes atléticos”.
“Este es un ejemplo doloroso de cómo la cultura de ganar a cualquier costo en el deporte, si no se controla, supera a la competencia justa, segura y honesta, pero para los atletas limpios, es un recordatorio reconfortante de que hay esperanza para las generaciones futuras para competir sin el uso de sustancias”, expresó Tygart.
Armstrong calificó a la investigación de Tygart como una “cacería de brujas inconstitucional”.
“He lidiado con las acusaciones de que hice trampa y tuve una desventaja injusta al ganar mis siete Tours desde 1999. En los últimos tres años, he sido sujeto de una investigación federal criminal de dos años seguida por la cacería de brujas inconstitucional de Travis Tygart. El costo de esto para mi familia, y mi trabajo para nuestra fundación y para mí, me lleva a donde estoy ahora, harto de estas tonterías”.
Si es encontrado culpable por la USADA, Armstrong enfrenta una suspensión de por vida de todos los deportes que cubre la Agencia Mundial Antidopaje.
“Hoy le di vuelta a la página. No hablaré de esta cuestión, a pesar de las circunstancias”, dijo Armstrong este jueves. “Me comprometeré con el trabajo que comencé antes de ganar algún título de Francia: servir a las personas y a las familias de los afectados por el cáncer, especialmente a los de comunidades marginadas”.
Armstrong ha sido perseguido por acusaciones de dopaje en los últimos años, junto a Floyd Landis, quien fue despojado de su título del Tour de Francia en 2006 tras dar positivo en un examen de drogas.
El atleta empezó su pelea en mayo de 2011, de cara a nuevas acusaciones hechas en el programa de CBS News, 60 Minutes, por el estadounidense Tayler Hamilton. En la entrevista, Hamilton dijo que Armstrong usó EPO en 1999.
Él mismo se retiró en 2009 luego de que salió positivo en dos ocasiones. A principios de este mes, el Comité Olímpico Internacional le retiró su medalla obtenida en 2004.
La EPO o eritropoyetina aumenta el número de glóbulos rojos, los cuales llevan oxígeno a los músculos.
Armstrong ha dicho en documentos a la corte que nunca ha tenido “una prueba positiva” en las 500 o 600 que le han hecho en dos décadas como ciclista.
“Pero desde el principio, esta investigación no ha sido para conocer la verdad o limpiar el ciclismo, sino para castigarme a cualquier costo. Soy un ciclista retirado, sin embargo, la USADA ha presentado cargos por 17 años, a pesar de su propia limitación de de ocho años”, dijo Armstrong en el comunicado de este jueves.
En febrero, los fiscales del Departamento de Justicia informaron que cerraron la investigación después de revisar las acusaciones contra Armstrong. Llamaron a unos testigos ante un gran jurado federal en Los Ángeles, y aparentemente se determinó que faltaba evidencia para acusar a Armstrong de tomar drogas para mejorar su rendimiento.
En una carta enviada a Armstrong en junio, de la cual CNN tiene copia, la USADA dijo que las muestras de sangre que tomó del ciclista en 2009 y 2010 fueron “completamente consistentes con la manipulación de la sangre, incluido el uso de EPO y/o transfusiones”.
Armstrong demandó a la USADA para detener la investigación con el argumento de que no tenían derecho a juzgarlo.
Sin embargo, un juez federal descartó el proceso tras determinar que el tribunal no tenía jurisdicción.
El juez de Distrito, Sam Sparks, reconoció que “un aparente conflicto de parte de las dos organizaciones crea dudas de que los cargos contra Armstrong recibirán una consideración justa en cualquier foro”.
Sin embargo, eso no significa que la corte federal debe intervenir, explicó el juez. “Estos asuntos deben resolverse internamente, por las partes más afectadas”.
“Si estos cuerpos desean dañar la imagen de su deporte por estas luchas internas, tendrán que hacerlo sin el involucramiento de las cortes de Estados Unidos”, dijo Sparks
Scott Thompson y Rich Porter, contribuyeron con este reporte