(CNNMéxico) — En el juicio contra el expresidente guatemalteco Efraín Ríos Montt, donde han testificado más de 60 personas, se presentaron este martes los relatos de mujeres indígenas que narraron los abusos y vejaciones de las que fueron víctimas por parte del régimen militar que se instauró en Guatemala entre 1982 y 1983.
Diez mujeres señalaron la violencia y violaciones que sufrieron por parte de militares que estaban bajo la responsabilidad de Ríos Montt, pero también de su exjefe de inteligencia militar, José Mauricio Rodríguez Sánchez, ambos acusados de genocidio y crímenes contra la humanidad.
“A las ocho de la noche llegaron los soldados a sacar a mi esposo. A las nueve regresaron los soldados y me llevaron a un campo como a 20 cuadras de mi casa. Los soldados que me violaron eran como 20 yo estaba temblando del susto, no tenía conciencia”, testificó una mujer indígena cuya identidad fue protegida por la jueza Jazmín Barrios, según la agencia EFE.
“Me dejaron desnuda, otras personas me regalaron ropa. Tenía un hijo de 30 días. Cuando regresé a mi casa todo estaba quemado, Quemaron a mi hijo. Era un bebé todavía, me puse a llorar. Vengo aquí a declarar por la tristeza que me provocaron en ese tiempo y vengo por justicia”, dijo con la voz quebrantada.
Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz guatemalteca (1992), dijo a la periodista Carmen Aristegui en CNN en Español que el juicio a Ríos Montt y Rodríguez no viene a resarcir la justicia para las indígenas víctimas, pero trae algo de justicia a las comunidades originarias que vivieron vejaciones en la década de 1980.
“Me siento dignificada, me siento muy contenta, porque durante muchísimos años me tocó a mí hablar de esto una y otra vez, denunciar, documentar, ir incluso a buscar a la Audiencia Nacional de España en una querella. Y todo esto ha dado hoy un camino para las víctimas”, dijo.
“Que los victimarios tengan un juicio justo, que puedan decir ‘yo soy inocente’ cuando los daños causados ya no se pueden resarcir, ya no se pueden componer. Más que cerrar un capítulo muy doloroso de la historia. Pero justicia justa es lo que pedimos siempre y queremos”, dijo.
La justicia de Guatemala investiga hasta 17 presuntas matanzas que efectuó el régimen militar bajo el mando del general Ríos Montt entre 1982 y 1983. Es el primer caso en que un presidente es juzgado en la historia del país centroamericano.
La defensa de los acusados ha dicho a CNN en Español que aunque hayan existido atrocidades en contra de los indígenas de diversas comunidades, no existió una orden explícita que dé pie a que puedan ser juzgados como genocidas, término que define la eliminación sistemática de un grupo social.
Sin embargo, Menchú considera que este juicio representa una oportunidad para que se condene a quienes encabezaron los actos violatorios y, además, un momento para reconocer que existieron los abusos que “durante décadas” se pusieron en duda.
“Queremos una sentencia condenatoria, una sentencia que recoja realmente algo en contra de los acusados, porque hay que decir que este juicio lo que está haciendo es acreditar la verdad de las víctimas.
“Después, que sea la historia la que haga lo que tiene que hacer. Y que las víctimas no queden solitos, con su verdad y con su sufrimiento”, pidió Menchú.
“Acreditar la verdad es muy importante. Ver que no solo una persona está diciendo la gravedad en el daño, lo repugnante que fue la acción de hombres guatemaltecos que eran militares, sino también saber que somos más”, dijo Menchú en CNN en Español.
Los militares retirados continuarán su juicio por 1.771 indígenas ixiles que murieron en ese periodo en un conflicto que causó unas 250.000 víctimas entre muertos y desaparecidos, según los cargos en su contra, reportó la agencia EFE.
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